Webber y Hamilton se mojan con champagne en el podio de Spa -EFE. |
No necesitó ni una bola mágica ni echar las cartas del tarot Fernando Alonso para pronosticar que uno o varios de los cinco pilotos que compiten por el título no iban a puntuar en el circuito Spa-Francorchamps. El piloto de Ferrari se basaba en su experiencia en un trazado con matices tan extravagantes como la Eau Rouge y en lo que ocurre casi siempre en el GP de Bélgica: reina el caos. Y acertó, pues como habían advertido los servicios meteorológicos llovió, aunque fuese a la carta, puntualmente y en unas zonas sí y otras no. Lo suficiente para que enloqueciese la carrera en el circuito más largo del calendario y varios monoplazas se saliesen del trazado en la primera vuelta, casi en fila india. Ahí, tan pronto, empezó el calvario para Alonso, envestido por el Williams de Rubens Barrichello. Consiguió llegar a boxes y remontar hasta la octava posición, pero en la 38ª vuelta cometió un error de pilotaje y su Ferrari se quedó en medio de la pista, inservible. El bicampeón, que se equivocó en exigir que el equipo preparase los reglajes sólo para lluvia, no puntuó como otros dos aspirantes: Sebastian Vettel, castigado con drive through por impactar con el lateral del McLaren de Jenson Button, obligado a abandonar. Sucesos que relanzan la candidatura al Mundial de Lewis Hamilton, que festejó su 14ª victoria en Bélgica para recuperar el liderato, y de su rival más regular hasta el momento, Mark Webber, empeñado en demostrar que tiene galones y talento para ser el primer. El australiano, segundo en la prueba –tercero fue Robert Kubica–, también ocupa la segunda mejor posición en la clasificación, situado a sólo cuatro puntos. A 41 está ya Alonso.
“Todo cambia rápido”, sintetizó Hamilton para recordar que con el nuevo sistema de puntuación las clasificaciones son muy provisionales: “Ganar el Mundial es una lotería”. El británico estuvo a punto de chocarse con los muros de protección, pero se salvó por centímetros. Tampoco fue decisivo el error de cambio de neumáticos inicial. Lo solventó con un pilotaje prodigioso, siendo muy superior al resto de pilotos en cuanto el coche de seguridad, que apareció por primera vez tras el desenlace en el GP número 300 de Rubinho–. Webber, con problemas en el embrague en la vuelta de formación, perdió seis plazas en la salida, después de salir con la pole, con lo que cumplió una estadística contundente en Spa-Francorchamps: en 13 de las últimas 16 ocasiones no ganó la carrera quien partió el primero. Y con la de Webber en particular, ya que sólo ha ganado dos de las cinco carreras en las que partió con el mejor tiempo. El australiano se benefició del fallo de su compañero Vettel, que perdió el control de su Red Bull, golpeó a Button y fue castigado para acabar 15º. Webber también tuvo suerte con otro incidente, menor, eso sí, de Kubica, que se llevó por delante a un mecánico en su parada en boxes. Un error que le hizo perder la segunda posición en beneficio de Webber. Cuarto, lejos de uno y otro, rodó y finalizó Felipe Massa, que llevaba los reglajes preparados para seco. Lo contrario que Alonso.
Otro rumor
Massa es uno de los implicados en un rumor del que se hizo eco TV3. Supuestamente Ferrari y Renault intercambiarían al brasileño por Kubica en 2011. Comentarios que no le habrán hecho ninguna gracia al brasileño, muy molesto con el equipo después de la pantomima de Alemania y que se sitúa sexto en la general, primero de los que no tienen opciones para ganar el Mundial a 32 puntos de Alonso. El asturiano no quiso comparecer ante los periodistas tras la carrera, un gesto lamentable para quienes informan de su trayectoria y para los propios aficionados. Alonso sólo habló en la rueda de prensa: "Independientemente del abandono hemos perdido dos puntos que tampoco servían para nada. Toda la carrera se decidió en la vuelta 1, donde perdimos todas las opciones".
Más facilidades dio Jaime Alguersuari. “Es la carrera más loca de mi vida”, soltó contento a nuestra compañero de la televisión catalana Laia Ferrer por haber sido 10º, antes de ser sancionado con 20 segundos y acabar 13º por adelantar a Luizzi tras pisar el piano. El italiano se llevó el último punto y Pedro Martínez de la Rosa ascendió al 11º puesto. Un gran resultado tiendo en cuanto que empezó el último en un escenario mítico que vivió las primeras victorias de mitos como Fangio o Michael Schumacher, convertido ahora en su regreso en un polemista más que en una alternativa de poder. Schumi concluyó séptimo, pero otra vez por debajo de su compañero Nico Rosberg, sexto. Hamilton cumplió con otra tradición: desde 1985 la victoria se la han repartido campeones del mundo salvo en dos ocasiones. Junto con Webber el británico se escapan, mientras que el resto de favoritos se aleja. Todo puede cambiar mucho: quedan 150 puntos en juego. Pero no hay lugar para más errores de bulto.
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