Massa y Alonso se rocían con champagne en el podio del GP de Turquía. -EFE
A falta de 16 vueltas para concluir el GP de Turquía, Lewis Hamilton estaba más cerca de su primer Mundial. Iba tercero, muy por detrás de los Ferrari de Felipe Massa y Kimi Raikkonen, algunos metros por delante de Fernando Alonso, su compañero oficioso en McLaren. El piloto británico reforzaba así su liderato: pasaba de tener 7 puntos a 8 con cinco pruebas por disputarse.
Pero ocurrió: en la novena curva, Hamilton pinchó la rueda delantera derecha y llegó como pudo a boxes, con el neumático desgarrado volando por el Istambul Park. Era el golpazo de suerte que necesitaba Alonso y que no desaprovechó. El bicampeón mundial, tras una salida nefasta, se puso tercero, y así acabó, con su 45º podio en la carrera número 100. Ahora sólo tiene 5 puntos menos que su rival. Excelente balance en una carrera que ganó con autoridad Massa, que está a 15 puntos del liderato. El piloto brasileño tiene uno más que su compañero Raikkonen, segundo en Estambul.
"Es una gran recompensa"
"Cuando nos superaron los dos BMW en la salida pensé que sería un día duro. Tenía que intentar no cometer errores y esperar un milagro, que llegó", explicó, demasiado serio, Alonso en la rueda de prensa. "Este podio es una gran recompensa, pero podía haber sido mejor", añadió el piloto de McLaren.
No estaba satisfecho del todo Alonso, que nunca tuvo opciones de atrapar a los Ferrari y que llegó a rodar sexto en la primera vuelta, tras perder al inicio dos posiciones. En un circuito preparado para ello, fue incapaz de adelantar a Robert Kubica y Nick Heidfeld, que le hacían de tapón. El asturiano perdía casi un segundo por giro. Una temeridad. La sangría se cortó sólo cuando los pilotos de BMW pasaron por boxes. Sólo entonces les superó.
Hamilton, el objetivo
Su próximo objetivo era Hamilton, con el que ha hablado en los últimos días y ha perdonado su soberbia en Hungría. Ahora sólo ataca a McLaren porque cree que no le ha valorado el esfuerzo que ha hecho por mejorar el rendimiento de un coche que en invierno no era competitivo. Y, poco a poco, fue acercándose al piloto británico. Aunque eran distancias insuficientes para superarle tras el reportaje.
El reventón del monoplaza facilitó las cosas a Alonso. No se quejó Hamilton después: "Tuvimos algo de mala fortuna, pero hicimos un buen trabajo. Tuve suerte de poder controlar el coche y que no se fuese a la gravilla".
Triunfo de Ferrari
Entonces, como casi durante toda la jornada, Massa tenía asegurada su segunda victoria consecutiva en Turquía. Sólo se puso nervioso en un par de acciones puntuales, como cuando se quitó la visera del casco porque le molestaba. El piloto brasileño pudo dedicar su quinto triunfo en el Gran Circo a sus padres, que fueron a verle. "Me encanta este país, este circuito... Aquí di el gran paso en mi carrera y pasé a competir con los mejores".
Massa aún se emociona recordando su primera victoria en la Fórmula 1, en Estambul. Fue hace poco menos de un año, el 27 de agosto de 2006. Se impuso a los dos grandes protagonistas de la temporada: a Alonso, que fue segundo, y a su compañero Michael Schumacher, que completó el podio. Massa había debutado en la Fórmula 1 en el GP de Australia de 2002 con Sauber.
Irregular
Muchos consideran que el piloto brasileño no es un campeón. Lo cierto es que es sumamente irregular. Combina actuaciones pésimas como las de Hungría o Mónaco, donde ni tan siquiera puntuó, con excelentes como sus tres victorias (además de Turquía, Bahréin y España) y su remontada en el GP de Inglaterra -pasó del último lugar al quinto-. "Aspiro a todo", no se cansa de repetir ese fan del actor Robert de Niro y seguidor de la serie de TV 24. Sueña con llegar al GP de Brasil, el último, con opciones de ser campeón, ante su público.
Pero ocurrió: en la novena curva, Hamilton pinchó la rueda delantera derecha y llegó como pudo a boxes, con el neumático desgarrado volando por el Istambul Park. Era el golpazo de suerte que necesitaba Alonso y que no desaprovechó. El bicampeón mundial, tras una salida nefasta, se puso tercero, y así acabó, con su 45º podio en la carrera número 100. Ahora sólo tiene 5 puntos menos que su rival. Excelente balance en una carrera que ganó con autoridad Massa, que está a 15 puntos del liderato. El piloto brasileño tiene uno más que su compañero Raikkonen, segundo en Estambul.
"Es una gran recompensa"
"Cuando nos superaron los dos BMW en la salida pensé que sería un día duro. Tenía que intentar no cometer errores y esperar un milagro, que llegó", explicó, demasiado serio, Alonso en la rueda de prensa. "Este podio es una gran recompensa, pero podía haber sido mejor", añadió el piloto de McLaren.
No estaba satisfecho del todo Alonso, que nunca tuvo opciones de atrapar a los Ferrari y que llegó a rodar sexto en la primera vuelta, tras perder al inicio dos posiciones. En un circuito preparado para ello, fue incapaz de adelantar a Robert Kubica y Nick Heidfeld, que le hacían de tapón. El asturiano perdía casi un segundo por giro. Una temeridad. La sangría se cortó sólo cuando los pilotos de BMW pasaron por boxes. Sólo entonces les superó.
Hamilton, el objetivo
Su próximo objetivo era Hamilton, con el que ha hablado en los últimos días y ha perdonado su soberbia en Hungría. Ahora sólo ataca a McLaren porque cree que no le ha valorado el esfuerzo que ha hecho por mejorar el rendimiento de un coche que en invierno no era competitivo. Y, poco a poco, fue acercándose al piloto británico. Aunque eran distancias insuficientes para superarle tras el reportaje.
El reventón del monoplaza facilitó las cosas a Alonso. No se quejó Hamilton después: "Tuvimos algo de mala fortuna, pero hicimos un buen trabajo. Tuve suerte de poder controlar el coche y que no se fuese a la gravilla".
Triunfo de Ferrari
Entonces, como casi durante toda la jornada, Massa tenía asegurada su segunda victoria consecutiva en Turquía. Sólo se puso nervioso en un par de acciones puntuales, como cuando se quitó la visera del casco porque le molestaba. El piloto brasileño pudo dedicar su quinto triunfo en el Gran Circo a sus padres, que fueron a verle. "Me encanta este país, este circuito... Aquí di el gran paso en mi carrera y pasé a competir con los mejores".
Massa aún se emociona recordando su primera victoria en la Fórmula 1, en Estambul. Fue hace poco menos de un año, el 27 de agosto de 2006. Se impuso a los dos grandes protagonistas de la temporada: a Alonso, que fue segundo, y a su compañero Michael Schumacher, que completó el podio. Massa había debutado en la Fórmula 1 en el GP de Australia de 2002 con Sauber.
Irregular
Muchos consideran que el piloto brasileño no es un campeón. Lo cierto es que es sumamente irregular. Combina actuaciones pésimas como las de Hungría o Mónaco, donde ni tan siquiera puntuó, con excelentes como sus tres victorias (además de Turquía, Bahréin y España) y su remontada en el GP de Inglaterra -pasó del último lugar al quinto-. "Aspiro a todo", no se cansa de repetir ese fan del actor Robert de Niro y seguidor de la serie de TV 24. Sueña con llegar al GP de Brasil, el último, con opciones de ser campeón, ante su público.
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