domingo, 9 de septiembre de 2012

Contador regresa llegando a lo más alto con su segunda Vuelta

Degenkolb alcanza su quinta victoria en el último sprint y Valverde, segundo de la general, le birla el maillot verde y el de la combinada al tercero, Purito


Valverde, Contador y Purito, en el podio de Madrid - EFE. 

Con la Puerta de Alcalá de fondo y el griterío popular, John Degenkolb levantaba la mano abriéndola del todo, mostrando su manita de victorias de etapa. El corredor del Argos alzó la bici como si fuese un trofeo y se abrazó a su compañero De Kort, quien le lanzó en el último sprint. Unos metros que Degenkolb gestionó con tanta frialdad y seguridad que Bennati se sentó, sabedor de que no tenía nada que hacer. No hizo lo mismo Alejandro Valverde, inconformista para vaciarse para ser sexto y llevarse a última hora dos maillots, el de la combinada y el verde de la regularidad, que arrebató a Purito Rodríguez. Valverde también subió al podio como líder del mejor equipo de la prueba, el Movistar, y también estuvo en el podio final como segundo, acompañado del propio Purito, tercero, y del vencedor, Alberto Contador, emocionado por ganar su segunda Vuelta, por regresar a la competición con un triunfo tan prestigioso y que tras cruzar la meta señaló mostró siete de sus dedos. Las grandes vueltas que ha ganado, aunque la UCI le haya quitado un Giro y un Tour por su sanción por clembuterol.  

La firma de Contador está llena de trazos para arriba y para abajo que parecen montañas, como si fuesen un homenaje al territorio en el que se defiende tan bien y en el que esta ocasión sólo pudo marcar diferencias en un puerto no tan exigente como otros coronados como Collado de la Hoz. Ahí medio sentenció su segunda Vuelta, que tiene forma de ensaladera. Un buen reclamo para degustar una buena ensalada con sus compañeros en el Saxo Bank, a los que invitó a subir al podio para que disfrutasen del maillot rojo por el que tanto han luchado. Ahí estaban Majka, Jesús Hernández o David Navarro, fundamentales para él éxito. 

Un trofeo en forma de ensaladera 

El ciclismo es eso, una disciplina que no se entiende sin los gregarios, los que no figuran en los titulares y el sustentan a los líderes de equipo, a los que marcan el ritmo en los momentos difíciles y ayudan a eliminar rivales. Llegado el momento, agotado el corazón, se apartan. Por eso tiene tanto mérito que David Moreno, gregario de Purito, haya sido quinto clasificado, a poco más de un minuto de Chris Froome, que llegó agotado a una Vuelta que tuvo a Contador a su corredor más combativo. Una decisión cuando menos discutible y en la que se impuso a Valverde, Purito y Aramendia, quizás quien más se lo merecía, ya que se ha cansado de meterse en fugas como poco futuro, por el placer de intentar casi un imposible. También, incansable, ha estado Simon Clarke, vencedor del maillot de la montaña.

Una categoría, la de puntos azules, que también llegó a dominar Valverde, que subió al podio de la mano de su hijo Pablo y que tuvo el detalle de quitarse el maillot verde para que los fotógrafos hicieron las fotos de un podio exclusivamente español. El murciano está agradecido al equipo por haberle reservado un hueco durante 19 largos meses de sanción. Contador se sacó la gorra ante Valverde y Purito por haber sido unos dignos rivales y dijo en voz alta algo en lo que coinciden los aficionados al ciclismo: “Éste es un día importante. Esta Vuelta a España ha sido un éxito”.    

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