Tomizawa encara una curva en el GP de Qatar, prueba que ganó en abril -EFE. |
El reloj, digital, de agujas o de arena es el sistema más utilizado por el hombre para controlar el tiempo, que no deja de pasar. El reloj marca el inicio y el final de la vida. A las 14.20 horas se paró el corazón del motociclista Shoya Tomizawa, de 19 años, que no pudo superar las consecuencias (múltiples traumatismos en el cráneo, tórax, zona abdominal y hemorragias internas) de su caída en la parte más rápida del circuito de Missano y que las motos de Alex de Angelis y Scott Redding le pasasen por encima en la carrera de Moto2. “Era un chico simpatiquísimo y agradable. He visto el accidente, feo y grave, por televisión, pero esperaba que todo se quedase en lesiones”, se sinceró Valentino Rossi en Televisión Española, paralizado después de que Carmelo Ezpeleta, director de Dorna, le comunicase que Tomizawa había fallecido. “Era rápido y valiente en la pista, y fuera era muy gracioso. Han sido dos pilotos (Peter Lenz, de 13 años, falleció en Indianápolis) en una semana. Es un jarro de agua fría”, analizó Dani Pedrosa, eufórico en la línea de meta del GP de San Marino por haber logrado por primera vez en MotoGP su segundo triunfo consecutivo y alcanzar los cuatro en un curso. Destrozado tras conocer la noticia, como Jorge Lorenzo: “Es un día duro. El accidente que ha ocurrido eclipsa todo lo que ha sucedido ahora. Así que mejor no decir nada”. El líder fue segundo y ha visto cómo Pedrosa le ha recortado 14 puntos en las dos últimas pruebas. Rossi, en la prueba que le queda más cerca de casa y con la grada más amarilla, fue tercero. Lo máximo a lo que puede aspirar en su peor temporada, la única en la que se ha perdido carreras desde que debutase en el Mundial en 1996. Justo lo contrario que para el motociclismo español, que en una jornada tan trágica completó sus números globales más poderosos de siempre, otro triplete de victorias con siete podios: en 125cc (victoria de Marc Márquez, seguido por Nico Terol y Efren Vázquez), en Moto2, doblete con el cuarto triunfo consecutivo de Toni Elias y el segundo puesto de Julito Simón.
Como Rossi, Tomizawa empezó el curso ganando. Nacido en Shiba, el japonés quedará para siempre como el primer vencedor de Moto2. Tomizawa había debutado en su país, en el circuito de Motegi en 2008 y en la antigua 250cc, y estaba realizando una buena campaña, la mejor. Tras el accidente fue trasladado en UVI móvil al Hospital de Riccione, al que ya no llegó con vida: murió a las 14.20 horas. Veinte minutos más tarde de la hora que el reloj que Rossi llevaba dibujado en su casco: era hora de despertar en un curso donde sólo ha ganado una vez. Era el último de cuantos había utilizado en cada uno de los entrenamientos y siempre con las agujas marcando la hora exacta del inicio de la sesión. El año pasado ya había hecho algo en la misma línea, cuando después de la caída infantil en Indianápolis corrió también en Misano con un casco con un burro. Ganó y lo festejó poniéndose unas orejas del animal, riéndose de él mismo. Pero las tornas han cambiado en los últimos meses y Lorenzo y Pedrosa son los verdaderos protagonistas del Mundial. Rossi comprendió que sólo podía aspirar a la tercera plaza y consiguió el objetivo después de superar a Casey Stoner y defenderse del tenaz Andrea Dovizioso, cuarto. Álvaro Bautista finalizó octavo, una posición por encima de Héctor Barberá y tres con respecto a Aleix Espargaró.
El GP número 200 de Capirossi
Envestido por Nicky Hayden, Loris Capirossi sólo pudo trazar dos curvas en su carrera número doscientos en la máxima categoría, una cifra a la que sólo llegado Alex Barros. Una efemérides efímera, pero afortunada all fin y al cabo, porque no se hizo daño. Algo más, dos vueltas, necesitó Pedrosa para rebajar en casi dos décimas el récord de vuelta rápida de Rossi en el Autódromo Santa Mónica-Misano Adriático. Se escapaba el piloto de Honda de Lorenzo, al que se le acercaba Stoner. Giorgio marcó el mejor tiempo en la sexta vuelta y su principal rival le devolvió la moneda superándole en la siguiente, para rozar los tres segundos de margen, y sacarle hasta seis décimas en el noveno giro.
