lunes, 21 de abril de 2008

El Barça supera a Unicaja en otro final estrambótico (68-67)

Ndong, que anotó 15 puntos, intenta superar a Ilyasova -EFE.

Una jugada esperpéntica, casi cómica, estuvo a punto de arruinar una buena actitud grupal en un partido caótico. Roger Grimau recibió la pelota desde la banda de Pepe Sánchez y, siguiendo las indicaciones de Xavi Pascual, se puso a zigzaguear sin remedio y a retroceder hasta su propia canasta. Lo que en el fútbol equivaldría a ponerse en el banderín de córner y proteger el balón con el cuerpo. La táctica rozaba el absurdo y no podía ser más cobarde. Salió mal: el capitán azulgrana resbaló y perdió el balón ante la incredulidad de Carlos Jiménez, que no había dejado de perseguirle. Cabezas tuvo la victoria en sus manos, pero hasta tres jugadores del Barça le impidieron lanzar. Así que el Barça volvió a ganar otro final estrambótico y logró ante Unicaja su quinto triunfo consecutivo en la Liga ACB. Aún sigue con posibilidades matemáticas, posiblemente no reales, de quitarle la segunda plaza de la fase regular al DKV Joventut.

"Es importante ganar cuando juegas mal y hoy lo hemos logrado. El primer cuarto ha sido el peor desde que entreno al equipo", reconoció Pascual. Su opinión no admitía discusiones: el equipo sólo anotó una canasta de Fran Vázquez en los primeros siete minutos (2-13) y se perdió ante la intensa y clásica defensa de Unicaja. Tampoco tenía rebote el Barça, que sólo capturó tres defensivos en el período inicial. Y, como siempre, el conjunto azulgrana parecía invitar a su rival a tirar desde 6'25. Es una jugada que desde hace tiempo no sabe (o no intenta, que es peor) defender. Así que entre Boniface Ndong, un portento de músculos y de colocación, y Marcus Haislip, un atleta tranquilo que no se altera demasiado, anotaron tres en el primer cuarto (8-17).

Personaje de drama

Hace semanas que Jaka Lakovic actúa como un jugador frustrado y peleado con su destino. Parece un personaje sacado de un drama: el base esloveno, que nunca se ha pensado demasiado lanzar, apenas tira. Mira la canasta, avanza unos metros, abre y la pasa a cualquier compañero. Ahora sería incapaz de jugarse triples en el último segundo como los de la temporada pasada en Murcia (un acierto que salvó a Dusko Ivanovic) o en Vitoria. Ahora Lakovic, el primero en celebrar la destitución del técnico montenegrino porque supuestamente le restaba libertad, se hace el sueco. ¿Es una reinvención de su juego o un puro despropósito? Esta vez el jugador internacional sólo anotó un triple (1/5 en tiros de campo).

Suerte tiene el Barça de contar con Pepe Sánchez. Hace tiempo que el presunto segundo base del equipo es fundamental. "Nos ha conducido hacia la victoria", resumió Pascual. El base argentino, que anotó 11 puntos y repartió dos asistencias, supo aparecer en los instantes decisivos con un par de triples.


Guión repetido

El partido tenía un guión parecido a los de Murcia y Menorca o al de en casa ante el Cajasol, la última derrota en Liga ACB. Los pívots rivales (entre Haislip, Ndong y Santiago anotaron 40 puntos) se imponían sin problemas y la respuesta del Barça era completamente discontinua. La defensa zonal, la excelente dirección de Sánchez y el trabajo de Ilyasova, que anotó 11 de sus 16 puntos en el segundo cuarto, reactivaron al equipo, que pasó de perder por 10-24 (a los 12'10'') a colocarse a tan sólo seis puntos (29-35) a falta de 50 segundos para el descanso. El ala-pívot turco se ha convertido en uno de los jugadores preferidos de Palau, que quiere que continúe el año que viene. Un reconocimiento que no tienen ni Alex Acker (sólo dos puntos, su prolongación fue un tremendo error) ni tampoco Gary Neal,pese a que esta vez parecía que haría por fin un gran encuentro: acumulaba cinco puntos en cinco minutos, pero en una acción fortuita se torció el tobillo derecho.

La jugada de siempre

La última jugada de la primera parte se está convirtiendo en clásica: Cabezas anotó al límite y sin oposición. El base malagueño sería el MVP de la Liga si jugase siempre contra el Barça. Es incomprensible cómo una vez tras otra el conjunto azulgrana se acongoja ante la misma jugada.

"Hay que correr. Tenemos que ir al contraataque", indicaba (o quizás exigía) Zoran Savic a Pascual cerca de la zona de prensa en el descanso. En el inicio de la segunda parte se jugó rápido y con la misma obsesión: hasta tres ataques seguidos concluyó Unicaja con ese tiro y no acertó. No lo desaprovechó el Barça, que con el trabajo bajo los aros de Ilyasova, los puntos de Gianluca Basile, que no había anotado en los dos primeros cuartos, y un triple de Sánchez se puso a tan sólo un punto (47-48 a los 28'46''). El propio Basile, desde la misma distancia, empató a 50 a los 29'48''.

Trias, decisivo

Como en Vitoria Jordi Trias acabó siendo decisivo. El ala-pívot catalán ha recuperado la confianza: le robó una pelota a Santiago y la jugada que acabó con otro triple de Sánchez (53-50 a 9'02'' del final). Trias también capturó un par de rebotes ofensivos decisivos. El último lo rentabilizó Grimau, que con una canasta igualó la máxima renta del Barça (63-57 a 4'31''). Respondió Berni Rodríguez con dos triples seguidos, que celebró como hace siempre: tocándose la oreja. Es un gesto dedicado a su novia que desagrada a algunos. A 1'15'' el escolta malagueño puso el 67-64 y, a 50 segundos, Jiri Welsch (0/6 en tiros de campo), con dos tiros libres, el 68-67. Ilyasova se fue descalificado por faltas y se llevó la gran ovación de la noche.

Grimau y Marconato desperdiciaron una jugada sencilla. El pívot italiano, fundamental en los últimos minutos con cinco puntos y varios rebotes, no pudo controlar la asistencia del capitán azulgrana. Cabezas botó y botó, buscando la acción de siempre y se fue a la línea de personal. Falló el primer tiro y anotó el segundo. Entonces Grimau, fiel a las indicaciones de su entrenador, retrocedió e intentó perder tiempo. El resbalón del jugador fue tan cómico como anecdótico: Cabezas ni tan sólo pudo lanzar en la última posesión.

No hay comentarios :