Pedrosa vuelve a ganar en EE UU

Pedrosa levanta el trofeo como ganador en Laguna Seca = EFE.

Los últimos meses han sido una verdadera pesadilla para Dani Pedrosa (Sabadell, Barcelona, 1985), cuestionado por su equipo y un verdadero imán para las lesiones desde su caída hace casi un año en el circuito alemán de Sachsenring. El 13 de julio de 2008 Pedrosa perdió el liderato del Mundial de MotoGP y acabó empotrado contra uno de los muros de protección. Un percance que no le permitiría correr la siguiente carrera en EE UU, precisamente el escenario donde esta vez ha podido romper con una trayectoria tan negativa. El piloto español y su equipo, Honda, no ganaban una prueba hacía 12 meses y 27 días, cuando lo lograron en Montmeló. “Menos mal… Por fin hemos ganado. Tanto yo como mi equipo hemos pasado una época muy difícil, hemos trabajado duro, pero los resultados no llegaban. Esta victoria tiene un sabor especial”, se sinceró Pedrosa ante las cámaras de TVE, tras lograr su séptima victoria en la máxima cilindrada y la 30ª de su carrera. El español es ya el segundo piloto en activo con más triunfos, sólo por detrás de Valentino Rossi (100), que a punto estuvo de birlarle la victoria en los últimos metros. Tercero fue Jorge Lorenzo, por primera vez en el curso infiltrado, dolorido por una dislocación parcial de la clavícula derecha y una fuerte contusión en el tobillo. El balear se queda a nueve puntos de Il Dottore y amplía a siete su distancia con respecto a Casey Stoner, cuarto en la carrera y tercero en el Mundial. Toni Elias logró una meritoria sexta plaza.

“Quiero dar las gracias a los médicos que me han curado durante este tiempo”, dedicó Pedrosa. Con los facultativos ha compartido muchas horas de recuperación y dolor. El pasado 2 de marzo se cayó en Qatar durante una sesión de pretemporada y llegó al debut del curso, también en el mismo escenario, mermado, pudiendo doblar la pierna 150º tras una dura recuperación en la piscina y sin poder ejercitarse como más le gusta: montando en bici.

Remontada de Lorenzo

El triunfo de Pedrosa, el primero de un piloto español en Laguna Seca, fue fiel al método que lleva al piloto a cruzar la línea de meta: una salida prodigiosa y un pilotaje arriesgado para conseguir una ventaja lo suficientemente amplia para administrarla, aunque esto último le falló esta vez por las propias carencias de la Honda, que inexplicablemente rodó muy lenta en la última vuelta. Pedrosa casi pierde lo ganado al principio, cuando saliendo desde la cuarta posición se puso primero. Justo lo contrario que lo que hizo Lorenzo, que de nuevo protagonizó un inicio horrible y bajó hasta la octava posición. Pero el piloto de Yamaha ya rodaba quinto en la segunda vuelta y cuarto en la sexta, tras la caída de Andrea Dovizioso justo antes de la recta hacia el Sacacorchos. Esta vez el tramo más famoso del Mundial no fue decisivo como en 2008.

No cedió Lorenzo en su apasionante duelo con Rossi por el Mundial y la carrera. Incluso llegó a superar a Il Dottore a falta de tres vueltas, en una acción muy comprometida -“entré demasiado pasado”- que hizo que la moto se tambalease y se colara. El balear, que bastante hizo con mantener en pie la máquina, reconoció su error. “Gracias a la clínica móvil, al Doctor Costa y a mi equipo he podido disputar la carrera”, quiso agradecer Lorenzo. Dedicatoria parecida realizó Stoner, aquejado desde hace semanas por un extraño virus estomacal que le hace acabar las carreras mareado y exhausto. El piloto de Ducati se trasladará a San Francisco para que le hagan las pruebas pertinentes para saber qué le ocurre realmente. Tampoco funciona demasiado bien su moto, que en el último tercio de la carrera se perdió en tierra de nadie: lejos de los tres primeros y con un colchón suficiente con Nicky Hayden.

“Ha sido una carrera increíble. Tuve problemas con el tren delantero en la primera parte de la prueba y después tuve que despertar ante el acoso de Lorenzo y casi supero a Pedrosa”, relató Rossi. Tras lograr en Assen el triunfo número 100 de su carrera Il Dottore logró otro registro en Laguna Seca: igualar las 158 carreras consecutivas en la máxima cilindrada de Alex Barros.