Con Pedrosa ampliando las diferencias en cabeza y Lorenzo acomodado en la segunda plaza, el atractivo era ver cómo se las iba a ingeniar Rossi para acabar ocupando la última plaza del cajón. Il Dottore lo consiguió en su primer intento, por el interior, pero se coló y Stoner recuperó el terreno. Como en su segundo intento, también fallido. Lo consiguió a la tercera y ganándole la posición en el interior de la curva, apurando como sabe. Lorenzo, por su parte, rodaba a más de cuatro segundos, aunque era complicado que el grupo de Rossi y Stoner, al que se les añadió Andrea Dovizioso, pudiera llegar a alcanzarle. Una tranquilidad para Lorenzo, que no podría alcanzar a Pedrosa, escapado a casi cinco segundos en el acuerdo. En las últimas vueltas el piloto de Honda rebajó sus números para asegurarse un triunfo que se le atragantó cuando le dieron la noticia de la muerte de Tomizawa: “Me he quedado helado”.
Como Rossi, Tomizawa empezó el curso ganando. Nacido en Shiba, el japonés quedará para siempre como el primer vencedor de Moto2. Tomizawa había debutado en su país, en el circuito de Motegi en 2008 y en la antigua 250cc, y estaba realizando una buena campaña, la mejor. Tras el accidente fue trasladado en UVI móvil al Hospital de Riccione, al que ya no llegó con vida: murió a las 14.20 horas. Veinte minutos más tarde de la hora que el reloj que Rossi llevaba dibujado en su casco: era hora de despertar en un curso donde sólo ha ganado una vez. Era el último de cuantos había utilizado en cada uno de los entrenamientos y siempre con las agujas marcando la hora exacta del inicio de la sesión. El año pasado ya había hecho algo en la misma línea, cuando después de la caída infantil en Indianápolis corrió también en Misano con un casco con un burro. Ganó y lo festejó poniéndose unas orejas del animal, riéndose de él mismo. Pero las tornas han cambiado en los últimos meses y Lorenzo y Pedrosa son los verdaderos protagonistas del Mundial. Rossi comprendió que sólo podía aspirar a la tercera plaza y consiguió el objetivo después de superar a Casey Stoner y defenderse del tenaz Andrea Dovizioso, cuarto. Álvaro Bautista finalizó octavo, una posición por encima de Héctor Barberá y tres con respecto a Aleix Espargaró.
El GP número 200 de Capirossi
Envestido por Nicky Hayden, Loris Capirossi sólo pudo trazar dos curvas en su carrera número doscientos en la máxima categoría, una cifra a la que sólo llegado Alex Barros. Una efemérides efímera, pero afortunada all fin y al cabo, porque no se hizo daño. Algo más, dos vueltas, necesitó Pedrosa para rebajar en casi dos décimas el récord de vuelta rápida de Rossi en el Autódromo Santa Mónica-Misano Adriático. Se escapaba el piloto de Honda de Lorenzo, al que se le acercaba Stoner. Giorgio marcó el mejor tiempo en la sexta vuelta y su principal rival le devolvió la moneda superándole en la siguiente, para rozar los tres segundos de margen, y sacarle hasta seis décimas en el noveno giro.
Con Pedrosa ampliando las diferencias en cabeza y Lorenzo acomodado en la segunda plaza, el atractivo era ver cómo se las iba a ingeniar Rossi para acabar ocupando la última plaza del cajón. Il Dottore lo consiguió en su primer intento, por el interior, pero se coló y Stoner recuperó el terreno. Como en su segundo intento, también fallido. Lo consiguió a la tercera y ganándole la posición en el interior de la curva, apurando como sabe. Lorenzo, por su parte, rodaba a más de cuatro segundos, aunque era complicado que el grupo de Rossi y Stoner, al que se les añadió Andrea Dovizioso, pudiera llegar a alcanzarle. Una tranquilidad para Lorenzo, que no podría alcanzar a Pedrosa, escapado a casi cinco segundos en el acuerdo. En las últimas vueltas el piloto de Honda rebajó sus números para asegurarse un triunfo que se le atragantó cuando le dieron la noticia de la muerte de Tomizawa: “Me he quedado helado”.
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