domingo, 10 de febrero de 2008

El Tau, finalista pese a todo

Huertas penetra ante la oposición de Splitter -EFE.

Estuvo a punto de revivir su pasado más delicado. Estuvo cerca el Tau de volver a pasar por una situación parecida al triple de Alberto Herreros en 2005 y no clasificarse para la final de la que Copa del Rey que organiza. En los últimos tres minutos el anfitrión sólo anotó dos puntos (de Pablo Prigioni y Sergi Vidal desde la línea de personal) por 12 del Iurbentia Bilbao. Ese pobre balance acabó bastándole al Tau para ganar 68-66 y seguir soñando con levantar el torneo en su pabellón. Algo que ya logró en 2002 ante el Barça. Esta vez su rival será el DKV Joventut, que derrotó al Real Madrid (76-81).

El Tau era finalista pese a todo. Había sido muy sido muy inferior en el primer período y muy superior durante casi toda la segunda mitad, especialmente cuando a Fréderic Weis cometió (o le señalaron) la cuarta falta personal. La ausencia del pívot francés coincidió con la exhibición de Igor Rakocevic, que es un especialista en hacer muchas cosas bien en el menor tiempo posible. El escolta serbio anotó 11 puntos en el tercer período (53-47), sólo seis menos que el Iurbentia Bilbao, reducido a las penetraciones de Javi Salgado (15 puntos, con 5/9 en tiros de campo) y lastrado por el desacierto de Marcelinho Huertas.

Huertas, desacertado

El base brasileño no fue el jugador descarado y desequilibrante del partido de cuartos ante el Barça. Siempre encaró el aro con cierto temor, con demasiada precipitación (2/10 en tiros de dos). Tampoco tuvo suerte Huertas, que a falta de 6’30’’ y con 58-54 en el marcador, vio cómo se le salía de dentro un tiro que podía haber sido decisivo. En la siguiente jugada llegaría la exclusión de Weis, que provocó Pete Mickeal, muy atento para recoger el rebote tras un triple fallado por Muoneke. Mickeal protagonizó la misma jugada poco después, con Sergi Vidal como lanzador esta vez. El jugador estadounidense no falló y puso el 66-56 a falta de 3’03’’.

Entonces se descompuso el Tau, incapaz de superar la defensa del Iurbentia, que liderado por Salgado se puso a tan sólo dos puntos (66-68) a falta de ocho segundos. El parcial era de 0-8. El propio Salgado tuvo que hacerle falta a Prigioni, que metió un tiro libre y falló el otro. Rakocevic frenó a Huertas, que no a tirar a fallar el segundo, y Vidal, pícaro, perdió los segundos necesarios y forzó la personal de Banic. Anotó el primer tiro y erró el segundo apropósito. Todo estaba hecho.

Gran inicio del Iurbentia

Fue una derrota muy meritoria del Iurbentia Bilbao, que había protagonizado un inicio casi perfecto: Huertas anuló por completo a Prigioni, a quien le sacó dos faltas personales en los primeros tres minutos. Sin su base de referencia, el Tau se vio desbordado por la dirección excelente de Huertas y la fiabilidad de Quincy Lewis. Así que a los 5’25’’ el grupo de Vidorreta ya dominaba por 3-15, su máxima renta de todo el partido. Su defensa, cerrada y con constantes muchas ayudas, parecía insuperable. La única solución del grupo de Neven Spahija eran los tiros desde más allá de 6’25. Sólo anotó uno en ese período.

Tuvo que ser Pete Mickeal, antiguo ídolo del Breogán y ahora simple complemento, quien liderara la reacción del Tau. El alero estadounidense es un jugador físico con un buen salto y con un imán para los rebotes. En apenas cuatro minutos, entre el final del primer período y el ecuador del segundo, Mickeal anotó nueve puntos que hicieron posible que el Tau lograse su primera ventaja (22-20, minuto 14). A partir de entonces siempre estuvo por delante y acabó ganando pese a todo.

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