lunes, 17 de agosto de 2009

Isinbayeva vuelve a perder contra sí misma

Isinbayeva se lamenta tras fallar su último intento -EFE.


Tumbada en el tartán, las piernas en alto y la cara tapada por una toalla, Yelena Isinbayeva (Volgogrado, Rusia, 1982) prefería no seguir la final de pértiga. Si alguien le hubiese facilitado un cómic, cualquier revista o un móvil con el juego de la serpiente la rusa sólo hubiese desestimado la propuesta por conservar su reputación internacional. Cualquier cosa parecía interesarle más que los saltos de sus rivales. “Ha pasado mucho tiempo antes de saltar y no sabía cómo ponerme”, se había quejado Isinbayeva tras clasificarse para la final en su único salto a 4.55 metros, una altura de broma para alguien que ha llegado a los 5.05. En la final, como suele hacer, decidió arriesgar e intentarlo con 4.75. Una decisión cuestionable en un curso discreto, pero en el que había llegado a los 5 metros en la pista cubierta de Donetsk en febrero. Aún fría, casi sin haber calentado, Isinbayeva se quedó demasiado corta en el primer intento y ni tan siquiera llegó a la barra. Y arriesgó aún más intentando superar los 4.80, un esfuerzo en vano, pues en sus dos intentonas se llevó por delante el listón, quedándose sin marca y sin medalla. Era la peor, la última: la protagonista negativa de los Mundiales de Berlín. “Nadie es perfecto. No he tenido ningún problema de concentración, estaba segura de mí misma y venía a Berlín bien preparada. No sé qué ha pasado”, relataba, deshecha, a TVE. Isinbayeva, valga el recurso fácil, ha bajado de los cielos y tras seis años compitiendo sin competencia, ha perdido dos veces este año. Ambas ante la Anna Rogowska, que no ha necesitado grandes registros para hacerlo. En julio saltó 4.68 en Londres, la misma altura que Isinbayeva, pero con un intento menos. Mientras que en Berlín llegó a los 4.75: “Pensaba que se saltaría mucho más. Estoy un poco sorprendida de haber ganado”. La estadounidense Chelsea Johnson y la polaca Monika Pyrek recibieron dos medallas de platas, empatadas. No hubo bronce.
Refugiada en un chándal y una gorra con el nombre de su país, Isinbayeva empezó el serial de entrevistas dolorosas e ineludibles con televisiones de todo el mundo. Conforme repetía su incredulidad volvía a llorar. “No entiendo nada. He hecho muchos sacrificios las últimas semanas para llegar aquí en condiciones. Quizás hoy simplemente tocaba perder. Intentaré que me sirva de lección”, contó a nuestros compañeros de Eurosport. Y se alejó pensando que aún tenía que repetir varias veces más que era incapaz de dar explicaciones a lo sucedido. Algo especialmente duro para Isinbayeva, que tiene 26 récords mundiales y hasta este año estaba imbatida desde el Mundial de París de 2003, cuando logró la medalla de bronce por delante de la dominadora de la pértiga hasta entonces, la estadounidense Stacy Dragila. La rusa había sido, entre otras cosas, campeona olímpica en Atenas 2004 y Pekín 2008, medalla de oro en los Mundiales de Helsinki 2005 y Osaka 2007, y primera en el Europeo de Gotemburgo 2006, el único aliciente para competir que tenía para seguir progresando era la propia autosatisfacción de superación personal y el incentivo económico por victoria y por marca lograda.

Uno de los pocos que justificó lo sucedido en el Estadio Olímpico de Berlín fue Sergei Bubka, plusmarquista mundial con 6.16 metros de la historia y el gran referente de Isinbayeva. “La presión que lleva Yelena de tener que ganar siempre es inmensa, agobiante”, dijo, comprensivo por su propia experiencia, Bubka, que nunca ganó el oro olímpico y que como Isinbayeva quedó eliminado en sus tres intentos iniciales en los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992. Ambos perdieron contra sí mismos. “Ha cometido el error de no probar otra vez con 4.75, pero seguramente se sentía capaz de saltar mucho más”, prosiguió el ucraniano, que en los últimos tiempos tiene una estrecha relación con la rusa. Isinbayeva tiene el mismo entrenador que dirigió a Bubka, Vasily Petrov.
 

1 comentario :

pro_magicalonso dijo...

Bueno ella es muy buena, aqui no ha podido ser pero seguramente seguiría ganando y batiendo sus propios récords, aunque para ella esto es doloroso por supuesto. Saludos