Siempre se ha cuestionado su individualismo, tanto cuando convivía con estrellas como Dejan Bodiroga o Sarunas Jasikevicius como cuando se quedó como principal emblema durante los dos primeros años de Dusko Ivanovic. Agobiado y con la ilusión de cumplir el sueño por el que tanto había luchado, Juan Carlos Navarro (Sant Feliu de Llobregat, Barcelona, 1980) se fue a la NBA cobrando menos. El idioma y la acumulación de tantos viajes y partidos (además de una oferta irrechazable) hicieron que el jugador volviese al Barça por todo lo alto. Un retorno que el club está rentabilizando tras un inicio más bien discreto. Palabras mayores fue su partido, partidazo, de cuartos de final de la Copa del Rey ante el Real Madrid (75-83), al que acribilló a triples (6/8) y ante el que se mostró como jugador de equipo repartiendo 10 asistencias. El escolta catalán acabó con 28 puntos y 27 de valoración, su mejor registro en el torneo y en una pista, el Palacio de Vistalegre, que no le traía grandes recuerdos. Era el escenario en el que había perdido la final del Eurobásket ante Rusia y otra serie de cuartos de Copa ante el conjunto blanco. El Real Madrid no pudo rentabilizar el factor pista y perdió pese a su gran esfuerzo no pudo seguir el ritmo dictado por los azulgrana cuando Louis Bullock se quedó parado en 22 puntos. Sweet Lou no fue capaz de anotar en el último cuarto y el coraje de Felipe Reyes (16 puntos y nueve rebotes) y Axel Hervelle (10 puntos y también nueve rechaces) fueron insuficientes.
“Era inevitable pensar que ellos habían ganado los últimos cuatro partidos tras remontar grandes diferencias. Nos lo hicieron en la Euroliga, pero hemos sabido aprender de ese error”, recalcó Navarro, que se mostró “bastante bien físicamente y contento por haber ayudado a su equipo”. Lo hizo decisivamente en el último cuarto, que se inició con un ajustado 59-64 y que el escolta se encargó de resolver a base de triples y contraataques. Navarro logró 13 de sus 28 puntos en el período final .Su puño derecho levantado era la imagen del éxito. Al Barça le espera en semifinales el ganador del Tau-Pamesa Valencia.
Inicio demoledor
En el inicio el conjunto azulgrana dominó el tempo del partido a su antojo. Con la intensidad y seguridad exactas, sin excesos: en ataque sabía adaptarse a las circunstancias, a atacar en estático y salir al contraataque a la mínima opción que surgiese. En los puntos ganaba Ersan Ilyasova, que a los 5m09s ya llevaba siete (8-15). En defensa sobresalía especialmente a Navarro, hábil para hacer bloqueos y desplazar a sus defensores para habilitar al compañero mejor situado. No se notaba la ausencia de Gianluca Basile, que cedió su puesto a Lubos Barton. El checo anotó sus seis puntos en el primer cuarto, en el que el Barça llegó a meter ocho de sus primeros nueve lanzamientos y acabó con diez asistencias.
Si el Madrid consiguió reaccionar fue gracias a los dos únicos jugadores que tenían criterio cuando el Barça jugaba con calma y sin precipitación. No es nuevo: Reyes y Bullock eran sus apellidos. El escolta estadounidense sumaría seis puntos consecutivos y, ayudado por un triple de Sergi Llull (esta vez horrible con 1/8 en tiros de campo), redujo la desventaja (19-23, minuto 10). El grupo de Joan Plaza continuó opositando con un jugador que hace semanas intentó traspasar para repescar al turco Tunçeri. Si Pepe Sánchez sigue en la plantilla es porque la operación se truncó porque el argentino quería ir a equipos competitivos y el club no se lo permitió. Así que a Sánchez el partido (al menos el final del primer cuarto y el inicio del segundo) le sirvió para ratificar que los grandes jugadores, por lejos que estén de su mejor forma (como es el caso) no pierden la calidad nunca se pierde. Campeón del mundo y olímpico con su selección, es el jugador de las asistencias imposibles, como corroboró. Esta vez el principal beneficiado fue Tomas van den Spiegel, que igualó el encuentro (24-25 a los 12m28s) y anotó siete de sus diez puntos en la primera parte.
Triple de Sada
Impulsado por Navarro, por fin definido como anotador, el Barça supo cómo responder a la nueva situación. La Bomba anotó 10 tantos sumó en el segundo cuarto, en el que reapareció tras tres semanas lesionado Raül López, el jugador de las canastas improbables e imposibles. El público protestó mucho una acción del base catalán que tocó van der Spiegel dentro de tiempo y los árbitros invalidaron. Un triple de Víctor Sada (repartió ocho asistencias e hizo que nadie recordase que Jaka Lakovic es baja) amplió la distancia al descanso (38-44). El otro base del equipo, Andre Barrett, no tuvo la oportunidad esperada: sólo jugó tres minutos y perdió una pelota.
El conjunto azulgrana comenzó la segunda parte con la misma convicción que la primera. Con un parcial de 5-12 se puso con la máxima ventaja hasta entonces (43-56 a los 24m32s) e Ilyasova, de nuevo, como referente ofensivo. Incluso Basile anotaba con dos hombres defendiéndole y echándose para atrás. El balón tocó en el tablero y entró: triple.
Con y sin Navarro en pista el protagonista absoluto pasó a ser Bullock, que metió sus últimos 12 puntos en el tercer cuarto, dando un recital de cómo anotar (5/6 en tiros de dos hasta entonces). El conjunto blanco remontó (59-69, minuto 30) y ya no se desarbolaba ante cualquier finta. Sí lo hizo en cuanto Bullock dejó de anotar y Navarro lo hizo de forma compulsiva. Aunque a pesar de todo continuó intentándolo y se puso 71-79 a falta de 2m16s tras un triple de Mumbrú, pero Fran Vázquez (13 puntos y cinco rebotes) con dos acciones de veterano sentenció el partido. Navarro desde la línea de personal concretó su actuación en 28 puntos y se llevó la gran ovación de Vistalegre.
1 comentario :
Partidazo de Navarro! Del Tau-Barça del sábado saldrá el ganador de esta Copa.
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