La primera victoria de Webber confirma la nueva igualdad del Mundial

Vettel y Webber celebran el tercer podio para Red Bull -EFE.

Lo proclamó a los cuatro vientos y con la vehemencia de un líder espiritual. Hace unos días Jenson Button se atrevió a asegurar que es el mejor piloto de la historia pese a que nunca ha ganado un Mundial. Se puso por delante de mitos como Michael Schumacher, Ayrton Senna o Juan Manuel Fangio. La desfachatez sólo podía ser aceptable en un gag televisivo en el que se ridiculizase al propio Button, crecido con sus seis victorias en las primeras ocho carreras disputadas y la tremenda superioridad de Brawn GP sobre el resto. Sólo Red Bull, con Sebastian Vettel como principal reclamo, habían sido capaces de impedir un monólogo casi absoluto de Button y la escudería de Ross Brawn. Tras lo visto en el GP de Alemania (y también en el anterior, el GP Bretaña) las diferencias entre los equipos se han equilibrado y Red Bull, que logró el tercer doblete del curso, Ferrari, McLaren e incluso Renault han dado un gran paso adelante. Button debería replantearse su discurso, pues en Nurburgring vio cómo Fernando Alonso (séptimo) rodaba cerca de los Brawn GP, lejos del podio como en Silverstone. La primera victoria de Mark Webber (Queanbeyan, NSW, Australia, 1976) confirma la nueva igualdad del Mundial. Le acompañaron en el podio su compañero Vettel, segundo, y Felipe Massa, tercero. Nico Rosberg finalizó cuarto, justo por delante de Button y Rubens Barrichello.

“Desde Silverstone (donde fue segundo tras Vettel) pensé que podía conseguir un buen resultado, pero sobre todo me lo imaginé desde que logré la pole”, explicó Webber, cuya victoria premia una trayectoria deportiva de altibajos y una carrera muy difícil, ya que fue sancionado con un drive through por tocar a Barrichello en una salida caótica. “No es normal que haga estas cosas. No pongo pegas al castigo”, añadió el australiano, que se perdió varias semanas de pretemporada tras el grave accidente que sufrió a finales de noviembre mientras participaba en su propia carrera benéfica (el Mark Webber Pure Tasmania Challenge). Webber fue golpeado por un coche mientras montaba en una mountain bike, una de las tres especialidades de la competición, además del kayak y el trekking. Fue trasladado al hospital en helicóptero y, afortunadamente, sólo se rompió la pierna derecha. “No he podido ayudar lo que me hubiese gustado los meses previos a la temporada, pero Vettel ya demostró con su trabajo que el coche iba bien”, agradeció este aficionado a Oasis y U2 que se traga cualquier programa deportivo que echen por la televisión.

21 puntos de desventaja

La evolución de los Red Bull es incuestionable. Adrian Newey ha montado un RB5 ganador que aún podría dar sorpresas a Button. Vettel ya es segundo del líder tras solventar una mala salida, superado por los pilotos con KERS (Ferrari y McLaren) y en la que se centró en “no tocarme con nadie para no dañar el alerón delantero”. El heredero de Schumacher, que reconoció que Webber era “inalcanzable”, cuenta con 47 puntos, sólo 21 menos que el líder, mientras que el propio Webber se coloca tercero (45’5) por delante de Barrichello (44).

Sólo la estrategia en el pit stop permitió a Vettel adelantar a un combativo Massa, que corroboró que Ferrari vuelve a parecerse a lo que fue. El piloto brasileño parecía un niño con zapatos nuevos: “Añoraba las ruedas de prensa y subir al podio. Esto nos ayudará a mantener motivada a la gente del equipo para buscar buenos resultados”. Massa no subía al cajón desde la última prueba del curso pasado, el GP de Brasil, cuando perdió el Mundial en la última vuelta pese a ganar la carrera. El triunfador acabó siendo Lewis Hamilton, que está completando la peor temporada para un campeón desde 1998. Esta vez el corredor de McLaren acabó 18º y con una vuelta perdida tras pinchar una rueda en el inicio. Hamilton fue líder por unos segundos en la primera curva, pero se salió del trazado y fue adelantado por varios pilotos. Al menos acabó, algo que no logró Kimi Raikkonen, que abandonó a falta de 25 giros –“así son las cosas… El coche iba más o menos bien”–, y, según TV3, habría sido ofrecido a equipos como Red Bull, McLaren y Brawn GP. Los periódicos italianos aseguran –como cada año– que Alonso será su sustituto en Ferrari y que ya ha firmado un acuerdo.

Al bicampeón le aburren los rumores sobre su futuro y hasta ahora también le carcomía hablar de puntuar, pero tras el GP de Alemania Alonso se atreve a ser más optimista: “Empezamos a encontrar la dirección adecuada. Confío en poder estar entre los cinco primeros y lograr algún podio”. El piloto de Renault, que confesó que se le rompió el embrague en la vuelta de formación, se congratuló de “haber podido luchar con los Brawn” y de que por fin las mejoras (entre otras, tapacubos, alerón delantero y motor nuevo) se hayan “traducido en buenas sensaciones”. El mejor contraste con Button: “La carrera ha sido un desastre desde el principio”. Empieza un nuevo Mundial más igualado y competitivo, y con un nuevo piloto en Hungría: Jaume Alguersuari. Con apenas 300 km como probador el catalán ocupará la plaza en Toro Rosso de Sebastien Bourdais, que abandonó de nuevo y no se tomó muy bien que le preguntaran si era su última prueba: “Dejadme de tocar los cojones. Tengo un contrato para lo que resta de temporada y voy a estar en el próximo GP”.