lunes, 4 de junio de 2007

Golpe de autoestima de Rossi en su casa

El heptacampeón celebra su sexta victoria consecutiva en Mugello (EFE).

"¿Qué nos pasa? ¿Qué nos está pasando"
, le habrá susurrado más de una vez Valentino Rossi a su Yamaha. En la intimidad de su box. Mientras le colocaba sus exclusivas pegatinas y comprobaba que estuviera perfecta, inmaculada. El heptacampéon vivía la peor racha desde que ganó su primer Mundial, el de 125cc en 1997. Sólo había ganado una carrera, en el circuito de Sepang, el GP de Malasia. ¡El 10 de septiembre! Por eso hoy, tras imponerse en casa, en Mugello, ha enloquecido. Ha dado un golpe de autoestima y se acerca al liderato de Moto GP.

"Había un gran ambiente, tenía cerca a mis amigos, a la familia, a los seguidores. ¿Qué más se puede pedir?", explicaba Rossi, que iguala a Doohan como piloto que más veces se ha subido al podio (95) y, sobre todo, reduce su desvantaja con Stoner, hoy cuarto, en el Mundial. Ahora sólo está a nueve puntos del liderato del campeonato de Moto GP. Rossi se ha rehecho en su casa, en el GP de Italia, donde gana desde 2002. Donde acumula seis triunfos consecutivos.

Mala salida

Seguramente, los más escépticos con Rossi pronosticaron un nuevo fracaso del heptacampeón tras su pésima salida -"no lo he hecho nada bien"-, en la que pasó de la tercera posición a la séptima. Más si cabe comprobando cómo Stoner, que había logrado la pole, intercambiaba la primera posición con Capirossi. Pero el heptacampeón reaccionó rápido, y en la séptima vuelta se puso a rueda de Dani Pedrosa. Se colocó segundo. Empezaba uno de los duelos más esperados y, lamentablemente, más inéditos de la máxima cilindrada.

Por detrás, a unas décimas, estaba el líder del Mundial, el temperamental Stoner. Un espectador de lujo que observaba los adelantos de los líderes de la carrera. Pedrosa le superaba en una recta, y Rossi, apurando la frenada, le replicaba en una curva. Cada uno aprovechaba al máximo sus cualidades. Y, a falta de nueve giros, salvo desgracia, uno de los dos ganaría la carrera.

Problemas para Pedrosa

Entonces Rossi lideraba con ventajas que rondaban el segundo y Pedrosa se limitaba a aguantar. "Falta que la Honda mejore en la segunda parte de la prueba. En esos momentos he sufrido mucho, la moto me patinaba en las curvas", se sinceraba después el español. "No podía arriesgar, me veía en el suelo", añadía.

Con la victoria casi sentenciada, la emoción era saber quién ocuparía el tercer puesto en el podio. Stoner resistía como podía los continuos ataques del veterano Álex Barros, que llegó a rodar a más de 317 km/h. El piloto brasileño, de 36 años, le adelantó en una curva, por el interior y tras frenar más tarde. Quedaban cuatro vueltas y nada cambió en la cabeza de carrera. Rossi, por fin, pudo celebrar un triunfo y fue felicitado por uno de las grandes candidatos a sucederle. Se llama Casey Stoner y aún es el líder del Mundial, con 115 puntos. 106 tiene el renacido heptacampeón, 82, Pedrosa.

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