Júlia Orri, Núria González y Nati Álvarez retratan a la centrocampista del Barça, que narra su aprendizaje en 'Totes unides fem força' (Editorial Base)
Aitana Bonmatí durante la presentación de su libro 'Totes unides fem força', que ha escrito junto con su agente, Cristian Martín. Foto: @AitanaBonmati. |
"Aunque no suelo ponerme nerviosa con esas cosas, cuando llegué a casa lloré de emoción. ¡Aitana Bonmatí es tan bonita y tan grande...! Te mira y te escucha de verdad. Habré visto unas 1000 veces el vídeo en el que me está firmando su libro después de la presentación", confiesa, emocionada, Júlia Orri (Ripoll, 2000).Su testimonio conmueve e impacta. En diciembre la operaron de la rodilla y dijo adiós para siempre al fútbol, que cada día le gusta todavía más. "Es un sueño que me hagas una entrevista para hablar de Aitana. ¡Mil gracias!", agradece Júlia Orri, a quien le duele que de pequeña no hubiese equipos femeninos ni niñas jugando en su ciudad. "Hicimos jornadas deportivas en el cole y poco más. De haber tenido la posibilidad, me habría apuntado seguro. No habría destacado, pero me lo habría pasado de maravilla", añade. "Gracias a Aitana y muchas otras jugadoras, las niñas ahora sí pueden jugar y soñar con ser profesionales", interviene Núria González (Sant Celoni, 1993).
Leyendo Aitana Bonmatí. Totes unides fem força [Editorial Base], escrita por la jugadora con la colaboración de su agente, Cristian Martín, y con prólogo de Xavi Hernández, te imaginas la voz de Aitana Bonmatí explicándote sus aprendizajes e invitándote a ampliar la mirada y a un diálogo interior. El estilo es fresco, directo y natural, y no hay ni medio párrafo de relleno. Tampoco crónicas de partidos, más bien pinceladas futbolísticas, reflexiones y emociones. Detalles que humanizan a las deportistas, que, sobre todo, y aunque a veces son olvidemos, son personas. Sufren, padecen y dudan como cualquiera.
"Tenía claro que necesitaba el libro y que quería ir a la presentación habiéndolo leído. Me encanta que hable con tanto orgullo de su familia y de sus amistades. Dice mucho de ella", continúa Júlia Orri. Aitana Bonmatí tiene el arrojo y la fuerza de sus Vicent y Rosa, que cuando supieron que sería niña quisieron que su primer apellido fuese el materno en una época en la que no era legal. Movieron cielo y tierra hasta conseguirlo gracias a la ayuda de Ca la Dona e Imma Mayol, diputada del Parlament.
Antes de nacer la centrocampista del Barça ya supo que no hay que dar nada por perdido en la lucha por la igualdad. Cuando Bonmatí era pequeña en la escuela nunca la escogían como capitana "porque supongo que para ellos es un rol que para ellos en ningún caso se podía relacionar con las niñas". En cambio, sí querían en sus equipos a la única niña que jugaba a fútbol. A veces el profesorado la castigaba por sus discusiones con los compañeros.
La famosa carta
No dejarse pisar es uno de los grandes mensajes del libro: "Sentía impotencia, me rebelaba, y eso hacía que demasiadas veces el castigo recayese sólo en mí. Mi madre me repetía que fuese fuerte y que no me encogiese, y que, si me castigaban, me aguantara".
Aquellos castigos forjaron su carácter, igual que su dolorosa expulsión en semifinales del Mundial sub 20 de Francia de 2018 ante el equipo anfitrión. "Jugaré la final sin botas, pero con el alma", escribió en las redes sociales, donde compartió una carta en la que animaba a su equipo, agradecía el apoyo y consideraba injusto el castigo. "Me sorprendió aquel texto por cómo gestionó la situación y me empecé a fijar en ella", confiesa Júlia Orri.
