15 testimonios, entre ellos, Pao Ferrari, Amaya Gastaminza,
Ángel Gimeno y Juanma Sánchez, retratan para Cronómetro de Récords a la alero del Stadium Casablanca, que reaparece tras seis meses lesionada en la victoria
ante el Araski (69-78)
La jugadora del Stadium Casablanca. Foto: Vega Gimeno. |
A los 7m 34s Vega Gimeno entró en la cancha por Shacobia
Barbee, justo seis meses después de lesionarse. Tardó 1m 9s en probar su primer
tiro, un triple que no entró, y acertó, a los 18m 50s (3035) con el segundo: un
lanzamiento forzado ante Julia Forster, una de las mejores defensoras de la
Liga Día. Vega Gimeno (cinco puntos, dos rebotes y otras tantas pérdidas en 10m
23s) señaló al banquillo por haberla arropado durante este tiempo. Se lo
dedicó, explicó después en su Twitter, a la fisioterapeuta, Alicia Calvo, y el
preparador físico, Isaac Caseras, su sombra durante este tiempo. Después del
partido, el equipo la rodeó y le repartió cariñosas collejas a Vega Gimeno, que
vistió unos calcetines del Capitán América: con alas y con el escudo del
superhéroe bien visible.
El 7 de julio, en la Copa del Mundo de baloncesto 3x3 de Nantes, a Vega
Gimeno se le cayó el mundo encima. “Pensaba que se me había roto todo. Me
mareé del dolor y me tuvieron que sacar de la cancha tendida”, contaba esta
semana a Ricard Martí en El Periódico de Aragón. “Para toda la familia
ha sido muy duro, sobre todo para ella, pero Vega es muy luchadora, constante y
alegre, y eso facilita enormemente las cosas”, explica su padre, Ángel
Gimeno. “No necesita que la arropen mucho. Es todo corazón. Ha sabido llevar
muy bien la lesión, que ya conocía”, interviene Amaya Gastaminza, excompañera
suya en el Segle XXI y el CB Islas Canarias. “Estaba jugando muy bien en la
Copa del Mundo y la necesitábamos porque con ella somos más fuertes. Le dimos
muchos ánimos y cariño”, recuerda Esther Montenegro, Monty, una de
sus compañeras en el campeonato. “Se ha tomado con mucha positividad la
situación”, expone Gaby Ocete, base del Stadium Casablanca.
La alero del Stadium Casablanca se tomó de buen humor su operación. Foto: Twitter Vega Gimeno. |
“El día a día con nosotras le ha dado mucha vida. Una lesión que
requiere una recuperación tan larga te exige mucho y te hace sufrir días
horribles. Aunque cuando estás con tus compis se hace todo más fácil. El cuerpo
técnico del club ha realizado un gran trabajo para que estuviera genial”, apunta Pao Ferrari, estrella del
conjunto aragonés. “Vega Gimeno es fuerte. Muy fuerte, diría yo. Es positiva
y cree en sí misma más que nadie. Volverá mucho mejor tras la lesión”, asegura
Juanma Sánchez, copresentador de Al Ritmo del Aro, de Pasión Deportiva
Radio.
Puede que le atraiga lo difícil y que maree al miedo. “No
tiene vergüenza, y creo que eso es algo bastante bueno”, interviene Laura
Gil, excompañera en el Segle XXI. Vega Gimeno es transparente: juega como es. “En
su juego”, expone su padre, Ángel Gimeno, “se refleja su carácter. Es
muy fuerte y apasionada en todo lo que hace, y le pone a todo enormes dosis de
ilusión”. “Es positiva, alegre, activa. ¡Si tiene que hace el tonto, lo
hace! Se ríe hasta de su sombra”, interviene Itziar Germán, alero del Celta
y con la que jugó en el CB Bembibre. “Te contagia su alegría y te hace estar
cómoda”, expone Patricia Cabrera, excompañera suya en el CB Islas Canarias
y que juega en el Uni Ferrol. “Vega es una loca siempre positiva y de buen
humor. Trata de que el grupo esté unido siempre. ¡Le viene en su carácter!”, comenta
la exjugadora Arantxa Novo, con la que Vega Gimeno ganó el bronce en los Juegos
Europeos de Bakú de 2015 junto con Monty e Inma Zanoguera.
“Es una guerrera, literalmente. Juegue uno o 30 minutos sabes
que se va a dejar todo”, la elogia Juanma Sánchez, de Pasión Deportiva Radio. “Su carácter la
hace extremadamente competitiva… Y eso es muy bueno. Creo que debe seguir
mejorando, pues puede y mucho, pero no cambiar”, aporta Chiqui Barros, que
la dirigió en el CB Bembibre.
