Aíto y Xavi Pascual elogian al protagonista del triunfo ante Cajasol (88-70) de un Barça que se enfrentará al Baskonia en cuartos
Abrines celebra una canasta - Foto: ACBP Photo / V. Salgado. |
Hay pocos sabios en el baloncesto español
como Aíto García Reneses, alguien que, más allá de los resultados, entiende
este deporte como una vía de formación y aprendizaje, y que ha pulido a
diamantes como Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Rudy Fernández o Ricky Rubio, y
también quien “prácticamente” fichó para Unicaja a Àlex
Abrines (Palma de Mallorca, 1993). “No solo hay que fijarse en su
ataque y en su tiro de tres (8/10 en triples), sino en su mejora en defensa. Lógicamente,
le sigo. Le ha costado entrar en
un equipo como el Barça, pero lo ha conseguido
mejorando en todos los aspectos. Sobre todo en defensa. En ataque tiene talento
para pasar, entrar y tirar”, reflexionó
Aíto sobre el protagonista absoluto, con 29 puntos, del triunfo por 88-70 ante el Cajasol. El Barça se enfrentará al Baskonia en cuartos de final,
mientras que el conjunto de Aíto jugará contra el Valencia Basket. Unicaja-Gran
Canaria y Madrid-CAI Zaragoza completan los cruces.
Suelto y con confianza, Abrines es casi
imparable. Juega con la alegría de un crío en el patio de la escuela y se le
nota que se divierte haciéndolo. Lo sufrió el Cajasol, al que ya había golpeado
con 10 puntos en los primeros siete minutos y al que remató en el tercer
cuarto con cuatro triples sin error (61-43 a los 25m 30s). El escolta
mallorquín dejó su sello y se ganó también los elogios de Xavi Pascual, que le
definió como un “jugador más sólido en todo” y tiene “todavía
margen de mejora”.
La réplica de los Dracs
Abrines lleva una segunda vuelta muy
interesante y, en teoría, debería ser quien ocupe el hueco de Navarro en el
equipo. Fue simbólico ver cómo La Bomba se giraba para atrás
en vez de tirar para buscar al escolta mallorquín, que anotó su enésimo tiro de
tres. Cómo Dorsey, incómodo desde la línea de personal, lanzaba un tiro libre
muy flojo y se quedaba a varios centímetros del aro. O cómo los Dracs expresaban
su opinión sobre el desastre en las semifinales de la Euroliga ante el Madrid: “No
os pedimos que ganéis siempre, pero sí que luchéis hasta el final. En Milán nos
avergonzasteis”.
Tras el arreón inicial de Abrines fue Porzingis, el más joven del equipo más inexperto de Europa, quien reactivó a los visitantes que, según su entrenador, “ha ido mejorando durante la Liga y eso significa que los jugadores han trabajado muy bien y han mejorado en todo”. Pese al buen comienzo de Balvin, el Cajasol sufrió con las torres del Barça. Lampe (12 puntos y nueve rebotes) jugó un partido muy completo, por más que acumulase dos personales consecutivos como el propio Sada, Lorbek tuvo sus momentos como Dorsey, y Tomic pareció casi siempre tieso y abrumado por sus defensores (30-21 a los 13m 18s). El conjunto de Aíto volvió a replicar impulsado por la persistencia en el rebote ofensivo del propio Balvin y Landry, pero, sometido por Abrines, ya no pudo volver a conectarse al partido tras el descanso (41-33). Satoransky encontró la puntería demasiado tarde para su equipo.
BARÇA 88 (24+17+27+20): Huertas (2), Abrines (29), Oleson (2), Nachbar
(7), Tomic (1) –quinteto inicial–; Dorsey (9), Sada (0), Navarro (7), Hezonja
(0), Lorbek (10), Lampe (12) y Pullen (9). CAJASOL 70 (15+18+18+19):
Satoransky (12), Bamforth (5), Mata (7), Landry (4) y Balvin (11) –quinteto
inicial–; Radicevic (3), Porzingis (14), Burjanadze (1), Franch (4),
Hernangómez (9), Sastre (0) y Urtasun (0).
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