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Seguro que muchas personas han reparado en la centrocampista azulgrana tras su excelente Eurocopa de Inglaterra, en la que ha sido incluida en el once ideal, o su discurso después de la eliminación de España en cuartos de final contra la anfitriona. "Estoy orgullosa de lo que se ha hecho hoy [por el pasado 20 de julio] en el campo. Todo el mundo nos daba por muertas y pensaba que nos iban a caer 6, 5 o 4 goles, da igual. Que íbamos a perder por mucho. Hemos hablado en el campo y lo hemos hecho de maravilla", le comentó a Mercedes González en Teledeporte.
"Es importante que reconozca que antes le costaba exteriorizar sus emociones"
Bonmatí tiene un preparador físico, un psicólogo y un fisioterapeuta personales. No deja de trabajarse por dentro y por fuera, y recalca que no se habla lo suficiente del trabajo y que demasiadas veces se asocia únicamente el éxito al talento. "Es importante que reconozca que antes le costaba exteriorizar sus sentimientos y emociones y, cómo con los años, intenta explicar más las cosas y dejarse ayudar", interviene Núria González.
"Me maravilla su ambición, su empatía y cómo hace fácil lo difícil", continúa Júlia Orri. "Siempre quiere mejorar y crecer más, y visibiliza la importancia de la salud mental", la retrata Núria González. "Parece que nunca tenga miedo y que, gracias a su disciplina y persistencia, se crezca ante cualquier dificultad. Me ayuda a superarme y a olvidarme del qué dirán", interviene Nati Álvarez (València, 2007), que cuando fue a que la jugadora le firmase su libro en Sant Jordi estaba "tan nerviosa que sólo pude saludarla y decirle mi nombre para la dedicatoria...". "Es muy simpática y muy cercana. Tiene una sonrisa preciosa", recuerda.
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Núria González admira la cercanía de la centrocampista con la grada y la afición: "Siempre es la última en irse del campo porque se hace fotos y firma autógrafos a quien se lo pide... Está por ti, te agradece el apoyo". A Júlia Orri le llama mucho la atención la autocrítica y el espíritu de superación de Bonmatí. Esta aficionada viajó a Torino para apoyar al Barça en la final de la Champions contra el Olympique Lyonnais y recibió a la expedición a su regreso a la Ciutat Esportiva. "Nos pidió perdón juntando las palmas de sus manos. No hacía falta. Las apoyaremos siempre. Esa proximidad es indescriptible y fomenta que haya más niños y niñas en la grada. Es precioso que lleven camisetas de jugadoras", destaca.
"Es un poco la sucesora de Alèxia Putellas y con esta lesionada, su papel será todavía más importante. No me extrañaría nada que Aitana se convierta en la mejor jugadora del mundo. Es pura inspiración, tanto dentro como fuera del campo", asegura Núria González. "Saca lo mejor de ti. Es una embajadora del fútbol. Tiene mucha culpa que mi prima Clàudia se haya apuntado a fútbol. ¡Y han ganado la Liga, eh!", interviene, orgullosa, Júlia Orri.
La primera vez
A Nati Álvarez le regaló Aitana Bonmatí. Totes unides fem força su prima Emi Vidal cuando fueron a la ida de las semifinales de la Champions contra el Wolfsburg, la primera vez que viajó a Barcelona para ver al primer equipo femenino: "Empecé a leérmelo en el tren, en el trayecto de vuelta, y me encantó desde el principio. No es sólo qué dice, también cómo lo dice. Aitana te hace pensar mucho y valorar más las cosas".
Núria González es cantante, compositora y productora. Podría tener mucho que cantar sobre Aitana Bonmatí.
—¿Le harías una canción a Aitana? –le pregunto.
—¡Me encantaría! Y me ofrecería para escribir el himno del Barça femenino. Estoy empezando. He grabado covers y estoy trabajando para sacar alguna canción mía en el futuro –responde.
—Pues ya sabes... La primera, de Aitana Bonmatí
—¡Lo firmo ya! Me están entrando unas ganas de escribirla...
—Estaré pendiente, Núria...
—¡Serás el primero al que se la envíe! [Risas].
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