La naturalidad de Irati Etxarri como síntoma del éxito de Araski

Roselis Silva remata a Gernika (57-54) e imprime el billete a semifinales 

Irati Atxarri, en un partido ante Donosti Basket. Foto: Toni Delgado. 

"Tomen nota. Es una jugadora que va a ser importante en el baloncesto femenino nacional", comenta Olga Jiménez en la retransmisión de Baicast. Para la periodista deportiva no es un pronóstico, sino una certeza, que Irati Etxarri (Pamplona, 1998) dispone del futuro en sus manos. "Tiene los brazos muy largos", añade. La llama GadgetoEtxarri, en honor al Inspector Gadget, el policía más despistado de los dibujos animados al que le crecían las extremidades superiores y las inferiores, podía volar con su

sombrero... Fija en las categorías inferiores, Etxarri sabe latín y es una notable actriz de reparto en un Araski sin egos, con un par de líderes (Roselis Silva y Marta Tudanca) y que en su primer curso en la élite ha sido semifinalista de Copa y, de momento, también lo es de la Liga tras rematar a un Gernika con más plantilla y recursos (57-54). Su rival será Uni Girona.   

Made Urieta ha sabido confeccionar una plantilla joven y ambiciosa que no rebusca en las excusas. Roselis Silva mide 1,66 metros, es la más baja de la Liga, y a 38,5 segundos le birló un dos más uno a Mokango, que le saca 30 centímetros (54-53) y justo después le hizo un tapón a Sandric. María Asurmendi, negada (1/9 en lanzamientos de campo), e Izaskun Garcia fallaron un tiro libre cada una, igual que la local Cecilia Liñeira, y el triple de Naira Díez, la capitana visitante, no entró. 

En Baicast, Roselis Silva pronunció la palabra que define a Araski: "Confianza". La que tiene el grupo, que como le sucedió en Maloste, no se vino abajo tras una puesta en escena terrorífica (1-12 a los 3m 5s). Marta Tudanca, Roundtree y Aldalur rescataron a Araski (12-13 a los 8m 25s). La irrupción de Irati Etxarri resultó inmediata y en un momento anotó seis puntos en una entrada, tras rebote ofensivo y en una acción en la que escogió en la que escogió el tiro más enrevesado. Pero la alero pamplonica juega con desparpajo y sin miedo, y tiene momentos en los que parece imparable. Le queda mucho recorrido, ser más constante y necesita más minutos, aunque aprovecha los que tiene. 

Etxarri dio a Araski las primeras ventajas de un partido en el que al final del tercer cuarto, bajo la batuta de Roselis Silva, dominaba por 44-38. Mokango, omnipresente, y Armstrong, discontinua, y un triple de Naira Díez revirtieron la situación (47-51 a falta de 6m 22s). María Pina se lesionó sola, como Rountree, que antes de irse dio un par de zarpazos. Al contrario de María Asurmendi, desconocida e errática. Y Roselis concretó otra proeza de Araski.