A Vega Gimeno no le gusta perder ni al pulso más improvisado.
“Es tan competitiva que siempre hacía trampas cuando realizábamos concursos
de tiro antes del partido”, recuerda Yurena Díaz, base del Cadí La Seu y
con la que compartió vestuario en el CB Islas Canarias. Puede que Vega Gimeno fuese la
más motivada en los concursos de triples por equipos que organizaban. “Nos
lo pasábamos muy bien. Como quiere ganar hasta en las canicas, era divertido
cuando le tocaba perder…”, cuenta, entre risas, Patricia Cabrera. Las tres
son notables tiradoras. ¿Para cuándo un concurso de triples en la Supercopa
Día?
“A veces, cuando queríamos chincharle un poco o cuando ella
se reía de algo, la imitábamos lanzando. Su mecánica de tiro es bastante
graciosa”, resuelve
Yure Díaz. “Tiene capacidad para saber cuándo su defensora está ‘relajada’ y
poder hacer el tiro”, añade Patricia Cabrera. Ambas compartieron vestuario
la temporada 2014-2015 en el CB Islas Canarias con una Vega Gimeno que explotó
como jugadora. “Mingo Díaz confió en mí y me ayudó quizás a dar ese pasito
hacia adelante que necesitaba”, explicaba a Cronómetro de Récords
hace dos años la alero del Stadium Casablanca, a quien no se le pegó el acento
canario, pero sí alguna palabra, como chacho. Cenó varias veces en la
Playa de Las Canteras, uno de sus rincones favoritos de la Isla.
“Creo que tras años
sin jugar mucho en Rivas se había estancado. Le vino muy bien ese año
en Canarias a las órdenes de Mingo”, interviene Fran Cortés, de enCancha. Vega Gimeno llegó a Las Palmas de Gran
Canaria con ganas de protagonismo, el que le faltó en un Rivas con el que
acababa de proclamarse campeón de Liga ante Perfumerías Avenida: 17m 11s de
media en Liga regular y 38m 27s en las eliminatorias por el título, ninguno en
la final. Con 13 puntos fue decisiva para empatar la serie de semifinales ante
un CB Islas Canarias que se había adelantado en la serie con una inspirada Patricia
Cabrera, autora de cuatro triples. El último, decisivo. Vega Gimeno se jugó,
sin suerte, el último tiro.
Tampoco se escondió en la final de la Copa de la Reina de
2014, en Torrejón de Ardoz. Shay Murphy anotó dos tiros libres tras una
protestada antideportiva de Halvarsson y José Ignacio Hernández preparó la
jugada para buscar el triple ganador de Frida Eldebrik, muy bien defendida por
María Pina. Gaby Ocete optó por sacar de banda para Vega Gimeno, que recibió el
pase, algo defectuoso, y no se percató de que tenía a Marta Fernández en el
cogote. Dio dos botes y levantó la pelota como pudo. Marta le hizo un tapón con
la mano izquierda.
“Me llegó a mí la patata caliente, aunque tiré sin ningún
tipo de esperanza porque ya se había acabado el tiempo [no es así]. Además, ni
el lanzamiento ni la posición eran buenos”, me contó Vega Gimeno para el libro Marta
Fernández, volando con los pies en el suelo. Juanma Sánchez tiene muy
presente el tapón: “Recuerdo que grité ‘¡ole tus…!’ Y al día siguiente lo
hablamos y se lo repetí”.
—Juanma, no
entiendo cómo estás orgulloso. Si fallé el tiro...
—Vega, falla quien tira...
A ella le hizo Juanma Sánchez su primera entrevista el 28 de
octubre de 2010, tras un Rivas-Fenerbahçe de Euroliga. Le mandaron hacerle
unas preguntas a “la nueva que venía de Estados Unidos [de la Universidad de
Pittsburgh]”. Hablaron en la puerta del Cerro del Telégrafo. El
entrevistador, “nerviosísimo” entonces,
sólo recuerda que le preguntó por su
quinteto favorito de jugadoras y que Vega Gimeno incluyó a Amaya Valdemoro. Días
después la volvió a entrevistar, esta vez para un trabajo de Audiovisuales: “Me
dijo que sí al instante. Nunca se emitió la conversación, pero la tengo bien
guardada. Tengo que confesar que sigo poniéndome nervioso cada vez que me toca
entrevistarla. Es especial”.
