domingo, 13 de febrero de 2022

"Haría cualquier cosa para ayudar a mis compañeras"

Conocemos al cadete de Interterritorial del Bàsquet Safa Claror 


El banquillo del Bàsquet Safa Claror celebra una canasta ante el AB La Salle Tarragona. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.


Toni Delgado (@ToniDelgadoG) / Barcelona

"Todas lo hemos celebrado como si fuese el triple decisivo. Habrá personas que nunca entenderán por qué lo hemos hecho", reflexiona Anna Feixas.

Para quienes sólo reparan en los números la canasta de Emma Dwyer es anecdótica, el 74-33 para un Bàsquet Safa Claror que acabará ganando por 94-38 al AB La Salle Tarragona, en la 15ª jornada del grupo 2 del Campeonato de Catalunya Cadete Femenino Interterritorial. 

La canasta, que no es una simple canasta, ha empezado un rato antes. Cuando Esther Esquivias, la entrenadora del Bàsquet Safa Claror, ha mirado a sus jugadoras en pista.

—Hacedlo como queráis... Quiero que Emma la meta –les pide. Segundos más tarde, bingo. 

Después del partido le pregunto a Emma si se ha enterado de ese detalle.

—No sabía si lo había escuchado bien... [Se ríe]. He bajado a recibir porque dudaba sobre qué tenía que hacer... No lanzo  mucho y estoy contenta de haberla metido, sobre todo por mis compañeras –responde. 

"Hacedlo como queráis... Quiero que Emma la meta". Esther Esquivias. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 
 
Emma lo ha pasado muy mal los últimos meses. No debutó en el curso hasta el pasado 20 de enero, en una remontada surrealista contra el CB Manyanet Les Corts. "Me repetí una y otra vez: 'Concéntrate. Hazlo bien, no cometas muchos errores tontos, disfruta y no te lesiones'", recuerda. Acaba de jugar su segundo partido de la temporada. En la primera semana de la pretemporada se hizo un edema óseo en la rodilla. Y cuando había vuelto, un pequeño esguince. 

La famosa canasta... Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 

¡De Emma Dwyer! Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 

El titular

Xènia Grèvol me regala el titular del reportaje. No es por la frase, que también, sino por cómo la defiende. Ese tono. Esa mirada.

—Haría cualquier cosa para ayudar a mis compañeras, que son tan importantes para mí que se han convertido en mi segunda familia –reconoce.  
—Cuando estás mal, sabes que el equipo te arropará. Nuestro vínculo es la empatía. A veces puedo finalizar sola y busco a una compañera para que se ponga contenta. Esther me pide a veces que no arriesgue tanto y la acabe yo –describe Andrea Anguita.
—Es un alivio y una suerte tener 11 amigas increíbles que te ayudarán y te escucharán en cualquier momento y durante toda tu vida –se emociona Anna Feixas.  
—Somos compañeras de vida que nos entendemos con una mirada. Esther confía en mí para que busque la jugada que más nos beneficie –reflexiona la base Mar Velasco, que desprende un liderazgo innato. 

En el Bàsquet Safa Claror todo se hace en grupo. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.

—Aunque parezca un tópico, somos más que un equipo. Cuando Mireia [Carol] y yo llegamos al grupo, nos sentimos acogidas desde el primer segundo. Siento orgullo por cada una de mis compañeras. Juntas aprendemos más y mejor –comenta Lucía Pastor, Lulú

También se equivocan juntas. 

—Si cuando fallas una canasta o un tiro libre te gusta que tus compañeras te animen... ¿Cómo no lo vas a hacer tú? Me dejo las manos aplaudiendo en los partidos y entrenamientos. Me tienen para lo que sea –expone Clara Chau. Está lesionada. Se hizo un esguince de cadera y ahora ya puede caminar bien.
—Si me equivoco, me frustro un poco, pero cuando veo que mi equipo me anima, me digo: "Venga, voy a continuar por ellas y por mí". Nos cuidamos y nos motivamos mucho, y eso nos hace crecer y estar mucho más unidas –confiesa Mireia Carol.  

