lunes, 24 de marzo de 2008

Carrera hacia el caos del Barça ante el Cajasol (76-86)

Grimau, autor de 18 puntos, entra a canasta ante Ellis -EFE.


El Barça es un equipo caótico, ciertamente pasional y que se levanta tan rápido como se cae. "Nos recuperaremos", promete Xavi Pascual. Ése podría ser el lema de este equipo que en diez días empezará a jugarse su pase a la Final Four de Madrid ante el Maccabi. Visto el partido ante el Cajasol, la primera derrota en el Palau (76-86), repasada la temporada en general, parece un objetivo surrealista. El conjunto azulgrana volvió a demostrar ante el grupo de Manel Comas que juega con los ojos vendados, que si fallan las individualidades lo ha perdido casi todo. Esta vez incluso le falló la defensa y sólo jugó bien el final del segundo cuarto y el inicio del tercero. Un rendimiento muy por debajo del requerido para ganar a cualquier equipo de la Liga ACB y mucho menos para superar al Cajasol, que sorprende que esté luchando por continuar en la élite.

No aprovechó el Barça la oportunidad de alcanzar al DKV Joventut, que había perdido en Girona. Suerte tuvo después de que el Grupo Begar León ganase al Tau en Vitoria. Así que el nefasto partido ante el Cajasol fue menos malo para la clasificación, pero otro aviso de que el futuro más cercano es horrible. Roger Grimau, con 18 puntos, fue el máximo anotador de un equipo en el que a veces funcionaron los pívots y casi siempre nada. Como es tradición, el 3 alto, en este caso Michal Ignerski, planteó problemas (21 puntos con 3/5 en triples) y el ex jugador, en este caso Michael Kakiouzis, se exhibió (22 puntos y 32 de valoración).

Parcial inicial de 0-5

El comienzo fue un anticipo de cómo sería gran parte del encuentro: buen juego interior del Cajasol y triples sin oposición. Se adelantó 0-5 el conjunto de Manel Comas. Si el Barça empató a 9 y se puso 11-9 (a los 4'56'') fue más por un par de acciones de calidad de Pepe Sánchez (cinco puntos y seis asistencias) y por el oportunismo de Denis Marconato (14 puntos y seis rebotes). Ni rastro de sistemas ni de cuatro ideas claras.

El ataque del Barça no tenía un mínimo de coherencia. El equipo primaba lo complicado (no es nuevo), intentaba penetraciones en tres contra uno o tiros desde media distancia forzados. También fallaba las canastas fáciles. De hecho, si sobrevivió en el primer cuarto (17-18) fue a base de rebotes (ocho) y de recuperaciones (tres).

La actitud de Kasun

Era cuestión de tiempo que el Cajasol se distanciara. Lo hizo en el inicio del segundo período y
Mario Kasun fue, sin duda, uno de los culpables. Su actitud más que reprochable, es inadmisible. El pívot croata encarna a la perfección al típico niño de EGB que se enfada cuando falla un tiro o no captura el rebote y le da un manotazo al chaval que le arrebata la pelota. Esta vez Kasun cometió tres personales en los primeros cuatro minutos (su récord de Girona aún queda lejos). "Ha pasado por una operación... Necesita tiempo", zanjó Pascual. En dos años en el Palau pocas veces ha demostrado ser aquel pívot que se exhibió ante España en el Eurobasket de Belgrado.

Con Kasun como jugador menor y con la versión de la primera parte del año de Ersan Ilyasova, el conjunto sevillano cogió una renta importante (20-29, a los 14'30''). Era una ventaja basada en la efectividad de Elmer Bennett, eterno maestro, y la contundencia de Andrew Betts, eficaz bajo el aro, horrible desde la línea de personal (falló cinco de sus ocho tiros).

Otra vez Grimau


Reaccionó el Barça con el de casi siempre. Grimau parece estar obligado a ser el líder del equipo, el anotador, incluso el base. Se le exige todo, pero el capitán azulgrana hace lo que puede, que suele ser demasiado para tanta responsabilidad. Con un triple el escolta catalán inició un parcial de 19-7 en los últimos cinco minutos del período. Sánchez conectó a la perfección con Marconato y con Vázquez, que entre ambos habían anotado 16 puntos al descanso. El propio base argentino cerró la primera parte con una penetración (39-36).

Continuó jugando rápido y a la contra el Barça en la reanudación. Así que con Marconato, Vázquez y Grimau de nuevo como protagonistas el conjunto azulgrana obtuvo su mayor ventaja, nueve puntos (49-40, minuto 25). Respondió el Cajasol con Michalis Kakiouzis, un jugador despreciado por Ivanovic y Savic el año pasado. ¿Quién es el sustituto del ala-pívot griego? ¿Quién rebotea, asiste y selecciona tan bien los tiros? Nadie. Y Kakiouzis, muy aplaudido en su vuelta al Palau, demostró que no renovarle fue una tremenda equivocación. Anotó 11 puntos en el tercer cuatro (56-55, minuto 30).

Sigue empequeñecido Jaka Lakovic: tira menos que nunca y lo hace casi por obligación, sin convicción. No anotó hasta los 28'38'' y fue desde la línea de personal. Se animó en el último cuarto con una bomba y una penetración (63-66 a 5'54''). Pero ahí se acabó su progresión protestó a los árbitros y se ganó una técnica. Tyrone Ellis, el segundo jugador de la Liga que más minutos juega, no falló los dos tiros libres regalados e Ignerski -"en los entrenamientos las mete todas, da asco... por eso lo hemos renovado dos años", dijo Comas- con 11 puntos consecutivos sentenció el partido (75-85). El Barça hizo una carrera perfecta hacia el caos.

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