Juanma Sánchez y Vega Gimeno tras la final de Copa de 2014. Foto cedida por Juanma Sánchez. |
Después de cuatro años siguiendo al Rivas por toda España, Juanma
Sánchez no pudo vivir en directo la final de la Liga porque estaba cubriendo la
fase de ascenso en Logroño. Se perdió la primera y única Liga que ha levantado
el Rivas: “Lloré y todavía sigo sin poder describir por qué”. De camino
al hotel, recibió una llamada. “‘Juanma, espera, que quieren hablar
contigo’. ¡Y se puso ella! Fue brutal. No se me olvidará nunca esa
conversación”.
Siempre fue detallista. También más madura de lo que le
correspondía por edad. Con 14 años Vega Gimeno tuvo claro que quería irse de
Valencia (se formó en el colegio El Pilar) y aceptar la oferta del Segle XXI,
en Esplugues de Llobregat (Barcelona). Su padre, Ángel Gimeno, recuerda una
despedida “complicada”, con Vega “contenta, aunque nerviosa, y
nosotros con cierta preocupación, sobre todo su madre”. A Laura Gil la
conoció en el centro de formación: “Podría contarte miles de anécdotas, pero
no quiero represalias. ¡Lo siento!”. La jugadora del Basket Landes Queralt
Casas, con la que pasó tres años en la Blume y jugó en el Rivas, sí se moja.
Compartieron risas, confidencias y travesuras: “Íbamos al médico simulando
que nos hacía daño una parte del cuerpo, como una simple capsulitis o una
torcedura de tobillo, para que nos diese un justificante para hacernos una
radiografía y saltarnos una clase. Hubo una época que lo hicimos bastante”.
“¡Éramos un grupo muy unido! Siempre digo que del Segle XXI
me llevé una familia. Cada una hemos seguido nuestro camino, pero seguimos
manteniendo el contacto”, comenta Amaya Gastaminza, ala-pívot del Gernika y con la que coincidió
en la Blume y en el CB Islas Canarias. “En el Segle XXI Vega aprendió a
compaginar el baloncesto de alto nivel con los estudios, y mucha disciplina”,
expone Ángel Gimeno. “Mike [Ramon Jordana, exdirector del Segle XXI, nos
enseñó a querer todavía más este deporte, a entenderlo”, interviene Laura
Gil. Varias han veraneado juntas a Conil, Mallorca o Menorca.
Monty y Vega Gimeno se abrazan tras lograr el bronce en los Juegos Europeos de Bakú. Foto: Info Bierzo. |
Aunque no lo sea desde categorías inferiores, Vega Gimeno tiene
madera de capitana. “¡Por supuesto que cuenta con aptitudes de sobra para
ejercer! Siempre consigue que todo el mundo esté de buen rollo y se vacía por
el equipo”, argumenta Itziar Germán, alero del Celta y con la que jugó en
el CB Bembibre. “Y tanto que lo sería. Es una tía con carácter que se
implica con el grupo”, expone Monty, con quien coincidió también en
el conjunto berciano.
En el CB Bembibre Vega Gimeno disputó dos temporadas. La
primera la entrenó Chiqui Barros: “Hablábamos mucho. Creo que teníamos mucha
confianza. Ve bien el juego. En mi año más difícil en el club quedamos octavas.
Visto en perspectiva, me parece que estuvo bien. Y Vega ayudó mucho”.
Javier Fort la hizo debutar en Liga Femenina en el Rivas: “Era consciente de
que tenía que mejorar su físico para poder rendir al máximo nivel, y trabajó
mucho para conseguirlo. Aportó desde el primer día con su buen rollo en los
entrenamientos y fuera de la pista. Le costó entrar en un equipo con grandes
jugadoras en su puesto (Amaya Valdemoro y DeWanna Bonner), pero fue creciendo”.
Esa temporada (2010-2011) ya levantó su primer título, la Copa de la Reina, en
su casa, Valencia, ante el Ros Casares y el día de su 20º aniversario. “Fue
una alegría tremenda. Estuvo rodeada de su familia y amigos”, recuerda su
padre, Ángel Gimeno.
“Una jugadora de sus características encaja como anillo al dedo
en un equipo entrenado por Víctor Lapeña. Se adaptará enseguida”, asegura Fran Cortés. “Sin duda,
le dará un plus de calidad al equipo. Esperemos que su adaptación sea lo más
rápida posible y, sobre todo, que disfrute jugando”, interviene Pao
Ferrari. “Tiene una actitud y un carácter increíbles. Eso nos aportará mucho
a nosotras, además de su tiro de tres, letal, y su posteo”, añade Gaby
Ocete.
“Físicamente estoy muy bien, en el mejor momento de mi vida. Es
una lesión agradecida, puesto que vas notando mejoría cada día”, le explicó hace días Vega Gimeno a
Ricardo Martí en El Periódico de Aragón. ¿Una lesión es agradecida? La jugadora
de Stadium Casablanca inspira a cualquiera. Es indestructible.
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