lunes, 24 de septiembre de 2007

Stoner: un campeón precoz e infravalorado

Stoner posa ante los fotógrafos tras proclamarse campeón del mundo. -EFE


Parece que el éxito no le inmute, que ganar un mundial de MotoGP tres carreras antes del final y con 83 puntos de ventaja sobre un heptacampeón como Valentino Rossi sea pura rutina. El nuevo Casey Stoner (Southport, Australia, 1985) es así: cerebral, introvertido, infalible.

"No exteriorizo demasiado mis sentimientos. No soy español ni italiano", explicaba hace meses al diario El País. Por eso, cuando cruzó la línea de meta del circuito de Motegi, cuando era campeón del mundo -el segundo más joven de la historia en la categoría reina tras Freddie Spencer-, apenas se concedió un caballito el piloto australiano.

No estaba satisfecho Stoner
. No le había gustado la forma de lograr su gran éxito: había completado su peor carrera de la temporada. Salió noveno, desde la tercera línea de la parrilla, y acabó sexto, lejos de su compañero de Ducati Loris Capirossi, que ganó en Japón por tercer año consecutivo -Randy de Puniet y Toni Elias completaron el podio, y Dani Pedrosa se cayó y abandonó-. Su único rival, Rossi, fue 13º, desquiciado, una vez más, con su moto. No era cómo quería ser campeón del mundo.

El autógrafo

Sólo se emocionó Stoner cuando abrazó a su madre, Bronwyn, y a su esposa, Adriana, a la que conoció en Phillip Island hace cuatro años, cuando aún estaba en 125cc. Ella le pidió un autógrafo en el paddock: se gustaron. A principios de año se casaron y desde entonces Stoner ha cambiado. Sigue siendo muy ambicioso, pero sabe serlo con sangre fía. Cuesta imaginarse que el piloto australiano vuelva a estar envuelto en polémicas como las del GP de Portugal del año pasado, cuando llegó a chocarse con Dani Pedrosa en la sesión de calificación y fue multado con 1.000 dólares.

Seguramente mientras rodaba los últimos kilómetros en Japón, en un trazado medio mojado, Stoner repasaba sus inicios. Los dos años que convivió en el Centro Neurálgico de Operaciones en Cardedeu (Barcelona), donde Alberto Puig, su descubridor, le dio los primeros consejos. Allí la familia Stoner instaló su caravana con la que se fueron de Kurri-Kurri con la esperanza de ver triunfar a Casey. Motivos tenían: acumulaba 42 títulos nacionales de dirty track. No se equivocaron. En su período en España compaginó algunas carreras del Campeonato de España y el británico. Ganó doce pruebas.

Puig le ayudó para correr con una Honda y Wild card dos pruebas del mundial de 125cc. En su debut en el GP de Gran Bretaña fue 17º; en Australia, 12º. El último favor que le hizo su mentor fue ponerle en contacto con Lucio Cecchinello, que lo fichó para competir con Aprilia en 250cc. Fue una decisión desacertada, ya que no se adaptó e incluso se fracturó el hombro en pretemporada. Eso sí, en la tercera carrera, en Jerez, acabó sexto y puntuó, con 16 años y poco menos de siete meses. Continúa siendo el más joven en haberlo hecho en el cuarto de litro.

Duelo con Pedrosa

En 2003 bajó de categoría, corrió en 125cc sin demasiada suerte. Un año después, con una KTM, Stoner tampoco brilló. Subió a 250cc en 2005 y se transformó: fue subcampeón tras protagonizar un buen duelo con Dani Pedrosa, y, como el español, subió a MotoGP en 2006.

El año de su debut en la máxima categoría fue complicado, mucho, para Stoner. Tuvo hasta 14 accidentes y poco tardaron sus detractores en apodarle Rolling Stoner. Empezaba en las primeras posiciones -de hecho en su segunda carrera, en el GP de Qatar, logró la pole- y acababa en el suelo. Un curso después aún no se ha caído, pero el piloto de Ducati no cree que haya mejorado tanto como piloto. Dice que ahora sí que está en un buen equipo y tiene una buena moto. En Honda LCR, con neumáticos Michelin, se sentía desaprovechado -"quieren que ganen algunos y no quieren que ganen otros"-.

"Merezco un respeto"

Stoner sigue considerándose infravalorado. No puede asumir que muchos menosprecien su título por los pésimos neumáticos que han tenido Honda y Yamaha durante gran parte de la temporada y por las motos poco fiables de Rossi y Pedrosa. "No digo que sea el mejor, pero merezco un respeto", exigía el piloto australiano en Marca antes del GP de San Marino, donde logró su último triunfo. Lleva ocho en 15 carreras.

Tampoco está satisfecho Stoner con su sueldo. Exigirá mejorar su contrato, que es uno de los más bajos del circuito, apenas 800.000 euros. Treinta veces menos que un Rossi que no triunfa desde 2005. En el GP de Japón Il Dottore volvió a fracasar, como cuando se cayó en Cheste el año pasado. Pero esta vez no fue culpa suya.

El heptacampeón tuvo que pasar por el box cuando era líder, tras remontar desde la séptima posición (perdió cinco puestos en la salida). Cambió su moto como todos, porque los neumáticos intermedios de su Yamaha estaban desgastados. Pero, de nuevo, la máquina le falló, y tuvo que parar otra vez. Se incorporó 11º y poco después se salió del trazado. Su moto era ingobernable. Como cuando la escudería japonesa era mediocre y el propio Rossi dominaba con la Honda.

Ahora quien gana es Stoner. Un campeón precoz e infravalorado. El triunfador del mundial de los neumáticos.

1 comentario :

avenida dijo...

Yo no sabía que Stoner fuera tan joven, ya que lleva sonando bastante tiempo aunque en un nivel secundario. Espectacular su progresión, y a lo mejor desde aquí se lanzaron demasiado pronto las campanas al vuelo con Dani. Ningún problema con el intercambio de blogs, ahora mismo lo hago