Exigido por la propia supervivencia en el torneo en el que presenta mejores números, el Barça se reencontró ante el Tau, el rival que en los últimos tiempos había destapado su peor versión. El conjunto azulgrana ofreció una propuesta completamente opuesta a la que le había hecho encadenar hasta siete derrotas consecutivas ante los alaveses y pudo empatar la serie de cuartos de final de la Euroliga (85-62). Lo hizo con una suficiencia inesperada, encontrando el equilibrio perdido contra el Tau. Fran Vázquez y Ersan Ilyasova (14 y 16 puntos, respectivamente) dominaron la pintura sin dificultades y Juan Carlos Navarro (14) y Jaka Lakovic (17), el juego exterior. En los visitantes sólo Igor Rakocevic (18 puntos, 5/16) y Will McDonald (12, 5/14) fueron capaces de anotar más de siete puntos. Para llegar a la Final Four el Barça, que capturó 13 rebotes más que su rival (41 y 28), necesitará ganar al menos un partido en Vitoria y así forzar el quinto en el Palau. En el resto de cruces CSKA y Olympiacos están a un único triunfo de la capital alemana tras volver a vencer a Partizán (77-50) y Real Madrid (79-73), mientras que el Montepaschi Siena igualó la serie con su victoria a domicilio ante el Panathinaikos (79-84).
El primer paso del Barça para no repetir exacto guión que en los precedentes era no encajar un parcial contundente en los primeros minutos, 11-24 el martes, una desdicha que se había convertido en habitual contra el Tau. Muy concentrado y buscando más a sus pívots que en finalizar con triples sin sentido, el conjunto azulgrana no sólo no cedió, sino que se adelantó 21-17 (a los 7m49s) sacando provecho (por fin) de sus excelentes recursos en la pintura, los más completos del torneo según los expertos. Sobresalía Daniel Santiago, secundario de lujo ocasional durante el curso, por momentos defensor implacable de Tiago Splitter, que se iría al banquillo con dos personales y cinco puntos. El pívot brasileño no volvería a anotar y sería eliminado a 4m08s del final tras un manotazo al propio Santiago. Una reacción de impotencia.
Confianza e intensidad
Dijo Víctor Sada en la previa que el problema de su equipo ante el Tau en el primer partido de la eliminatoria fue más “mental” que táctico o físico, que ante equipos tan trabajados hay que estar concentrados los 40 minutos. El Barça reforzó su confianza y nunca se olvidó de la intensidad. Ni cuando encajó un parcial de 2-7 al final del primer cuarto, su único momento comprometido del partido, en el que Ilyasova lanzó un triple absurdo y Vázquez le hizo una falta a McDonald. Dos errores puntuales que los visitantes supieron rentabilizar para tener su última ventaja del partido (23-24 a los 9m42s).
Sorprendentemente Lakovic, titular esta vez, se imponía en su duelo particular con Pablo Prigioni, antagonista del jugador brillante y decisivo del martes. El argentino protestó más de lo que jugó (1/5 y sólo dos puntos y otras dos asistencias) e incluso se ganó una técnica en los últimos minutos del partido. Navarro no desaprovechó los tiros libres correspondientes. La Bomba fue el exponente del equilibrio del Barça. Esta vez no asumió toda la responsabilidad y fue una opción más en ataque. En el primer cuarto, por ejemplo, hizo jugar a su equipo repartiendo tres asistencias y en el segundo, con siete puntos, colaboró para llegar al descanso con 46-40 a favor. Un tanteo mínimo que no reflejaba bien las diferencias entre ambos equipos. Porque la réplica del Tau era puntual y dependía de su gran acierto desde 6’25 (6/10). El grupo de Dusko Ivanovic estaba desconcertado. Sólo capturó cinco rebotes en el segundo período y parecía ser un simple espectador de las penetraciones de Navarro y Grimau. No hacía personales en dichas situaciones, pero Splitter no se contendría para parar con infracción a Ilyasova, que capturó un rechace casi imposible. La capacidad de salto del ala-pívot turco y su trabajo son excelentes. Cuando consiga ser un jugador regular será el mejor 4 de Europa.
Rebotes ofensivos
El Barça había llegado a los vestuarios con ventaja, algo que no había logrado en los últimos siete partidos ante el Tau. Y tampoco esta vez se desarboló en el tercer cuarto, sino que lo aprovechó para asegurar el triunfo con los rebotes (¡cinco ofensivos!) y con la defensa como principales argumentos. Entre Ilyasova, Basile y Vázquez cogió 13 puntos de margen (60-47 a los 28m35s) y dejó al grupo de Dusko Ivanovic en tan sólo siete puntos, los cinco primeros de Pete Mickeal, inédito hasta entonces.
Sólo una réplica extraordinaria del Tau podía cambiar el curso del partido. Pero el Barça, escarmentado por la remontada del Real Madrid en Vistalegre, no se dejó sorprender. No bajó su intensidad y empezó a mejorar sus ventajas, hasta el máximo de 27 puntos (85-58 a 2m09s). El conjunto azulgrana había ofrecido una respuesta sensacional ante su peor rival y su camino a Berlín pasa por un triunfo en Vitoria. “Es el primer partido que jugamos contra ellos a nuestro nivel y les hemos ganado”, resaltó Grimau.
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