Cronómetro de Récords entrevista a la escolta del Bàsquet Femení Sant Adrià
Cèlia Carbonell, en su debut en Liga Día, ante Itziar Ariztimuño. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. |
Toni Delgado
Tienes 17 años y apenas siete meses. Es la primera vez que te convocan para un partido de la Liga Día y sabes que te rodearás de las estrellas de todos los equipos en el Open Day. Coges aire, aprietas el botón del ascensor para irte a la habitación, pero...
—El ascensor se paró, se abrieron las puertas y entró Silvia Domínguez... ¡Una referente! –confiesa Cèlia Carbonell (Teià, 2001), escolta del Bàsquet Femení Sant Adrià.
—¿Y le dijiste algo?
No, no... [Risas]. "Buenos días" y ya está. ¡Me quedé sin palabras!
—Pero la siguiente vez sí que hablarás con Silvia Domínguez, ¿no?
Hombre, no sé... Depende de la situación. Si me pregunta algo, le responderé.
—¿Eres muy tímida o depende del contexto?
Me considero bastante tímida.
—Aunque hace cinco años participaste en un videoclip oficial del Bàsquet Femení Sant Adrià cantando en playback No importa que llueva, de Efecto Pasillo, con otras jugadoras del club.
[Se ríe]. ¡Me acuerdo! Esos vídeos los organizaba Joana, una entrenadora del club, e intentaba que saliesen todas las jugadoras. No podías negarte.
—Pero tú apareces dos segundos, eh.
Bueno, tenían que repartir el tiempo para todas. [Risas].
—Aunque Helena López aparece unas ocho veces tranquilamente.
Helena López... Es Helena López. No se corta. La conozco desde pequeña y me acogió muy bien en el primer equipo, como hace siempre con las nuevas. Es muy autoxigente y te ayuda a confiar más en ti. No podía decir que no a vivir una experiencia única como la de jugar y entrenarme con el primer equipo, aunque sea complejo compaginar los entrenamientos diarios con segundo de Bachillerato, que es duro.
—¿Te han ido bien los exámenes de estos días?
¡Espero que sí! Estudio bachillerato social. Todavía no tengo claro qué carrera elegiré. Puede que sea ADE (Administración y Dirección de Empresas).
—¿Tienes pensado irte a Estados Unidos a estudiar y jugar al baloncesto?
Es mi idea, aunque todavía no tengo nada decidido.
—¿Pero tienes alguna oferta?
Sí, dos, pero no hay nada seguro.
—¿Hasta cuándo tienes tiempo para decidirte?
Creo que iré a visitar las universidades en Navidades y después decidiré.
—El domingo no te convocaron para el partido ante el Cadí La Seu en casa.
No soy la única que sube con el sénior. Hay rotaciones. Esta vez subió Merche Carrillo.
—La idea es que formases parte de la dinámica del primer equipo, sobre todo, mientras Mireia Vila no estuviese al 100%.
Es así. Ahora que Mireia está cogiendo ritmo he vuelto al júnior. Cuando me llamen, estaré con el sénior para ayudar.
—Pocos clubes apuestan por la cantera como el Bàsquet Femení Sant Adrià.
Y se agradece esa confianza. El Bàsquet Femení Sant Adrià te ofrece jugar en las máximas categorías, tiene las mejores jugadoras y los mejores entrenadores y entrenadoras. Jugar para este club te exige un esfuerzo infinito.
—Has ido a varias ediciones del campus de Ricky Rubio. ¿Qué te ha enseñado?
En concreto, a siete. Fui el primer año con mi hermana Júlia. Teníamos ocho años y la edad mínima eran 18 años. Nos becaron. Ricky, súper amable, nos trató como si nos conociera de toda la vida. En su campus te invitan a ser constante y a no bajar nunca los brazos. La constancia te conduce al éxito. Si no trabajas cada día, lo pierdes todo: la magia, el físico...
—El año pasado fuiste finalista a personaje del año de tu ciudad, Teià. ¡Lo habrías ganado con 16 años!
¡No me lo esperaba! Me habria puesto súper neviosa si hubiese tenido que hablar. Hacerlo en público no se me da demasiado bien. Fue toda una experiencia que viví con mucha ilución.
—¿En algún momento pensaste que era mejor no ganar para no salir al escenario?
No, hombre. Si puedo ganar, mejor.
—¿El Bàsquet Femení Sant Adrià fichó a las hermanas Carbonell a la vez?
Así es. Comenzamos a jugar en el club del pueblo y de ahí pasamos al Masnou, en el que estuvimos dos años. Hasta que nos llamó el Bàsquet Femení Sant Adrià. No juego con Júlia desde cadete, aunque ahora sí que lo podremos hacer en el júnior. Me entiendo muy bien con ella y creo que tenemos una conexión especial en la pista: puedo prever los movimientos que hará. Júlia es un gran apoyo para mí en la cancha. Me transmite confianza y seguridad en mí misma.
—A vuestro preparador físico, Víctor Ciavattini, nunca le faltan las ideas.
¡Es el Bachi! Creo que no podríamos tener a nadie mejor que él. Nos prepara lo mejor que puede y sabe, y lo hace con una ilusión impresionante. Se nota que tiene pasión por el baloncesto.
—A la gente que tiene pasión se le nota muy rápido.
Sí. El Bachi se ocupa de todos los equipos del Bàsquet Femení Sant Adrià y lo hace con una ilusión infinita, igual que cuando va con la selección española. Ahora está en Zamora. Yo no podría llevar tantos equipos ni hacerlo como él.
—¿Qué te ha pedido durante este tiempo Glòria Estopà?
La conozco bien porque la tuve en cadete. Glòria quiere que cuando salgas no te dejes nada dentro. Sobre todo ella te demuestra confianza: si te propone subir con el primer equipo es porque sabe que eres capaz de asumir ese reto.
—Por cierto, ¿cómo viviste las horas previas a tu debut en Liga Día?
Cada vez que me convocan para un partido me pongo súper nerviosa... Pienso que lo tengo que hacer bien. Cuando Glòria te dice "Cèlia, a pista", sabes que en esos dos minutos tienes que darlo todo y hacerlo lo mejor posible. Nunca puedes desaprovechar una oportunidad. En el primer partido ves a las compañeras y a las rivales tan grandes... ¡Y tú eres tan pequeña! Pero cuando saltas a la pista te olvidas de esas cosas.
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