miércoles, 13 de marzo de 2019

Isaac Fernández: "Antes entrenaba mucho a partir del error y no de la virtud"

Cronómetro de Récords entrevista al entrenador del Barça CBS

Isaac Fernández tras el partido. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 


Toni Delgado / Sant Feliu de Llobregat 

Isaac Fernández (Barcelona, 1980) podría pasar por un detective, un periodista o un escritor. Siempre lleva un bolígrafo y un papel a mano. "Constantemente apunto ideas que puedo adaptar a mi equipo. Las saco de cualquier partido, de conversaciones que quizás no son ni de baloncesto, se me ocurren... Todo el mundo te puede regalar detalles que puedes aplicar en tu profesión", explica el técnico del Barça CBS tras la derrota por 56-67 ante el CB Aros León.

—Has pedido a tu equipo más "defensa" y "concentración", y que evitase "las concesiones". Su respuesta ha sido rebajar la desventaja de 19 a seis puntos. Habéis sido más agresivas y certeras en los triples, pero también habéis fallado bandejas fáciles. 
Esas canastas sencillas ya nos penalizaron en Ibaizabal la jornada anterior. Hoy no podíamos contar ni con Lola Pendande ni con Xènia Artiga y hemos trabajado bien. No valía con un esfuerzo. Eran necesarios dos o tres para competirle al CB Aros León y lo hemos hecho. Metes dos triples seguidos, te vienes arriba y te juegas un tercero que quizás no tocaría... Es un momento de locura, juventud e inconsciencia. Sin una referencia interior clara, al final, acabas jugando a balonmano. Son cosas que ocurren y que hay que tratar de mejorar.  

—Te quedas con el orgullo del equipo ante las adversidades. 
Sí. Nos faltó acierto en algún momento puntual. Eso sí, por cómo ha transcurrido el partido, no entiendo que nosotras no hayamos lanzado ni un tiro libre. El Barça CBS ha tenido hasta 23 en un partido entre el segundo clasificado y el cuarto. Me sorprende. Creo que, en ese sentido, no hemos podido competir de igual a igual. Hemos construido algo para ser más fuertes la semana que viene.   

—Jordi Vizcaíno, entrenador del AE Boet Mataró, comentó en Cronómetro de Récords que desconecta "muy rápido" tras un partido. ¿A ti te pasa lo mismo o le das muchas vueltas?
No. Reconozco que me cuesta un poco más que a Jordi Vizcaíno, aunque he mejorado mucho en comparación con mi etapa en Vilagarcía. Mi mujer tiene mucha culpa. Estar con mi sobrino también me ayuda a pasar página, pero no es una desconexión total.   

—¿Qué hacías en tus inicios como entrenador que ya no repetirías ahora? 
Un detalle sería, como te comentaba, el de no desconectar. Otro, el de no entender a veces que el error forma parte del juego y que el jugador y la jugadora siempre están dispuestos a hacerlo bien, pero a veces no les salen las cosas. Tú tienes que ofrecerles las herramientas para intentar que se desbloqueen. La típica frase que muchos entrenadores y entrenadoras hemos pronunciado de "hoy no tenéis hambre" no es cierta. Todo el mundo sale a una pista a querer ganar y seguir el guión que has planteado durante la semana. Lo que sucede es que, entre otras cosas, también hay un rival delante.  

—Pero a un equipo siempre le puede faltar ese apetito en algún momento, ¿no?  
Sí, pero si no lo tiene es por algo. No porque al grupo no le importe ni lo más mínimo el partido. Antes entrenaba mucho a partir del error y no de la virtud. Entrevistaste hace poco a Sara Gómez, una de las jugadoras por las que siento más debilidad. A Sara Gómez la entrené ocho años en Vilagarcía, en el AD Cortegada, y siempre nos reímos cuando nos vemos... Tuvo una lesión por sobreentrenamiento porque cada vez que jugaba mal nos ejercitábamos más horas. Sara no dominaba bien la izquierda y yo le machaba con eso. Claro, me iba a casa contento porque veía que mejoraba el bote con la izquierda, pero nunca pensé que ella se pudiera ir frustrada porque tenía un tío que nunca le comentó que sí lo hacía bien con la derecha. Ahora entreno  muchísimo las virtudes de las jugadoras para fortalecerlas.  

—Y eso te ayuda a minimizar el error. 
Por supuesto. También me permite ganarme a la jugadora y que juegue con más tranquilidad y confianza.  

