jueves, 5 de febrero de 2009

El Barça recupera su fiabilidad ante el Maccabi (85-65)

Basile asiste a un compañero pese a la defensa de Green -EFE.



Mediatizado por los actos reivindicativos en contra de los ataques de Israel a la franja de Gaza, el Barça-Maccabi parecía tan sólo una ocasión puntual para que algunos defendiesen su causa común. Para el conjunto azulgrana el encuentro representaba la opción más inmediata de minimizar el desastroso final en Madrid y lograr su primera victoria en el grupo más exigente del Top 16. El Barça no desaprovechó la oportunidad y ganó 85-65 simplemente porque hoy en día es bastante mejor equipo que el Maccabi, que sólo tiene cuatros jugadores del año pasado, cuando fue subcampeón de la Euroliga. El mejor de los supervivientes del conjunto israelí es Omri Casspi (11 puntos), un jugador eléctrico que acabó contagiándose de la confusión de su equipo y de su entrenador, Pini Gershon, obsesionado con utilizar casi todas las defensas posibles ante un Barça que las ponía en evidencia sin el menor problema. Fran Vázquez y David Andersen (17 y 10 puntos respectivamente) eran los dueños de la zona y en el perímetro la responsabilidad corría a cargo de Gianluca Basile (16 tantos con 5 de 8 en triples, 15 de 34 el equipo). El italiano, que el curso pasado ya había anotado 34 puntos ante el Maccabi en el segundo partido de cuartos, es el mejor defensor de la plantilla y, ocasionalmente, un anotador tan compulsivo como impagable.


Irregular en la Liga, el Barça es pura solvencia en la máxima competición continental. Sólo se le pueden achacar dos últimos cuartos desastrosos en Siena y en Madrid que le impidieron completar dos triunfos claros y trabajados. Una circunstancia que no se repitió ante el Maccabi, que sólo tuvo un parcial a favor, el inicial (0-2), y que tras el descanso (39-33) no supo cómo contener a los locales, espléndidos en defensa y con múltiples opciones en ataque.


Nueve espontáneos


Sabe el conjunto azulgrana llevar la iniciativa sin hacerlo, posee la virtud (cada vez más necesaria) de dominar sin basarse en transiciones rápidas. Atiende a las leyes de supervivencia planteadas por Charles Darwin, es capaz de adaptarse con naturalidad a las exigencias de cada momento. Esta vez Maccabi demandaba un encuentro de una tremenda lucha por el rebote y el Barça respondió anotando tres triples y un 4 de 5 en tiros de dos en el primer cuarto (20-16), interrumpido durante unos minutos por la aparición de nueve espontáneos saltaron al Palau para mostrar su disconformidad con los ataques de Israel. Serían reducidos y expulsados del recinto. En lo deportivo, Juan Carlos Navarro, con ocho puntos (acabó con 12), era el claro protagonista.


El Barça no necesitó la mejor versión de su jugador franquicia. Le sobraron argumentos y jugadores para lograr su ventaja más sólida en la primera parte (39-17 a los 17m02s) tras un triple de Roger Grimau. El lanzamiento de tres era y continuó siendo clave para deshacer las defensas alternativas de Gershon. Tantos utilizó dicho recurso el grupo de Xavi Pascual que acabó lanzando más desde más allá de 6’25 que de dos (34 por 27). También es curioso que el Maccabi tan sólo lanzase cinco en todo el encuentro.


Fisher se aparta de la mediocridad


Entre los últimos dos minutos del segundo período y el primero del tercero el conjunto israelí logró un parcial de 0-9 (39-35). Supo provocar los errores de su rival y poner en situaciones propicias al pívot D’Or Fisher, que es de esos pívots que no se recrean en florituras. Si machaca, lo hace a lo clásico. Prefiere gastar más energías en animar a sus compañeros, pero ninguno de ellos entendió el mensaje de que era posible continuar la remontada. Tampoco resultó relevante la esperada aportación de Marcus Brown. El ex jugador de Unicaja no anotó sus primeros puntos hasta el ecuador del tercer período y sumó seis cuando su promedio en el torneo era casi de 14. El máximo responsable del discreto rendimiento de Brown no fue otro que Basile, que además anotó dos triples de los cinco puntos de su equipo en dicho cuarto, cerrado por 61-47.


El último período sólo sirvió para que el Barça alcanzase los 100 puntos de valoración (algo habitual en este 2009) y lograse su mayor diferencia (81-58 y 85-62). En ambos parciales tuvo mucho que ver Basile y su eficacia desde el perímetro. Decepcionó el Maccabi, especialmente sus dos fichajes: Charles Gaines, ex del DKV Joventut, no anotó en cinco minutos y Dee Brown (seis puntos) no cumplió su cometido de ser un recambio de calidad de Carlos Arroyo, que tampoco estuvo a su nivel (nueve tantos, pero 4 de 12). El conjunto azulgrana recuperó su fiabilidad en la Euroliga y el jueves que viene recibirá en el Palau al Alba Berlín, el único que aún no ha logrado ganar en el grupo más complicado del torneo.


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