Revivió Casey Stoner las sensaciones del año pasado, cuando ganaba prácticamente en la salida. El actual campeón dominó el GP de Gran Bretaña de principio a fin y nadie amenazó en ningún momento su primera posición, que se había ganado con una pole estratosférica. "Después de Barcelona mejoramos la puesta a punto de la Ducati. ¿Es posible la remontada? Lo único que puedo hacer es ganar el máximo número posible de puntos", comentó el piloto australiano que, pese a lograr su segundo triunfo del año, sigue teniendo demasiado lejos el liderato. Stoner suma 117 puntos, hasta 48 menos que el año pasado a estas alturas (ya acumulaba cinco triunfos), 45 menos que Valentino Rossi (segundo en Donington Park) y 36 que Dani Pedrosa (tercero).
Le ha costado a Ducati evolucionar lo suficiente para tener un nivel competitivo ante Yamaha y Honda. En invierno el equipo italiano se había centrado en mejorar la aceleración y en hacer que la máquina fuese más fácil de maniobrar en las curvas. Pronto se demostró que las mejoras no eran suficientes, porque hasta ahora Ducati, con Stoner como reclamo, tan sólo había sido superior en el debut del Mundial en Qatar, en la primera carrera nocturna de la historia. Desde entonces el actual campeón no había tenido opciones de volver a ganar una carrera, había sumado dos terceros puestos (China y Catalunya) y un segundo (Italia) y tres pilotos se habían repartido los triunfos: Rossi (3), Pedrosa (2) y Lorenzo (1).
Otros alicientes
Con Stoner corriendo en solitario la carrera se centró en todo lo que pasaba detrás, que tampoco fue demasiado. James Toseland se cayó otra vez y Jorge Lorenzo, que salía penúltimo, recuperó hasta siete plazas en la primera vuelta. El piloto balear parece no tener límites ni de pilotaje -"hay que intentarlo, ser positivo y estar alegre"- ni de exigencia -"mando un saludo a la afición por apoyarme aunque las cosas vayan mal". A falta de seis vueltas, Lorenzo se metía por dentro y superaba a Chris Vermeulen. Ya era séptimo. Un giro después superaría por el interior a Nicky Hayden, logrando así la sexta posición con la que concluiría el GP de Gran Bretaña.
El nuevo duelo entre Rossi y Pedrosa se decantó esta vez a favor del heptacampeón. Un par de veces, ambas en la salida del carril de pit lane, adelantó el piloto catalán a Il Dottore, que no tardó en responderle. Lo hizo con suficiencia, aprovechando la apurada de frenada. "El tercer puesto es bueno después del fin de semana que hemos tenido. Hay que solucionar los problemas para Assen", decía, enfadado, Pedrosa, que criticó, otra vez más, el rendimiento de sus neumáticos y confesó no haberse sentido cómodo con los cambios de dirección.
Le ha costado a Ducati evolucionar lo suficiente para tener un nivel competitivo ante Yamaha y Honda. En invierno el equipo italiano se había centrado en mejorar la aceleración y en hacer que la máquina fuese más fácil de maniobrar en las curvas. Pronto se demostró que las mejoras no eran suficientes, porque hasta ahora Ducati, con Stoner como reclamo, tan sólo había sido superior en el debut del Mundial en Qatar, en la primera carrera nocturna de la historia. Desde entonces el actual campeón no había tenido opciones de volver a ganar una carrera, había sumado dos terceros puestos (China y Catalunya) y un segundo (Italia) y tres pilotos se habían repartido los triunfos: Rossi (3), Pedrosa (2) y Lorenzo (1).
Otros alicientes
Con Stoner corriendo en solitario la carrera se centró en todo lo que pasaba detrás, que tampoco fue demasiado. James Toseland se cayó otra vez y Jorge Lorenzo, que salía penúltimo, recuperó hasta siete plazas en la primera vuelta. El piloto balear parece no tener límites ni de pilotaje -"hay que intentarlo, ser positivo y estar alegre"- ni de exigencia -"mando un saludo a la afición por apoyarme aunque las cosas vayan mal". A falta de seis vueltas, Lorenzo se metía por dentro y superaba a Chris Vermeulen. Ya era séptimo. Un giro después superaría por el interior a Nicky Hayden, logrando así la sexta posición con la que concluiría el GP de Gran Bretaña.
El nuevo duelo entre Rossi y Pedrosa se decantó esta vez a favor del heptacampeón. Un par de veces, ambas en la salida del carril de pit lane, adelantó el piloto catalán a Il Dottore, que no tardó en responderle. Lo hizo con suficiencia, aprovechando la apurada de frenada. "El tercer puesto es bueno después del fin de semana que hemos tenido. Hay que solucionar los problemas para Assen", decía, enfadado, Pedrosa, que criticó, otra vez más, el rendimiento de sus neumáticos y confesó no haberse sentido cómodo con los cambios de dirección.
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