viernes, 14 de septiembre de 2018

Anna Boleda: "La lesión me ha enseñado que en la pista no soy el ombligo del mundo"

Cronómetro de Récords entrevista a la alero del Barça CBS tras recuperarse de una rotura en el tendón de Aquiles

Anna Boleda tras la entrevista. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.

Toni Delgado / Barcelona 

"Déjame bien, ¿vale?", le pide Anna Boleda (1981) al periodista. La alero del Barça CBS desprende tanta vitalidad y es tan expresiva y movida que piensas que le gustaría hacer la entrevista corriendo por la pista del Pavelló Municipal d'Esports Joan Carles Navarro. Coge aire. "He metido seis canastas, aunque tengo que trabajar mucho todavía para
encontrarme bien jugando", resuelve Anna Boleda tras el amistoso ante el Ekateringburg de Miguel Méndez (62-89). Es su segundo partido tras romperse el tendón de Aquiles hace casi un año. Nos invita a relativizar los percances. Parece una de esas personas que no dejan de sorprender al resto y de esas profesoras que marcan.  

—No sé cuántas jugadoras estarán en activo que debutasen en Liga Femenina la temporada 1998-1999 como tú. 
¡Soy la más veterana de Liga 2! ¡La más vieja! [Se ríe]. Me retiro este año. Ala, ya lo he dicho. Podría ser la madre de varias jugadoras... Antes le he dado un regalo a la jugadora más pequeña del club. ¡Le llevo 30 años! Definitivamente, tengo que dejarlo. 

—Pues transmites tanta energía que parece lo contrario... 
¡Siempre tengo energía! Eso sí, me cuesta hacer la mochila a las ocho de la tarde para venir al entrenamiento. Al día siguiente llego al cole así [pone cara de agotada]. Soy profe. 

—En tu primer año en la élite coincidiste con Laia Palau, Sandra Gallego, Cindy Lima, Judith Viñuela.. 
Tengo ya 37 años, eh. Los primeros días me daba respeto entrenarme con el equipo. Pasabas de aplaudir en la grada a entrenarte y pelearte con ellas. Hay quien te ayuda más y quien te complica más introducirte en el grupo.  

—¿Quién te ayudó más y quién te lo hizo más difícil? [Risas]. 
¡Eso no se dice! Es feo. En general, había un muy buen ambiente: el grupo era muy catalán, formado por jugadoras que habían estado toda la vida en un club que seguía la misma filosofía de juego en sus equipos. No me costó adaptarme. Me lo pasaba muy bien. A veces, sufría, pero intentaba ser positiva. A mí no me sirve de nada venir aquí y estar enfadada.  

—Si pensases lo contrario, ya te habrías retirado. 
No puedo venir tensa porque me haya pasado algo en el cole. Me quedo con lo positivo. No le hago caso a la gente tóxica, así que siempre estoy de buen humor. Si estoy seria, es porque me pasa algo grave.  

—La temporada pasada te vi seria en vuestro partido contra el Celta.  
En los partidos, como espectadora, estaba seria. Nunca enfadada. De hecho, mucha gente me preguntaba por qué estaba tan contenta. Desde el primer momento vine sonriente a los entrenamientos. Me rompí a las tres y media o cuatro de la tarde y estuve triste y medio llorando hasta las ocho. ¿Por qué me había pasado a mí? Luego me dije: "Basta". ¿Estoy rota? Sí. ¿Tengo nueve meses de lesión por delante? Sí. Pues ya está: hay cosas mucho peores: enfermedades incurables, en casa estaba pasando una situación difícil... Bienvenido, tendón de Aquiles. Aquella tarde ya me programaron la operación. En casa, sentada, lloré. Me calmé y vacíe. 


Anna Boleda en el Barça CBS-Celta de la temporada pasada. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.

—¿Y después?
Tras la operación, tuve bastante dolor durante dos o tres días. Después, ninguno. Es un percance muy incómodo porque te obliga a estar mucho tiempo parada. En mi caso, hasta mes y medio inmovilizada. Soy muy inquieta. 

