domingo, 13 de junio de 2010

San Emeterio y Huertas exigen al Barça una remontada épica

Huertas intenta robarle la pelota a Basile -EFE.


Con la cara colorada por el esfuerzo, sin camiseta y una lata de Fanta naranja medío vacía en la mano Marcelinho Huertas atiende a los periodistas. Dice que no se pueden fiar por llevar un 0-2 en la final y que ese balance responde a que el Caja Laboral “algo habrá hecho bien” y no tanto “a que el Barça haya jugado mal”. Huertas asegura que no tienen miedo a perder, que no han preparado el cruce de forma especial y que ni mucho menos han cambiado su estrategia para anular a Ricky. Responde sin rodeos, hasta que llega el apunte de Cronómetro de Récords:

– A nivel individual, estás siendo decisivo en los últimos minutos.
– No quiero hablar a nivel individual –zanja el base brasileño. Y se va.

La actitud de Huertas no es un desdén, sino una forma un tanto brusca de decir que el mérito es de todo el Caja Laboral, vencedor también en el segundo partido por un ajustado 69-70, después de que Pau Ribas recogiese el intento de asistencia de Ricky Rubio desde la banda a 1’6 segundos y de que Fernando San Emeterio (19 puntos), el mejor del partido, hubiese cometido justo antes una antideportiva a Gianluca Basile para completar un parcial de 4-0 en los últimos 19’8 segundos. La reacción final del Barça no bastó para doblegar a los visitantes, que de nuevo jugaron mucho mejor la parte decisiva, con Huertas anotando nueve de sus 13 puntos en el último cuarto –y otro triple básico, esta vez a 2m 58s, 61-65–; siete aportó en dicho tramo San Emeterio. “¡Fernando selección! ¡Fernando selección!”, gritaba el vestuario visitante tras el partido. “Es un jugador que está en todas las facetas del juego”, le elogió Dusko Ivanovic en la rueda de prensa. Más serio estaba Xavi Pascual, consciente de que los azulgrana necesitarán tres victorias consecutivas para revalidar el título de Liga: “Nos lo plantemos como una Copa del Rey, con sus cuartos, sus semifinales y la final”. Una remontada que sería épica para un Barça en el que no funcionaron ni Ricky ni Juan Carlos Navarro, que se repartieron cuatro puntos. De nada le sirvió a los azulgrana dominar el rebote (36 por 28) presentando un pobre 5/21 en triples.

Splitter, bien defendido

En su intento por reencontrarse, el Barça empezó más certero y concentrado, advertido del encuentro anterior, en el que encajó un parcial inicial de 4-16. Así que entre Pete Mickeal (18 puntos) y Terence Morris (12), titular por Boniface Ndong, sostuvieron y empujaron a los azulgrana en la primera parte, cerrada a su favor por 38-33. Las sensaciones para los locales eran positivas y podían estar satisfechos de ver cuáles eran los números en ese momento del MVP de la fase regular: Tiago Splitter. Muy bien defendido, el pívot brasileño llevaba un rebote, dos asistencias, una falta personal y había fallado sus dos tiros. De hecho, Splitter no anotó hasta el último cuarto, a 9m 49s, empezando la remontada de su equipo, que había cedido por ocho (53-57 a los 53-45) tras uno de los dos triples en un minuto del incombustible Jaka Lakovic (10). El tercer cuarto resultó el más delicado para el Caja Laboral, empezado con lanzar tiros de tres, salvado de diferencias mayores por la versatilidad de San Emeterio. Ambos equipos jugaron durante un rato como si en vez de los segundos de posesión fuesen diez y no 24.

La segunda y última canasta de Splitter, que acabó con cuatro puntos, llegó tras un palmeo. El pívot brasileño capturó tres de sus tres rebotes en el último cuarto y el único ofensivo de su equipo. “En defensa ha sido uno de sus mejores partidos”, dijo sobre él Pau Ribas, quien se hizo con el intento de asistencia de Ricky, otra vez alejado de su mejor versión (seis puntos y dos rebotes). Brad Oleson puso el 65-70 a 17 seg., tras la quinta personal de Juan Carlos Navarro (cuatro puntos, 1/4), pero el Barça perseveró y a punto estuvo de darle la vuelta al marcador. “Lo mejor que tenemos es que nos venimos abajo si falla uno, el resto está ahí para ayudar”, disgregó Ribas. El mejor comentario de la tarde sobre la idea de equipo. La idea sobre la cual el Caja Laboral, con Huertas y San Emeterio como grandes directores, ha llegado al extremo de exigirle al Barça tres victorias consecutivas para volver a ser campeón.

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