lunes, 10 de noviembre de 2008

Del Piero, un genio de ida y vuelta


Del Piero celebra uno de sus dos tantos en el Bernabéu -EFE.

Dos partidos ante el Madrid y tres goles le han bastado para recuperar su lugar entre los mejores. Lo ocupa pese a no tener la velocidad y la energía de antes porque la genialidad no necesariamente exige filigranas, regates imposibles y goles a lo Ronaldo. Alessandro Del Piero (Conegliano, Veneto, Italia, 1974) siempre fue un especialista a balón parado. Con esa propuesta se convirtió en una estrella mundial y con ese repertorio desnudó el miércoles las carencias del conjunto de Bernd Schuster y se ganó la ovación del Santiago Bernabéu, algo que sólo habían logrado como visitantes figuras como Maradona y Ronaldinho. “Uno vive para noches como ésta”, reconoció del Piero, al que sus detractores han jubilado tantas y tantas veces. Ataques que el jugador se ha tomado como el mejor incentivo posible para volver con más fuerza. El domingo, en el día de su 34º aniversario, envió a la escuadra una falta en la victoria del Juventus ante el Chievo (0-2). Un gran premio para ratificar su regreso a la élite.


Del Piero es un tipo extraño en tiempos de intercambio de cromos, fichajes millonarios y futbolistas que besan diferentes escudos con exacta pasión. Ale es un hombre de club que pese a las numerosas ofertas que ha recibido a lo largo de su carrera nunca se ha planteado irse del equipo en el que debutó en la Serie A. Ni tan siquiera cuando la Juve descendió a la Serie B en julio de 2006 por amañar partidos. “Quedarme fue una decisión personal”, zanja el jugador, que añade que no podía irse después de todo lo que le había dado el club. Un concepto romántico del fútbol como compromiso y lealtad a unos colores que acabará desapareciendo con su retirada y las de Raúl o Puyol.

'Ale' sostiene la comiseta conmemorativa del retorno a la serie A.

Icono de la Champions
Cualquier resumen histórico de la Champions debe incluir necesariamente referencias a Del Piero, que ha jugado cuatro finales (1996, 1997, 1998 y 2003) y ha ganado una ante el Ajax (1996). El capitán de la Juve es, además, el sexto realizador del torneo con 41 goles (42 si contamos el que anotó este año en la previa ante el Artmedia). Una cifra que le acerca a Inzaghi (42 y 4 más en fases previas) y a Henry (45). Raúl es el mejor en este aspecto con 61 (56 y tres más en fases anteriores lleva su compañero van Nistelrooy). Este curso Del Piero comparte el honor junto a Messi, Berbatov y Gerrard de ser el máximo goleador del campeonato en la fase de grupos con cuatro goles en otros tantos partidos
 
Defiende Del Piero la técnica sobre el físico, el gran reclamo del fútbol actual, y sostiene que los mejores jugadores de la historia fueron siempre técnicos. Antepone la precisión a la fuerza en sus tiros, la sutileza al pepinazo sin sentido. Ale no responde al perfil de futbolista que construye su discurso con tópicos y necesita una cantidad importante de monosílabos y muletillas para seguir hablando. Siempre ha tenido inquietudes, como el cine y la música. Su regalo preferido es un disco (en casa tiene más de mil y se declara seguidor de U2) y disfruta con las películas de sus dos actores preferidos, Robert de Niro y Al Pacino. El capitán del Juventus ha encontrado en el golf una disciplina para relajarse y mejorar en el campo. Un deporte que, según aprecia, le exige golpear la pelota de un modo determinado, con un sensibilidad especial, y con el palo adecuado.

Del Piero levanta, eufórico, la Champions de 1996.