—Eso se nota desde el primer momento. 
Me gusta ir a correr, a la montaña, a jugar a pádel... Estaba en el sofá y decía: "¿Vamos a correr?". Y yo mismo me respondía: "Ah, no. No puedo". Como no me hacía daño... El club y los míos me cuidaron mucho, aunque no te voy a engañar: también tuve pequeños bajones y ducharme era un rollo. Cuando me dijeron que ya podía ponerme la zapatilla, comprobé que tenía la mitad de la mitad de la pierna de ahora... Y no podía apoyar el pie. La pierna me temblaba. Claro que lloré... No era consciente de que estaba tan mal. ¿Y qué te queda? Sólo trabajar, ya que el médico me había dicho que podría recuperarme bien. No me gustó cuándo llegó la lesión, pues quería retirarme. Aunque también es cierto que me pasó en el Barça, que cuenta con los mejores médicos.   

—O sea, si no hubiese pasado esto, ya te habrías retirado. 
Pues no lo sé... Nunca había hablado en serio de la retirada, aunque este año sí que me la planteo. Primero quiero disfrutar mucho de este equipo tan joven, sanote y con tantas ganas de aprender. En junio sé que pensaré: "Ostras, es que me gusta tanto jugar al baloncesto...". Esta temporada debería ser la última... Si no pasa nada extraordinario. 

—Como un ascenso a Liga Femenina. 
Por ejemplo. Aunque es imposible, me gustaría jugar con el Barça en Liga 1. En principio, lo quiero dejar este año. [Risas]. 

—No te veo nada segura...
Pienso que es el momento, ya que físicamente estoy bien y no me gustaría despedirme arrastrándome en la pista. Quiero disfrutar y acabar en paz.  

—Volviste a las pistas hace unos días, en un amistoso ante el Denso Iris Women. ¿Qué se te pasó por la cabeza cuando metiste aquel triple? 
Tuve que contener las lágrimas, tenía unas ganas de llorar... Se lo dediqué a mis padres, mis tíos y la fisio del Barça que me ha tratado. ¡La lesión estaba finiquitada!  

—¿Tenías ganas de gritar también?
¡Sí! Aunque no lo hice porque mi deber era seguir defendiendo. [Se ríe]. Estábamos jugando muy mal. Cuando llegué a casa, lo celebré. Después de casi un año... ¡Había vuelto! ¡Estaba eufórica! 

—¿Qué te ha enseñado la lesión? 
A ver el baloncesto desde otra perspectiva. Me llegó en un momento en el que me sentía muy bien físicamente, pero no me encontraba en la pista. Estaba agobiada psicológicamente. Desde fuera, cambias tu mirada, descubres detalles del equipo, del baloncesto, de los mensajes que envía el entrenador. La lesión me ha enseñado que en la pista no soy el ombligo del mundo y que esos comentarios no son casi siempre para mí. Estás cerca del cuerpo técnico y oyes muchas observaciones  que te ayudan a entender muchas cosas que pasan en la cancha. ¡Qué burra he sido! ¿Por qué estaba tan agobiada? ¡Es un privilegio poder jugar y me comía el tarro porque no me salían las cosas!  

—Háblanos de los fichajes del Barça CBS. 
La mayoría vienen de selecciones o del Segle XXI y tienen un potencial brutal para crecer, además de cultura deportiva. Hoy en día cuesta encontrar a jóvenes que tengan disciplina como ellas.  

—Lola Pendande. 
Lola Pendande es poderosa, no huye del contacto, rebotea, lucha... Será una muy buena jugadora interior. 

—Aixa Wone. 
Puede tirar más de fuera y tiene una gran movilidad. No da una pelota por perdida. 

—Claudia Baraut. 
Es una 4 que juega abierta y tiene una gran visión de juego: disfruta mucho haciendo jugar el equipo. 

—Laura Soria. 
Una 2 que puede jugar de base: tiene talento, su parada y tiro es muy buena, es fuerte... 

—Mamen Blanco. 
Pequeñita, pero valiente y con gran lectura de juego. Mamen penetra muy bien y da grandes pases. No es nada egoísta.

—Beatrice Carta. 
Una gran tiradora que sabe tirar en muy poco espacio. Beatrice Carta nos aportará experiencia y nos calmará en momentos de dispersión. 

—Xènia Artiga. 
Defiende y rebotea muy bien, trabaja mucho por el equipo, y puede jugar abierta. Nos aportará muchísimas cosas. 

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