Cesc celebra su gol ante Italia - EFE. |
Aquella noche en Viena Cesc Fàbregas (Arenys de Mar, 1987) hizo algo que no hacía desde cadete. Cuando engañó a Buffon y marcó el último penalti de la tanda no sólo clasificó a España para cuartos de final, sino que le quitó los complejos con ese cruce maldito. Suelta y liberada, la selección acabó ganando la Eurocopa de Austria y Suiza y también se llevaría la corona mundial en Sudáfrica. Cuatro años después de aquel penalti, Cesc volvió a sonreír ante Italia y Buffon en el debut del Europeo de Polonia y Ucrania. El centrocampista se llevó una gran alegría al ver que Del Bosque había prescindido de un 9 puro para hacerle un hueco en el once inicial y Cesc le devolvió el gesto marcando tras un caramelo preciso de Silva que servía para empatar el tanto inicial de Di Natale, que aquella noche de Viena erró su penalti. Refresco de Cesc, Torres tuvo las ocasiones más claras de una España que perdonó igual que una Italia vigorosa. Las dos favoritas del grupo C se repartieron un punto (1-1) y la líder es Croacia, vencedora por 1-3 ante Irlanda.
Se debatía la prensa sobre quién de los tres delanteros convocados tenía que partir de inicio y Del Bosque solucionó el debate abriendo otro, apostando por un centrocampista, al fin y al cabo la posición que más define a este equipo. Cesc estuvo tan discreto como el resto del equipo en una primera parte floja de la selección, vulnerable ante las ocurrencias de Pirlo y la movilidad de Cassano y Balotelli, definitivamente la pareja de arietes más loca del fútbol mundial. La magia de Silva y de Iniesta, el mejor del partido, y la colocación de Casillas eran de lo poco salvable de una España golpeada por Di Natale tras el descanso. El delantero más infravalorado de la Serie A, de la que ha sido máximo goleador en dos de los tres últimos cursos, remató de primeras una deliciosa asistencia de Pirlo, vencedor por velocidad punta ante Busquets.
El mérito de la selección fue no perder los nervios y reaccionar rápido. Lo hizo en una jugada melódica: Iniesta se la dejó a Silva y éste, sin mirar y homenajeando a Laudrup habilitó a Cesc que no se complicó para resolver a un toque. Ése que le sobró a Torres cuando se vio solo ante Buffon, que le aguantó y le sacó el balón con la pierna. Di Natale remató en una posición acrobática y de nuevo Torres pudo marcar en una acción con Xavi. El delantero del Chelsea recortó hacia la derecha para probar una vaselina que se le marcó alta, en la última gran ocasión de un partido en el que Casillas tuvo que hacer hasta cinco paradas, tantas como en 7 partidos de la fase de clasificación. Y Cesc firmó el primer empate en partido oficial de Del Bosque como seleccionador, tras 28 victorias y dos derrotas.
ESPAÑA 1: Casillas; Arbeloa, Sergio Ramos, Piqué, Jordi Alba; Busquets, Xabi Alonso, Xavi, Iniesta, Silva (Navas, m.65); y Cesc (Fernando Torres, m.74). ITALIA 1: Italia juega con: Buffon; Giaccherini, Chiellini, De Rossi, Bonucci, Maggio; Marchisio, Thiago Motta (Nocerino, m.89), Pirlo; Cassano (Giovinco, m.65) y Balotelli (Di Natale, m.56). Goles: 0-1, m.60: Di Natale. 1-1, m.64: Cesc. Árbitro: Viktor Kassai (HUN). Amonestó a Jordi Alba, y Arbeloa (84) y Torres (84) por España; y a Balotelli (37), Bonucci (67), Chiellini (79) y Maggio (89) por Italia.
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