Otro paso fundamental de Fernando Alonso. Otro resultado importante para lograr su tercer mundial consecutivo. En el GP de Bélgica el piloto español consiguió el mejor resultado posible, el tercer lugar, con Kimi Raikkonen y Felipe Massa por delante, con Lewis Hamilton, cuarto, detrás. A falta de tres carreras, con la gira europea concluida, el bicampeón está a tan sólo dos puntos del liderato, tras recortar 12 en las últimas seis citas.
"Me voy contento. Superar a mi compañero era mi gran objetivo y lo he logrado", explicó Alonso, que reconoció la tremenda superioridad de Ferrari. "No hemos podido luchar contra ellos", analizó el piloto de McLaren. Porque en el mítico circuito Spa-Francorchamps los bólidos rojos fueron inalcanzables desde el primer instante. En la octava vuelta Raikkonen ya le sacaba casi siete segundos al bicampeón mundial, en la 22, en el ecuador de la carrera, más de 15.
Dos o tres décimas menos en ritmo
Pronto, demasiado, tuvo que asumir que las dos primeras plazas serían para Ferrari -"teníamos dos o tres décimas menos en ritmo de carrera"-. La escudería de Maranello tuvo su mejor día de la temporada: logró el tercer doblete, sus podios 600 y 601 y se proclamó campeón del mundial de constructores por 15ª vez en la historia, tras la sanción de la FIA a McLaren.
Nada cambió en las primeras posiciones en una salida vistosa. Raikkonen y Massa rodaron con parsimonia, primero y segundo respectivamente, Hamilton intentó superar a Alonso, que supo defenderse, taponarle. Los dos monoplazas rodaron en paralelo, e incluso el McLaren del piloto británico se salió por una zona con escapatoria, pero pudo reincorporare. "Tuve suerte de conservar la tercera posición", resumió el piloto español. "Fernando fue muy duro", replicó Hamilton, "Siempre se está quejando de las maniobras antideportivas de los demás, pero en ese momento se abrió todo lo que pudo sabiendo que yo estaba allí".
Idéntica estrategia
Fue cuanto menos curioso que la primera estrategia de Ferrari y McLaren fuese idéntica: tanto Raikkonen como Alonso se pararon a repostar en la vuelta 15, y Massa y Hamilton, en la 16. Fue la anécdota para cerrar una semana en la que se habló más de los correos electrónicos entre Alonso y De la Rosa y de las llamadas entre Nigel Stepney, ex director técnico de Ferrari, y Mike Coughlan, ex jefe de diseño de McLaren que del propio GP de Bélgica.
También coincidieron, a medias, en la segunda parada en boxes. Tanto Alonso como Massa repostaron a 12 vueltas del final, una antes que Raikkonen. Más apuró Hamilton, que no pasó por el pit lane hasta que faltaban ocho giros, obsesionado con recortar las distancias con su compañero e escudería. Su ambición a punto estuvo de costarle el abandono. Volvió a salirse del trazado por unos segundos.
Todo estaba sentenciado: Raikkonen -no he tenido problemas, todo ha ido perfecto"- igualaría el récord de victorias seguidas en el GP de Bélgica de Michael Schumacher (tres), Massa sería segundo y Alonso seguiría sin ganar en Fórmula 1 en su circuito favorito.
El octavo puesto
La emoción sólo estaba atrás: Heikki Kovalainen, de Renault, defendía como podía la octava posición ante Robert Kubica, de BMW Sauver. Era la pugna por el último punto de la carrera. Al final el piloto finlandés de la escudería francesa resistió. Fue un pequeño premio para Flavio Briatore, que vio cómo su otro corredor, Giancarlo Fisichella, abandonaba en la primera vuelta.
El director de Renault anunciará en el próximo GP de Japón quienes serán los dos pilotos del equipo en 2008. Piensa en el retorno de Alonso, por mucho que el manager de éste diga que su marcha de McLaren es "imposible". Muchos afirman que el piloto español volverá donde triunfó. Que se irá de un sitio en el que no se siente valorado. Donde está a tan sólo dos puntos del liderato.
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