Monumento de sí mismo”
Es un monumento de sí mismo”, sostiene el periodista de El País Enric González, uno de los mayores expertos del fútbol italiano. En un artículo titulado El mejor futbolista de Italia González justifica dicha apreciación recordando qué hizo el jugador en 2003 renovó su contrato con la Vecchia Signora por cinco años más. Las condiciones (5'6 millones de euros por curso más 2'3 por derechos de imagen) fueron óptimas y Ale quiso celebrarlo comprando una página de publicidad en La Gazzetta dello Sport para anunciar la noticia. El titular del anuncio era simpático y original: “Un caballero no abandona nunca a una dama”. En octubre de 2007 Del Piero renovó por la Juve hasta el verano de 2010. Dice que le atraería jugar en la Premier y se rumorea que le tientan desde la MLS, la Liga estadounidense.

Pese a sus logros individuales y colectivos Del Piero nunca ha ganado el Balón de Oro. El jugador asegura que el año que más cerca estuvo de lograrlo fue en 1996, cuando logró la Champions en su debut en la competición ante el Ajax en el Olímpico de Roma (1-1 y victoria en los penaltis) y la Copa Intercontinental ante River Plate. Sin embargo, el galardón recaería en el defensa alemán Mathias Sammer, campeón de la Bundesliga con el Borussia Dortmund y de la Eurocopa de Inglaterra, Ale en la que sólo jugó el primer partido (2-1 ante Rusia) y sufrió desde el banquillo la humillante eliminación en la fase de grupos.

El capitán de la Juve, en el momento de lanzar una falta ante el Chievo. Es su último gol. -EFE
Su peor año
Los dos cursos siguientes Del Piero y su Juve también alcanzaron la final de la Champions: en 1997 perdieron contra pronóstico ante el Borussia (3-1) y en 1998 ante el Real Madrid (1-0) con un gol de Mijatovic. “Marcó en fuera de juego”, lamenta todavía el capitán del Juventus, que califica que aquel año fue el peor de su carrera. Confiesa que después de aquella final empezó a encontrarse mal y tampoco se sintió bien un mes después en el Mundial de Francia, en el que la combinado azzurro cayó en los penaltis ante la anfitriona. El buen torneo de Vieri (5 goles) y Roberto Baggio no había sido suficiente. Aquel curso Del Piero aún tendría que afrontar dos momentos claves en su carrera: el primero, las acusaciones del entonces técnico de la Roma, Zdenek Zeman, que aseguró que el jugador se dopó para conseguir ganar músculo rápido; el segundo, una grave lesión en noviembre de 1998 en los ligamentos cruzados anteriores y posteriores ante el Udinese. Estuvo nueve meses inactivo. Volvería en agosto de 1999 ante el FC Hansa Rostock en la Copa Intertoto (5-1) con el cuerpo cambiado y más lento.

Con Del Piero lejos de sus mejores condiciones, la Juve vio cómo en tres años Milan, Lazio y Roma se repartían el Scudetto. El retorno de Marcello Lippi reactivó al jugador, que volvería a parecerse al de antes de las lesiones y será clave en la consecución de dos Ligas (2002 y 2003). De nuevo se les resistirá la Champions, resuelta a favor del Milan en la tanda de penaltis.

Del Piero acabó el 1998 muy mal, con la peor lesión de su carrera.

Capello en la Juve
Muchos volverán a hablar de Del Piero como jugador acabado tras la Eurocopa de 2004, cuando llegó a la Juve Fabio Capello. El actual seleccionador de Inglaterra no contaba con él y exigió el fichaje de Zlatan Ibrahimovic. Con las ya famosas artimañas el Juventus será campeón del Scudetto. Del Piero anotará esa temporada 14 goles en 30 partidos, pero será sustituido en 28. Tendrá un rendimiento similar (12 goles en 33 partidos) el curso siguiente, el 2005-2006. Ambas cifras estarán empañadas siempre por el lamentable Caso Moggigate. 
 