—¿Tu salida del Lima Horta Bàsquet fue de mutuo acuerdo?
Les comuniqué que no quería seguir y ellos intentaron medio convencerme para que continuase, quizás por la estima, la cantidad de años que llevábamos juntos, porque estaban convencidos... No lo sé. Yo tenía muy claro que el ciclo  había terminado con éxito: tres años en Liga Femenina 2 con un equipo con jugadoras que trabajaban. Con unos esfuerzos brutales. Le tengo mucho cariño a esa gran etapa, pero era un ciclo agotado.  

—¿Crees que ya no podías crecer tú ni hacer crecer más al equipo?
Estaba clarísimo que no. Otra cosa es que no sabía qué podía  suceder después.   

—¿Estabas dispuesto a estar un año sin entrenar a un club? 
Sí. De Liga Femenina 2 no tuve más ofertas hasta julio, ya concentrado para  el Europeo sub 20. Lo había hablado con mi mujer. Si no salía nada, descansaría. Lo necesitaba. Quería reciclarme, algo que este oficio te exige. También me apetecía volver a ser ayudante. Lo fui dos años de Víctor Lapeña en el AD Cortegada y resultó una gran experiencia. Cuando Víctor se marchó al Cadí La Seu me quedé al frente del equipo. Sólo he vuelto ocupar ese papel en selecciones. Apareció la propuesta del Barça CBS y... ¡Encantado! Pero me habría pasado un año viendo baloncesto y formándome. Creo que, a veces, ese tiempo fuera es bueno. 

—Te sientes una esponja. 
¡Mucho! Me encanta ver cómo la gente gestiona las dificultades. ¿Sabes? Desde bien pequeñito me ha vuelto loco el baloncesto. Leo muchos artículos sobre este mundo, creo mucho en la psicología deportiva... A veces a los entrenadores y entrenadoras nos faltan herramientas para llegar a un jugador o una jugadora y un psicólogo deportivo les puede ayudar a hacer un clic en la cabeza.  

—¿Qué herramientas tienes para provocar ese clic? 
Utilizo mucho esta frase: "Hablar con vosotras no me hace más malo, sino muy bueno". Así las conozco, sé qué quieren, cómo están cómodas y en qué momento se encuentran mejor o peor. Cada dos por tres les pregunto cómo les va la vida y me preocupo por ellas, pero sin traspasar la barrera. No soy ni el hermano ni el mejor amigo de ninguna. Cuando las veo tristes o preocupadas durante un período prolongado, intento sentarme y hablar con las jugadoras, y ayudarlas en lo que pueda.  

—¿El partido de cuartos contra Francia en el Europeo sub 20 es el más feliz, duro y surrealista en el que has participado? 
No sé si ha sido el más duro. Miguel Méndez estuvo soberbio. Pienso que Miguel, Azu Muguruza y yo lo preparamos muy bien, y que las jugadoras interpretaron el guión a la perfección.  Esa generación había perdido por 30 puntos la final del Europeo sub 18... ¡No le había ganado nunca a Francia! Fue una explosión. ¡Algo increíble! Recuerdo el abrazo que le di a Miguel y lo que le dije: "¡La que hemos liado!". No es el partido más bonito que he visto.  

—La puntuación fue muy baja (50-51). 
Pero respondimos a cada movimiento del entrenador francés. Resultó un Europeo increíble con un grupo de jugadoras fantástico. Iris Junio, Paula Ginzo, una capitana descomunal... Todo fluyó tan bien y mucho del mérito fue de la dirección de Miguel Méndez. No es casualidad que esté en el Ekaterimburgo.  

Anna Boleda ha sido homenajeado en el descanso como máxima anotadora histórica de Liga Femenina 2. ¿Qué papel tiene en el equipo?
Ha sido un gesto muy bonito y merecido para una carrera brillante. Todos los homenajes que le hagan serán insuficientes. Creo que en una entrevista contigo Anna Boleda comentó que éste sería su último año. Sinceramente, está jugando tan bien que tengo mis dudas sobre su retirada. Anna Boleda me parece un ejemplo para las jóvenes: se lesionó con 36 años, estuvo todo el año parada y se ha puesto en forma. Tiene compañeras que podrían ser sus hijas y cumple como una campeona. En el Avilés, donde estuvo cinco temporadas, le hacen un homenaje cada temporada... Por algo será. Cuando tengo que fichar a jugadora, me gusta fijarme en si hace raíces en los sitios. En mi caso, tengo 39 años, llevo entrenando desde los 16 y es la primera vez que no entreno al Lima Horta Bàsquet o al AD Cortegada. No he necesitado pasar por muchos clubes. Creo que hay que creer en los proyectos. 

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