domingo, 1 de junio de 2008

El Barça cede el factor cancha a un Tau excelente (74-78)

Mickeal lanza ante la oposición de Acker -EFE.

En una jugada mezcla entre el fatalismo y la falta de confianza Gianluca Basile ratificó las carencias que había mostrado su equipo durante todo el partido. El escolta italiano retrocedió hasta superar la línea de tres: a falta de dos segundos un triple era la única opción del Barça para intentar evitar la derrota. Pero Basile cometió pasos, y el Barça también perdió el segundo partido de la final de la Liga ACB ante el Tau (74-78). "Iremos a muerte a Vitoria", proclama Xavi Pascual, que sabe que ningún equipo ha remontado un 0-2 en contra en la serie definitiva -más si cabe tras perder el factor cancha- y que asume que muchas cosas tendrá que cambiar y añadir en su libreta si quiere forzar un quinto partido en Barcelona. El martes (La 2, 21.30 horas) el conjunto vitoriano puede ganar la segunda Liga de su historia.

Con un juego vulgar, un ataque basado en triples forzados, bloqueos y penetraciones surrealistas, y con Mario Kasun y Fran Vázquez como jugadores-comparsa poco se puede hacer. El Barça no está aprovechando sus recursos en esta final, en la que casi cada ataque se convierte en un cúmulo de ideas indefinidas. Sin una buena circulación de balón y sin un mínimo orden, el Barça se encomienda a sus tiradores y al bajo el aro de Roger Grimau (11 puntos) y Ersan Ilyasova (15). Demasiado poco.

Dos puntos en cinco minutos

El Tau es todo lo contrario. Es un equipo coherente con más centímetros, más músculo y fondo físico. Su jugador franquicia es Pete Mickeal, un alero anotador que defiende con la misma facilidad con la que ataca. El jugador estadounidense suele exhibirse ante el Barça, y esta vez anotó 20 puntos (5/8 en tiros de dos). Con Mickeal como reclamo el conjunto de Neven Spahija sólo ha ido por detrás en el marcador en el primer cuarto del primer partido, y fue por una cuestión puramente de talento individual. El Barça basó su domino con dos triples de Alex Acker y otros tantos de Jaka Lakovic. Curiosamente ninguno de los jugadores volvió a anotar. El conjunto azulgrana quiso repetir ese excelente inicio, pero no lo consiguió: falló sus seis primeros lanzamientos de tres y no supo rentabilizar su dominio en el rebote ofensivo. De hecho, el Barça sólo anotó dos puntos en los primeros cinco minutos (2-10). Los lograría Acker en un contraataque -su única canasta- tras una recuperación de Basile ante Tiago Splitter. La defensa al pívot brasileño fue más que correcta: si el jueves anotó 21 puntos, en esta ocasión se quedó en 12 y con un discreto 5 de 13 en tiros de dos.

El grupo de Spahija demostraba ser muy superior. Pablo Prigioni, eterno talento y gran defensor, anulaba por completo a Lakovic, y Mirza Teletovic cumplía su rol de ala-pívot tirador. Así que dos triples del croata (13 puntos y siete rebotes) le dieron al Tau su máxima renta (6-15 a los 6'35''). El Barça mejoró en defensa y por fin pudo anotar desde 6'25. Con dos triples y cuatro tiros libres redujo la desventaja (16-18 a los 9'07'').

A trancas y barrancas

El conjunto azulgrana jugaba por impulsos, a trancas y barrancas, y la improvisión era sin duda su idiosincrasia. Algunos jugadores, más allá de lanzar, no contribuían a nada más. Era el caso, por ejemplo, de Gary Neal, cuya aportación se redujo a ocupar una plaza en el quinteto y a anotar cinco puntos. Tampoco fue la jornada de Lakovic, que en esta serie vuelve a ser el jugador defenestrado y nervioso en el que se ha convertido desde que lo entrena Pascual. El base esloveno sólo sumó nueve puntos (3 de 7 en tiros de campo) y sólo se reconoció en un par de acciones. En una contra y en un triple tras un rebote de Jordi Trias, que en la siguiente jugada capturó otro y posibilitó el primer empate del partido, a 28 a los 14'53''. El ala-pívot catalán, incomprensiblemente, no volvió a jugar. Su rendimiento en cinco minutos fue más efectivo que el de Kasun, Marconato o Vázquez.

El juego de Kasun desespera. El pívot croata es incapaz de encadenar tres o cuatro partidos decentes, y en esta ocasión en lugar de perderse en faltas personales absurdas se convirtió en un jugador blando: casi siempre se le resbaló la pelota de entre las manos. Así que Kasun (ocho puntos y dos rechaces) desaprovechaba cualquier buena asistencia de sus compañeros, no podía capturar rebotes ni solo ni ante rivales y pocas veces impuso su físico. Menos aún aportó Vázquez, que sólo anotó un tiro libre y apenas entró en juego. Neal aprovechó la única asistencia que repartió el pívot gallego para firmar el 38-40 al descanso.

La magia de Pepe Sánchez

En la reanudación el conjunto azulgrana se deshizo en defensa y en el inicio del tercer cuarto el Tau capturó hasta cuatro rebotes ofensivos. Mientras Kasun parecía pelearse con la pelota Teletovic machacaba ante Ilyasova, otro vez el exclusivo referente ofensivo junto a Grimau. Se les añadió puntualmente Pepe Sánchez, el jugador más mágico del Barça. El base argentino anotó seis puntos consecutivos y del 44-53 se pasó al 51-53 (a los 28’30’’). Por primera vez el Tau se desconcertó, Mickeal cometió pasos (su única pérdida) e Igor Rakocevic, el escudero del estadounidense en ataque (17 puntos y tres rebotes) se marchó cojeando al banquillo tras una acción con Vázquez. El ex jugador de Pamesa y Real Madrid volvería a la pista poco después, pero es duda para el partido del martes. "Mañana me harán pruebas. No sé si podré jugar", reconoció el propio Rakocevic.

El Barça volvió a atascarse en ataques obtusos: sus pívots continuaron tirando piedras desde cinco-seis metros, así que de nuevo el acierto se redujo a Ilyasova y Grimau, que puso el 63-65 a 3’54’’ y el 65-69 a 2’41’’. El tercer triple de Teletovic, a 2’18’’, parecía definitivo, pero Ilyasova respondió desde la misma distancia (72-74 a 48’’). El objetivo claro era hacerle la personal a Splitter, cuyo fuerte no son los tiros libres. El pívot brasileño falló dos de los cuatro últimos que lanzó. Más extraño fue comprobar cómo Grimau erraba dos seguidos a 21''.

Kasun, en su mejor (¿única?) acción capturó un rechace y anotó: 74-76 a 14’’. Mickeal no erraría desde la línea de personal (10/10), mientras que Sánchez fallaría un triple desesperado y Basile, en su intento de anotar un triple balsámico, cometería pasos en la penúltima jugada. Mucho deberá cambiar el Barça si quiere ganar los dos partidos en Vitoria y forzar el quinto en un Palau en el que los periodistas que siguen la actualidad del equipo aprovecharon para despedirse. “Hasta la temporada que viene”, le decían a la encargada de repartir las estadísticas.

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