Sin duda, Del Piero es uno de los grandes jugadores italianos de la historia, pero le costó demasiado consagrarse con su combinado. A los fracasos de la Eurocopa de 1996 y el Mundial de 1998 se añadió otro, el de la Eurocopa de Bélgica y Holanda de 2000. El jugador sólo fue titular en el último (e intrascendente) partido de la primera fase ante Suecia (anotó un gol) y en semifinales ante Holanda (0-0 y 3-1 en penaltis). En la final ante Francia Ale falló dos ocasiones muy claras y en el añadido empató el conjunto galo y forzó la prórroga. Un gol de oro de Trezeguet (1-2) convirtió a Del Piero en el gran culpable de la derrota. La prensa lo tuvo claro.

Del Piero celebra un gol.
Campeón del mundo
Dos años después, en el Mundial de Corea y Japón, casi nadie le culpó de la eliminación de Italia en octavos ante Corea del Sur (2-1), en su único partido como titular. Prensa y aficionados criticaron a los colegiados, que expulsaron injustamente a Totti y anularon un gol legal a Tommasi. En 2004 sí salió en el once inicial en los tres partidos de su selección en la Eurocopa de 2004 celebrada en Portugal, pero Italia quedó tercera de grupo tras Suecia y Dinamarca y con los mismos puntos (5). Su esperada consagración con la selección no llegaría hasta 2006 tras ganar el Mundial de Alemania. Del Piero marcó su penalti de la tanda en la final ante Francia (1-1 en el tiempo reglamentario) y anotó un golazo ante la anfitriona en semifinales, en la prórroga (0-2). Del Piero, por fin, tenía su rincón en la prestigiosa historia de la azzurra. Y este verano Roberto Donadoni se vio obligado a convocarle para la Eurocopa de Austria y Suiza por presión social y sus números. ¿Se merecía no jugar el máximo goleador del Scudetto? Italia caería en cuartos de final ante España en los penaltis.

En Italia a Del Piero se le conoce como Pinturicchio, apodo del pintor renacentista Bernardino di Betto, que apostaba por decorados ricos y colores vivos. Giovanni Agnelli, ex patrón del Juventus fallecido en 2003, vio en el jugador las mismas cualidades. Observó que el jugador ofrecía sutileza y espontaneidad en un grupo ordenado y cuadriculado como la Juve. Unas cualidades que nunca habría podido explotar si le hubiese hecho a Bruna, su madre, que le sobreprotegió de pequeño y le obligaba a jugar de portero en el equipo de su ciudad natal, el AC San Vendemiano. No quería que su nene se hiciese daño. Afortunadamente Stefano, el hermano mayor, convenció a Alessandro de que tenía talento con los pies, y le aconsejó que jugase arriba, en ataque. Así lo hizo y en 1988 fue decubierto por un cazatalentos, que lo recomendó al Calcio Padova, de Serie B.

'Ale' levanta la Copa del mundo en Alemania, en 2006.
Como todos cuando somos pequeños Del Piero se planteó varios oficios. Cerró los ojos y se vio trabajando de camarero (para conocer mundo), cocinero (para comer exclusivamente aquello que le gustase) y electricista (porque le atraía el oficio de su padre). Acabó como jugador de fútbol, como también soñaban sus tres mejores amigos de la infancia, Pierpaolo, Giovanni-Paolo y Nelso, con los que que jugaba en un pequeño campo con iluminación artificial que le construyó su padre. En casa intentaba apagar el interrumpor de la luz con una pelota de tenis. Confiesa que siempre fue juventino y que su ídolo fue Platini
 
Del Piero es un intermitente natural al que le han dado por muerto 35 veces”, sostiene el prestigioso cronista de La Repubblica Gianni Mura, que asegura que el jugador no lleva una vida de estrella y jamás protesta en la prensa. Ni tan siquiera cuando tiene problemas con el entrenador. No es éste el caso ahora. Su relación con Ranieri es buena y su rendimiento es incuestionable. Del Piero ha vuelto a hacerse un hueco entre los mejores. No hay duda: es un genio de ida y vuelta.

1 comentario :

Dani Navedo dijo...

Del Piero es simplemente un genio que te resuelve un partido por muy atascado que estea.

Se merece este homenaje y mucho más.

Un saludo!!

El fútbol es injusto