No hay nada más expresivo, duro y simbólico que el silencio, alejado de la artificiosidad del grito y el desprecio. Y es inaudito ver a un entrenador de básket pasarse el tiempo muerto inmóvil, el rostro serio y la mirada oculta. Bogdan Tanjevic llegó a enfadarse tanto por la actitud indolente y pasiva de sus jugadores que pasó de recriminarles a reprenderles sin decir nada. Tanjevic utilizó una táctica contundente con su Fenerbahçe (21 pérdidas), el peor equipo que ha pasado en mucho tiempo por el Palau en Euroliga, competición en la que el Barça, tras la derrota de Unicaja ante Partizán, es ya el único equipo invicto tras otro nuevo partido de homenaje: 89-55 y 117 de valoración. Resultó encuentro jugado con comodidad, sapiencia y la rotación vista como oportunidad y dosificación de esfuerzos después de una semana exigente tras las visitas a Málaga y Siena.
No necesita demasiado tiempo este Barça para descontrolar el partido y tiene los jugadores idóneos para lograrlo. Dos de ellos, Jaka Lakovic (14 puntos, como Fran Vázquez) y Roger Grimau (siete), consiguieron animar un partido de ataques exageradamente largos, poco pensados y peor resueltos. La pareja azulgrana cambió el ritmo y por fin puso velocidad y acierto donde hasta entonces sólo había habido desacierto y defensa, especialmente buena resultó la de Onan y Kinsey a Juan Carlos Navarro (11), al que, ante la imposibilidad de lanzar, no le quedaba más remedio que doblar pelotas sus compañeros, totalmente erráticos en el primer cuarto (15-6). Con Lakovic y Grimau como protagonistas el Barça se fue al descanso doblando en el marcador a su rival (42-21). El Fenerbahçe jugaba al contraataque, pero sus instantes más correctos coincidían con los despistes del Barça, que tardó 18m 30s en capturar su primer rebote ofensivo y 19m 10s en aplaudir la primera canasta de Navarro.
Pronóstico de Pesic
“Juan Carlos no ha hecho nada en la primera parte, pero en la segunda se va a salir”, pronosticó durante el descanso en el Canal 33 Svetislav Pesic. No se equivocó el único técnico que ha hecho campeón de la Euroliga al Barça y La Bomba, más libre por la lesión de Onan, sobresalió en el tercer cuarto e incluso anotó su triple número 300 en el torneo. Navarro supo conectar a la perfección con Vázquez, puro espectáculo en sus alley oops, en los que también contribuyó Ricky Rubio. El base no estuvo al nivel de sus compañeros y se quedó sin anotar en un partido en el ya había cometido dos personales a los 4m 30s.
Recién nombrado como MVP de noviembre, Pete Mickeal (12) volvió a demostrar su versatilidad imponiéndose en la zona ante torres como Asik, capaz de sobreponerse a un tarpón de Terence Morris para bajar a defender y colocarle un gorro al propio Mickeal. Una jugada de orgullo que no congenió con lo mostrado por el Fenerbahçe: pasotismo, anarquismo y únicamente con Greer (13) como anotador real. El ex NBA Giricek, ex compañero de Pau Gasol en Memphis, sólo empezó a aportar con todo sentenciado e incluso se apartó para no impedir un fabuloso mate a dos manos de Xavier Rabaseda. Tanjevic ni siquiera reaccionó. Ya se había desgañitado lo suficiente. Por eso había optado por el silencio en los dos últimos tiempos libres. En el penúltimo se lanzó con un flojo “Let’s go!” (¡Vamos!). Puede que fuese pura ironía, el complemento más cruel después de un silencio.
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