Cuesta saber si Kimi Raikkonen ha ganado o si tan sólo ha obtenido un punto. Apenas gesticula el piloto finlandés, apenas hace algún leve movimiento con sus puños mientras recorre el circuito de Magny-Cours, en Francia. Los realiza a cámara lenta, tras cruzar la bandera a cuadros, con la energía exacta para poder aguantar un sobreesfuerzo posterior. Cuesta creer que Raikkonen acabe de conseguir su segundo triunfo de la temporada y que reduzca a 17 puntos su desventaja con el líder, Lewis Hamilton, tercero e incapaz de impedir el primer doblete de Ferrari -Felipe Massa ha sido segundo-. Fernando Alonso, condicionado por su infortunio en la calificación, sólo ha podido ser séptimo, y ya está a 14 puntos del liderato.
Una vez más, la salida eligió al gran triunfador de la jornada. Raikkonen supo superar a Hamilton -"no he hecho mi mejor inicio, no sé que ha pasado"- y se puso a rueda de su compañero Massa. Sólo tras las paradas de repostaje perdería Ferrari, muy cuestionada tras el rendimiento en las dos pruebas norteamericanas, el dominio de la carrera.
La vieja estrategia
Parecía que Massa lograría su quinta victoria en la Fórmula 1. "Sin tráfico era el más rápido, me sentía cómodo", reconoció después. Pero con coches doblados en el trazado, el brasileño fue más vulnerable y permitió recortar su diferencia a Raikkonen, que salió por delante tras la segunda parada en boxes. Su estrategia de apurar al máximo mientras su compañero repostaba funcionó. No es nada nuevo.
A 24 vueltas para el final el Hombre de Hielo era el líder de la carrera. Y ya no pasaría por demasiados apuros -esporádicas vueltas rápidas de Massa al final- para lograr la 11ª victoria de su carrera (siete las conseguía en su segundo subcampeonato, en 2005). Distante con los mecánicos de su escudería y descontento con los nuevos neumáticos (Bridgestone), Raikkonen quiere volver a ser aquel piloto fiable que en 2003 casi impide el sexto mundial de Michael Schumacher.
El hombre pole
La victoria de Raikkonen confirmó la tradición de esta temporada: quien consigue la pole no gana. Sólo Alonso, en el GP de Malasia, ha conseguido romper este dato.
"Cuando a él (por Hamilton) se le rompa la caja de cambios o le salga el safety car, le recortaré puntos", dijo, resignado, Alonso. El bicampeón del mundo, que salió décimo tras la avería en la calificación, no obtuvo demasiado premio a su constancia. Al riesgo, tan escaso en el Gran Circo. En la primera parte de la carrera se encontró con Nick Heidfeld, que impidió su remontada. Neutralizó los intentos de adelantamientos del piloto español, que lo probó en las rectas, en las curvas, por dentro, por fuera.
Cuando Alonso logró sobrepasar a Heidfeld, topó con un rival no menos infranqueable: su ex compañero en Renault Giancarlo Fisichella, al que nunca pudo quitarle la sexta posición. El piloto español volvió a excusarse: "Saliendo con menos gasolina que los demás es complicado hacer un buen papel. Ojalá estos dos puntos sean importantes".
Mala jornada para Mclaren
No fue el día para McLaren, que sigue al frente del Mundial de constructores, con 114 puntos por 89 de Ferrari. Su otro piloto, Hamilton, no tuvo opciones de luchar con los Ferrari. Menos aún cuando su escudería le hizo repostar tres veces, en vez de las dos de Massa y Raikkonen, al primero le saca 17 puntos en el Mundial, y al segundo, 22. Pero es aún más líder: tiene 14 puntos (64 por 50) respecto a Alonso. "Podemos volver a ser los más rápidos. Estoy contento e ilusionado ante el próximo GP en casa, en Silverstone", concluyó.