Emma Dwyer, durante el partido ante el AB La Salle Tarragona. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 

—A veces me enfado porque no me salen las cosas y me voy durante unos segundos del partido. Tanto Esther como Guillem me ayudan a mejorarlo, pero el clic tengo que hacerlo yo. He mejorado en ese aspecto y necesito hacerlo más –interviene Jana Planas.
—El grupo quiere aprender de la mano. Me siento afortunado de contribuir en su crecimiento y transmitirles los valores que he mamado desde pequeño: la actitud positiva y el respeto al rival, el compromiso con el baloncesto, el equipo y una misma... –interviene Guillem Caminal, entrenador ayudante.    

Diálogo interior. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 

Cuando más se valora la generosidad de una persona es cuando peor lo está pasando. Hace 8 meses que Laura Buscà no juega un partido. Ha tenido problemas con la espalda, la cadera, la rodilla, el pie... "Hice una rotación de la rodilla muy forzada y tengo un esguince en el tendón", confiesa. Esta semana se ha entrenado todos los días excepto el viernes. No lo hizo por molestias. 

—¿Cómo te sientes ahora mismo? –le pregunto.
—Desesperada. Quiero hacer hasta el físico, que es algo que nadie quiere hacer. Necesito jugar ya. Cuando meta una canasta... ¡Se van a enterar hasta en China! –proclama Laura Buscà. 

El cadete de Interterritorial del Bàsquet Safa Claror. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 

Las dinámicas

Las dinámicas que propone Esther Esquivias, la entrenadora, son otro mundo. 
 
—¡Son insuperables! Diría que ella se lo pasa todavía mejor que nosotras y verla así nos llena –expone, divertida, Ona Serra. 
—¡No me puedo quejar en nada! ¡Me siguen incluso en las dinámicas! Nos lo pasamos bien. Me lo hacen pasar bien. Y eso es lo importante –reconoce Esther Esquivias.  
—No tendría sentido no amar lo que hacemos. A veces nos cuesta ser regulares y constantes. Nuestra base es la defensa y hoy [por el pasado 6 de febrero] hemos probado una que  hemos ensayado esta semana y ha salido bien –amplía Ona Serra. 

"Estoy muy orgullosa de su crecimiento, y les agradezco que crean en mí y valoren lo que les transmito", expone Esther Esquivias. La entrenadora del cadete del Bàsquet Safa Claror tiene una mirada amplia y sana, y relativiza las cosas sin perder su empatía ni dejar de ser una formadora. 

—¿Intentas que las emociones no las desconcentren? –le pregunto. 
—Sí. Trato que no las desvíen de lo más importante: el trabajo diario. Quiero que sepan que necesitan equivocarse, caerse y levantarse. Siempre las apoyo y valoro su esfuerzo, y entiendo que se frustren cuando no recogen los frutos que persiguen –responde la entrenadora. 

Esther Esquivias, una motivadora nata. Foto: Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 

La filosofía 


Esther Esquivias defiende el minuto a minuto

Minuto a minuto es ser siempre muy intensas y tener los ojos bien abiertos. Como nos dice Esther, defender no es robar pelotas. Es una lucha contante. A la victoria se llega a través del esfuerzo colectivo. El logo del infinito simboliza nuestra unión infinita –aporta Lucía Quiñe.

¿A qué logo se refiere Lucía?

"Me giro para que lo veas bien", se ofrece Xènia Grèvol. Todas tienen el símbolo del infinito detrás de la sudadera. Otra ocurrencia de Esther Esquivias. "Para mí simboliza el vínculo y la unión entre el cuerpo técnico y las jugadoras. En los momentos difíciles revertimos situación. Si nos caemos, nos levantamos", desarrolla la entrenadora.  

Es un infinito especial y dibujado con los nombres de las jugadoras y del cuerpo técnico y unas palabras que los definen. Esther Esquivias le pidió a cada miembro del grupo que escogiese el adjetivo que mejor describiese lo que ofrecía al equipo. Luego, el propio grupo tenía que valorar si estaba o no de acuerdo. "Que a una jugadora le digan, por ejemplo, que es 'luz' porque siempre está alegre es muy bonito", amplía.   

Un infinito muy especial. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 
    
Aunque a Esther Esquivias no le gustan los focos ni le entusiasma la grabadora, habla desde el corazón y sin titubear. "Es sencillo hablar de ellas. ¡Es muy fácil!", concluye, mientras suelta una de sus risas cortas y contagiosas. El orgullo es eso.   

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