jueves, 11 de marzo de 2010

Factor cancha a favor y serie de cuartos contra el Madrid

Navarro mira al aro ante Bozic -EFE.


Como los estudiantes aplicados. El Barça concluyó el Top 16 como pretendía, con la recompensa más suculenta, el factor cancha a favor, tras ganar por 82-64 al Partizán, clasificado antes de jugar tras la derrota de Maroussi ante Panathinaikos (82-79). Ganaron los azulgrana al único equipo que ha conseguido vencerles este curso en Europa y se jugarán su plaza en la Final Four de París ante el Real Madrid. Una eliminatoria de cuartos de final impagable que fue posible por la inesperada derrota del conjunto de Messina en casa (64-66) ante el Maccabi y después de haber desperdiciado 16 puntos de ventaja y de una última acción precipitada de su mejor jugador, Llull (14). CSKA de Moscú–Caja Laboral, Maccabi Tel Aviv–Partizán y Olympiacos–Asseko Prokom serán los otros cruces de una Euroliga que volverá en dos semanas.


Le costó morder el partido al Barça (2-7 a los 3m 01s), pero en cuanto lo hizo actuó como un ciclón. Saben dominar el tempo de los partidos los azulgrana y disponen del talento y el físico necesario para hacer un estropicio en un santiamén. Una fortaleza que debilita a cualquier equipo y que domina como pocos Navarro (18 puntos). Después de unas últimas citas muy poco afortunadas, La Bomba se exhibió en un primer cuarto de guarismos extremos: nueve pérdidas de los visitantes por tres únicos rebotes de los locales. Y con unos números excelsos del jugador, 10 puntos con 3/4, 16 de valoración y cinco personales recibidas, algunas de las cuales de tres de los jugadores más decisivos del Partizán: Bozic, Vesely y Maric, que acumularon dos cada uno.


Sutileza y contundencia


Exigido por la buena defensa de los visitantes y por su propia precipitación, los azulgrana se retorcieron en el segundo cuarto, encogidos por Rasic (nueve puntos) y Roberts. De nuevo les desatascó Navarro, que a la sexta oportunidad anotó el primer triple del Barça. Una canasta que precedió a la tercera personal de La Bomba a los 18m 03s. Pascual le dio descanso forzado e hizo entrar a Basile (13 puntos). Con Basso se excedió el Barça: recuperó su ritmo habitual, ese juego casi de memoria y dejó una jugada maravillosa con una asistencia picada de Ricky sin mirar a Vázquez, que machacó a placer. Sutileza y contundencia para la pareja más decisiva de la Copa del Rey de Bilbao. Al descanso se llegarían con 36-30 y una polémica artificioso, porque por mucho que gesticulase Vusojevic, McCalleb había lanzado su canasta fuera de tiempo. Echaron a faltar los visitantes un referente en ataque, pues el más acertado fue Roberts –el del famoso palmeo final en Belgrado– con 14 puntos, pero sólo cuatro en la segunda parte.


Lo mejor del partido sucedió con Basile en pista, que alcanzaría los once puntos en el tercer cuarto con tres triples. A la contra y con la muñeca ajustada, el tirador italiano distanciaría definitivamente al Barça contribuyendo a un parcial de 12-0 (53-35 a los 26m 54s). El Palau le ovacionó cuando Pascual le relevó por Navarro, que llevaba diez minutos en el banquillo como un espectador, pero sin haber pasado por taquilla. Lo primero que hizo La Bomba sería enchufar un triple, la demostración de que cambiasen las piezas que se cambiasen, el equipo iba a seguir esa buena línea. Con otros dos tiros de tres de Grimau y Lakovic y una acción de Morris el Barça llegó a su máxima ventaja (69-47) con algo más de siete minutos por jugarse. No se relajó y acabó cumpliendo su propósito. Todo lo contrario que su próximo rival, el Real Madrid, que fue por delante hasta a falta de 1m 07s, cuando llegó el triple de Eidson (61-62). Prigioni fallaría la siguiente acción al límite y Jaric cometería su quinta personal sobre el propio Eidson, quien no desaprovecharía los tiros libres. Hansen sirvió de banda y Llull se equivocaría en su entrada, pero Hansen, a 13’3s empataría a 64. Sería el mismo ex jugador del Caja Laboral quien cometiese una falta absurda, a 4’3s sobre Anderson, que no erró desde la línea de personal. Confianza y seguridad que le faltaron al jugador de más carácter y liderazgo del Real Madrid. Llull hizo una asistencia larga que no pudo recoger Hansen. Perdió el Madrid, ganó el Barça. Habrá cuartos mediáticos.


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