No era necesario. Fernando Alonso acababa de reabrir el Mundial, de lograr una tremenda victoria en el circuito de Nürburgring, en el santuario de Michael Schumacher. En el GP de Europa, bajo la lluvia, había superado a Felipe Massa a cinco vueltas para el final, y se ponía a dos puntos del líder, de su compañero Lewis Hamilton, noveno y por primera vez fuera del podio y sin puntos. No se controló el piloto español: se bajó del McLaren, hizo su ritual de festejos y se equivocó. Señaló la marca de su monoplaza, unos rasguños negros, fruto del choque involuntario con Massa. Reabrió la polémica.
"¿Ganas y te pones así?", le recriminó, incrédulo, el brasileño. Y Alonso se puso a celebrar su éxito, la 18ª victoria de su carrera, con la cámara. Una actitud más típica de un niño malcriado que de un bicampeón mundial. "Le pido disculpas, estaba demasiado nervioso", dijo Alonso. Ya tiene otro enemigo.
Golpe a sus rivales
"He disfrutado mucho. Me encantan este tipo de carreras sobre mojado. Me siento muy cómodo", explicaba Alonso, que sin duda se descargó de sus últimas frustraciones. Su tercer triunfo de la temporada fue el más decisivo: dobló a Hamilton, vio cómo Raikkonen abandonaba (por cuarta vez en cinco años en este circuito) y encolerizó a Massa -"Si Fernando no está contento, no es mi problema. En Barcelona pasó algo similar"-.
No se esperaba ganar Alonso cuando quedaban poco más de diez vueltas. Se conformaba con la segunda posición, tras Massa. O eso dijo en la rueda prensa. Porque en el trazado no dejó de presionar al brasileño, de poner a prueba su sangre fría. Dijo que tampoco quería que volviera a llover, aunque luego lo celebró. Era el toque de suerte que necesitaba.
Como siempre
Tenía que arriesgar y lo hizo Alonso. Como casi siempre. En Canadá su ambición en la salida le hizo perder puestos, y acabó séptimo, frustrado, tras Sato. Hoy, como tantas veces, le ha servido para ganar. Aunque también podría haberle valido para abandonar. Como Massa, a falta de ocho giros para el final, pasó por boxes para poner neumáticos intermedios. Y quiso salir tan rápido el español que casi se choca con su ex compañero en Renault Fisichella.
No se rindió Alonso. Es un especialista en mojado. Sabía que Massa aún sería más conservador. Volvió a intentarlo: sobrepasó al piloto brasileño en varias ocasiones, durante décimas. Parecía imposible. Hasta que en la 55ª se tocaron y el español le adelantó. Por fin. Una acción de genio que le valió para ganar por segunda vez en Alemania, algo que sólo había logrado su gran rival, Schumacher.
Entrega por fascículos
La carrera fue una entrega por fascículos. En el primero, Massa superó a Alonso en la salida, Raikkonen conservó la primera plaza y Hamilton, tras su gran accidente de ayer, se puso cuarto, adelantó seis plazas. Pero perdió el premio tan rápido como lo consiguió: bajó a la novena posición.
En el segundo, Raikkonen hizo un amago de entrar en el pit lane para poner neumáticos de lluvia (lo haría Massa al final) y perdió varios segundos. No le iban mejor las cosas a otros seis pilotos. Uno a uno, Hamilton incluido, se salieron en la misma curva. Aunque el británico, con vuelta perdida, pudo reincorporarse a la carrera con la ayuda de la grúa. Algo que no es habitual, pero sí legal (el coche puede recibir la ayuda de los asistentes de pista si el motor está en marcha, como era el caso). Apareció el coche de seguridad y poco después, la bandera roja. La prueba se interrumpió 22 minutos.
La lluvia había hecho una curiosa selección. El líder era un Spyker, el del debutante Marcus Winkelhock, que tenía más de 30 segundos sobre sus dos perseguidores, Massa y Alonso. Ver para creer. Y empezó el tercer fascículo, con Massa y Alonso ya en cabeza, Hamilton recolocado en la última posición, y con el abandono de Raikkonen poco después, cuando ya no llovía. La última entrega se inició con el líder doblado por su compañero y el brasileño y acabó con la acción genial de Alonso. Lástima que después actuara como un adolescente.
3 comentarios :
La actitud de Alonso fue claramente la de alguien muy nervioso.Massa no le dejó pasar, y cuando Alonso se coló no había sitio para los dos y la siguiente curva venía muy seguida, era la opción de Massa, que si hubiera querido echarla se hubiera colado en la siguiente curvva.
Bien haría de cambiar su imagen. Tiene la fama de campeón irascible, nunca será como Senna aunque se le compare. Es cierto que no ha protagonizado situaciones antideportivas, pero a este paso no tendrá ningún respeto de sus compañeros.
Bien Alonso dejando claro kien manda en la f1, kien se cree q es el massa ese que nunca ha ganado nada.
Alonso es el mejor, me parece perfecto su comentario contra Massa despues de la carrera. Espero que gane Alonso y se demuestre quien es el verdadero numero 1 de la F1. Encima el safety car apoyando al Hamilton, una verguenza.
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