Prefiere no pensar en lo que ya hizo, quizás porque su carrera como jugador de baloncesto empezó por un rechazo. Esteban Batista (Montevideo, Uruguay, 1983) era portero de fútbol, un portero inmenso de más de dos metros (ahora mide 2’08), hasta que le dijeron que no volviese más. Una noticia desagradable que Batista, en plena adolescencia, intentó aparcar apuntándose a un equipo de baloncesto de barrio con unos amigos. Poco después sería descubierto por un aficionado y acabó firmando por el Club Atlético Welcome. El primer club profesional del primer uruguayo en jugar en la NBA. Todo un pionero que se declara admirador de Tim Duncan y que este curso ha debutado en la Liga ACB con el Ayuda en Acción Fuenlabrada. El pívot habló con Cronómetro de Récords.
– Cogiendo 18 rebotes más que el Barça la derrota [por 71-66] suena a oportunidad perdida.
Fue una oportunidad muy linda no una oportunidad perdida, porque es muy difícil venir [al Palau] y poder llevarse una victoria ante un rival tan complicado. Hicimos un buen partido, pero lamentablemente no ganamos. Aunque nos vamos contentos por cómo jugamos.
– Habías catalogado a vuestro rival como el mejor equipo de Europa, pero hoy [por el sábado 27] no lo ha demostrado.
Es un equipo que está disputando muchas cosas. Seguramente le debe costar un poco tener los marcadores al máximo en la ACB jugándose tanto en la Euroliga.
– ¿Qué os faltó?
Lo que faltaron fueron cinco (puntos). Teníamos que jugar un partido perfecto para poderles ganar en su cancha. Y conseguimos jugar un encuentro casi perfecto, pero al final, obviamente, cometimos algunos errores.
– Has cogido 15 rebotes…
Sí, pero el equipo perdió. No tuvimos tiros claros… Me voy un poco con el sabor amargo de haber estado tan cerca de haber ganado.
– ¿Cómo definirías la temporada del Fuenlabrada? Empezasteis líderes tras ganar los cuatro primeros y después llegó una racha nefasta de siete derrotas consecutivas con la destitución de Luis Guil y los problemas extradeportivos con Gerald [Fitch] de por medio.
Con Gerald no hubo nada. La verdad es que se habló demasiado, se dijo más de lo que fue. No hubo ningún tipo de problema con el entrenador que estaba. Todo eso son situaciones que probablemente afectan. Está siendo una temporada un poco rara, pero estamos tratando de buscar nuestro mejor nivel. Quedan siete partidos y tenemos que ganar uno para conseguir nuestro objetivo, que es la salvación. Hubiese sido muy lindo y muy redondo venir acá y ganarle al Barcelona, quedarnos tranquilamente en la ACB. Estuvimos cerca, hay que seguir trabajando.
- ¿Os perjudicaron los elogios?
Yo creo que no. Seguramente tuvimos un bajón. Creo en mis compañeros y en lo que hacemos. Nadie se pensó que éramos los Lakers. Ni antes éramos los Lakers ni ahora somos unos perros. Tenemos rachas y en ese momento vino la mala.
- ¿Cómo valoras tu primera temporada en ACB?
Viene siendo buena [tres veces MVP de la jornada; promedia 14’8 puntos y 8’7 rebotes], aunque depende de cómo termine el equipo y de si se cumplen los objetivos del club.
- Antes ya habías pasado dos etapas en España, en el Pozuelo [LEB 2, ahora Adecco Plata] y en el Aguas de Calpe [LEB, ahora Adecco Oro].
Fueron etapas de aprendizaje. Era un jugador muy joven y tenía que aprender muchísimo.
– Al Pozuelo llegaste cedido por el Madrid, que te fichó en 2003. ¿Te queda una espinita de no haber tenido un hueco con los blancos?
Todavía soy joven y la espinita que tenía era jugar en la NBA, y por fin lo conseguí.
– Aunque allí no jugaste demasiado [576 minutos repartidos en 70 partidos con los Atlanta Haws]. ¿Te has arrepentido alguna vez de haber ido?
Para nada.
– ¿Cambiarías algo de lo que has hecho?
Son las decisiones que tomé y ya está. Trato de divertirme y de aprender mucho de cada oportunidad.
– En su momento [2002] estuviste cerca de firmar por la Penya. Les gustaste en un campus de entrenamiento.
Pero ya te digo, si mi abuela tuviera alas, volaría, y no. Así que tomo las cosas como experiencias buenas que me han servido para aprender, crecer y caminar día a día.
– ¿Tu mejor temporada fue la del subcampeonato de la Euroliga con Maccabi?
Sí, juzgamos los objetivos creo que sí, pero ya te digo déjame tener 35 para hacer balance. Tengo 26 y me queda bastante…
– ¿Qué es lo que quieres mejorar más como jugador?
El tiro. Tener más consistencia en ese aspecto.
– ¿A quién te ha costado más defender?
A Shaquille O’Neal.
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