Ésta será, seguramente, la última vez que el circuito de Magny-Cours sea escenario de una prueba de la Fórmula 1. De momento, el año que viene Francia no tendrá su Gran Premio, que será sustituido por el de Singapur. Bernie Ecclestone, el magnate del Gran Circo, se ha cansado de las carencias de la prueba: pocos hoteles, pobre organización y nulas ideas para minimizar las largas horas de atascos tras la carrera.
Una vez más, la salida eligió al gran triunfador de la jornada. Raikkonen supo superar a Hamilton -"no he hecho mi mejor inicio, no sé que ha pasado"- y se puso a rueda de su compañero Massa. Sólo tras las paradas de repostaje perdería Ferrari, muy cuestionada tras el rendimiento en las dos pruebas norteamericanas, el dominio de la carrera.
La vieja estrategia
Parecía que Massa lograría su quinta victoria en la Fórmula 1. "Sin tráfico era el más rápido, me sentía cómodo", reconoció después. Pero con coches doblados en el trazado, el brasileño fue más vulnerable y permitió recortar su diferencia a Raikkonen, que salió por delante tras la segunda parada en boxes. Su estrategia de apurar al máximo mientras su compañero repostaba funcionó. No es nada nuevo.
A 24 vueltas para el final el Hombre de Hielo era el líder de la carrera. Y ya no pasaría por demasiados apuros -esporádicas vueltas rápidas de Massa al final- para lograr la 11ª victoria de su carrera (siete las conseguía en su segundo subcampeonato, en 2005). Distante con los mecánicos de su escudería y descontento con los nuevos neumáticos (Bridgestone), Raikkonen quiere volver a ser aquel piloto fiable que en 2003 casi impide el sexto mundial de Michael Schumacher.
El hombre pole
La victoria de Raikkonen confirmó la tradición de esta temporada: quien consigue la pole no gana. Sólo Alonso, en el GP de Malasia, ha conseguido romper este dato.
"Cuando a él (por Hamilton) se le rompa la caja de cambios o le salga el safety car, le recortaré puntos", dijo, resignado, Alonso. El bicampeón del mundo, que salió décimo tras la avería en la calificación, no obtuvo demasiado premio a su constancia. Al riesgo, tan escaso en el Gran Circo. En la primera parte de la carrera se encontró con Nick Heidfeld, que impidió su remontada. Neutralizó los intentos de adelantamientos del piloto español, que lo probó en las rectas, en las curvas, por dentro, por fuera.
Cuando Alonso logró sobrepasar a Heidfeld, topó con un rival no menos infranqueable: su ex compañero en Renault Giancarlo Fisichella, al que nunca pudo quitarle la sexta posición. El piloto español volvió a excusarse: "Saliendo con menos gasolina que los demás es complicado hacer un buen papel. Ojalá estos dos puntos sean importantes".
Mala jornada para Mclaren
No fue el día para McLaren, que sigue al frente del Mundial de constructores, con 114 puntos por 89 de Ferrari. Su otro piloto, Hamilton, no tuvo opciones de luchar con los Ferrari. Menos aún cuando su escudería le hizo repostar tres veces, en vez de las dos de Massa y Raikkonen, al primero le saca 17 puntos en el Mundial, y al segundo, 22. Pero es aún más líder: tiene 14 puntos (64 por 50) respecto a Alonso. "Podemos volver a ser los más rápidos. Estoy contento e ilusionado ante el próximo GP en casa, en Silverstone", concluyó.
Ésta será, seguramente, la última vez que el circuito de Magny-Cours sea escenario de una prueba de la Fórmula 1. De momento, el año que viene Francia no tendrá su Gran Premio, que será sustituido por el de Singapur. Bernie Ecclestone, el magnate del Gran Circo, se ha cansado de las carencias de la prueba: pocos hoteles, pobre organización y nulas ideas para minimizar las largas horas de atascos tras la carrera.
1 comentario :
Raikkonen no tiene nada que hacer este año. Mi favorito es Massa
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