domingo, 13 de abril de 2008

La defensa zonal impulsa al Barça en Vitoria (77-81) y casi le asegura la tercera plaza

Grimau penetra a canasta ante Singleton -EFE.

Se está convirtiendo el Buesa Arena en un escenario impagable para el Barça. Es la pista en la que últimamente obtiene un bálsamo a su irregularidad. El año pasado se aseguró su presencia en la Euroliga ganando con solvencia el quinto partido de las semifinales de la Liga. Esta vez, tan sólo 48 horas después de quedarse a un paso de la Final Four de Madrid y de un viaje complicado desde Tel Aviv, el conjunto azulgrana ganó al Tau Cerámica 77-81 y consiguió prácticamente la tercera plaza de la fase regular. Tiene dos victorias y el básket average (89-85 en el Palau) sobre el grupo vitoriano a falta de cuatro jornadas.

Por fin logró el Barça un triunfo en una pista complicada. Lo ha acabado logrando a principios de abril. Es un reflejo de su pobre temporada, en la que ha perdido en Belgrado, Moscú, Madrid, Atenas o Badalona. El triunfo ante el Tau fue trabajado y, a diferencia de otras veces, tuvo un sentido grupal. El conjunto de Xavi Pascual sí funcionó desde la defensa (especialmente la zonal 2-3) y tuvo en Gianluca Basile y en Alex Acker a sus máximos anotadores (ambos sumaron 13 puntos). Fundamental acabó siendo otra vez más Pepe Sánchez, que anotó un triple a 41 segundos que rompió un parcial de 7-0 y puso el 70-76. El base argentino anotó seis puntos casi seguidos, pero otro lanzamiento de tres de Mickeal (horroroso 9 de 31 de su equipo de Neven Spahija) a 8'2'' marcó el 77-79. Basile sentenció desde la línea de personal.

Los errores de Tel Aviv

En el inicio repitió el Barça los errores con los que se descompuso el jueves ante el Maccabi. Así que en el primer cuarto el grupo de Xavi Pascual concedió hasta cinco pérdidas y recibió 10 puntos de contraataque (24-15). Se colgaba y gritaba Pete Mickael, anotaba a aro pasado Tiago Splitter... El juego del conjunto azulgrana era nefasto. No funcionaba Fran Vázquez, que se fue al banquillo con dos faltas personales. Estaba acertado Laka Lakovic, que anotó siete de sus 11 puntos en los primeros diez minutos.

Mario Kasun, que apenas llevaba un par de minutos en la pista, pidió el cambio. Como ante el Gran Canaria a mediados de enero. No podía seguir otra vez el pívot croata por sus problemas de corazón. El público del Buesa Arena le ovacionó, mientras el médico del Tau le acompañaba a la enfermería. Un gesto que suele repetirse en este deporte, que aún no ha perdido los valores que sí que han abandonado otros.

Ilyasova, discreto

A Ersan Ilyasova la lesión le ha restado su tremenda progresión en los últimos meses. Tanto en Tel Aviv como hoy en Vitoria volvió a ser el jugador del principio de temporada: parece que tenga miedo, que sepa que va a fallar (0 de 5 en tiros de campo en la primera parte). El ala-pívot acabó mejorando sus prestraciones en el último cuarto, cuando se multiplicó en ataque y en defensa.

Los triples del Tau

El 12º punto al contraataque del Tau, un canastón de Vidal ante Marconato puso el 28-15 a los 11'30''. Era la máxima renta del conjunto de Spahija. Pascual reaccionó: ordenó una defensa 2-3 e hizo entrar a Vázquez. Resultaron ser las dos decisiones más importantes antes del descanso. El Tau se atascó por completo en ataque, no pudo superar la agresiva azulgrana y no tuvo más remedio que probarlo desde 6'25. Su porcentaje, un 7% (1 de 14 en la primera parte), difícilmente podía ser peor. El mejor equipo en triples se descomponía con una de sus mejores virtudes. Sólo Mirza Teletovic (1 de 6) había anotado, curiosamente en el primer intento del partido.

Un triple de Basile y siete puntos seguidos de Vázquez, inmenso ante Splitter y Tetetovic, pusieron al Barça a tan sólo cinco (35-30 a los 17'45'') tras un excelente parcial de 7-15. Lakovic cerraría el descanso con una entrada (35-33).

Apuros en ataque

Continuó el Tau con apuros en ataque en la reanudación. Lanzó sus primeros tres tiros al límite de la posesión y sólo Mickeal logró anotar (37-37 a los 22'01''). Resolvía a la contra Jordi Trias (11 rebotes), que logró las dos canastas que propiciaron las dos primeras ventajas del Barça (35-37 y 37-39). Basile, con un dos más uno ante Planinic impulsó a su equipo y propició la tercera personal del base bosnio.

Prigioni es un jugador extraordinario. No tiene la frescura ni el acierto de otras temporadas, pero sigue siendo un jugador imprescindible para su equipo y continúa teniendo una buena selección de tiro. Sus dos triples en el tercer cuarto reimpulsaron a su equipo. El primero, tras un parcial de 4-21, puso el 40-42, el segundo, a tres décimas de la conclusión, el 53-55.

Duelo de defensas idénticas

Se estaba convirtiendo el encuentro en una lucha de defensas zonales 2-3. En ese duelo destacaba especialmente Alex Acker, a quien todo el mundo vendió como el sustituto natural de Juan Carlos Navarro y que apenas ha demostrado nada. Pero al escolta estadounidense se le da bien el Tau (14 puntos en el Palau) y anotó ocho puntos en el último cuarto, incluidos dos triples. El último puso la máxima diferencia del partido (63-53 a 2'56'').

Reaccionó el conjunto local con el acierto de Splitter (13 puntos) y un triple Sergi Vidal (12 puntos), que minimizó el pésimo partido de Igor Rakocevic (1 de 6 desde 6'25) y firmó el 70-73 a 59''. Fue entonces cuando a Sánchez no le tembló el pulso y respondió con otro triple. Y el Barça, pese al último susto de Mickael, logró una victoria balsámica. El Buesa Arena es su nuevo escenario talismán. No hay duda.

No hay comentarios :