Con Juan Carlos Navarro en la grada, sin su estrella, el Barça fue creciendo y construyéndose con acierto durante su debut en la Liga ACB ante el DKV Joventut (95-77). Empezó el conjunto de Xavi Pascual renunciando al rebote ofensivo en el primer cuarto, en el que sólo capturó uno. Acabó perfeccionando esa faceta (cogió 16 en total por nueve de su rival). El Barça basó gran parte de su juego en el inicio en David Andersen, extrañamente fallón (1/5 en tiros de dos en ese período), y encontró después a su última incorporación, Daniel Santiago, un 5 puro que cuajó un estreno exquisito con 11 puntos, tres rebotes y cinco faltas recibidas. Tras tres cuartos más o menos igualados (47-45 al descanso) y de parciales considerables a favor de unos y otros, el conjunto local cerró el encuentro con una pareja impagable de currantes: Roger Grimau (15 puntos) y Víctor Sada, jugadores que están lejos del reconocimiento que merecen y que no son estrellas, pero que responden al perfil que siempre debe figurar en el equipo. Entre los dos y con Fran Vázquez como gran beneficiado sentenciaron el partido, que fue la antítesis de lo que sucedido en la Lliga Catalana hace dos semanas. Un parcial de 16-2 en cuatro minutos fue decisivo.
El encuentro se decidió, curiosamente, cuando Pops Mensah-Bonsu estaba en el banquillo con tres faltas personales. El pívot inglés representa como nadie uno de los grandes argumentos del DKV Joventut: el físico. Mensah-Bonsu tiene un salto prodigioso, aprovecha muy bien su cuerpo (ni Ersan Ilyasova pudo frenarle) y sabe rectificar con facilidad. Tampoco le cuesta demasiado adaptarse. El año pasado el ex jugador del Benetton Treviso fue el gran artífice de la salvación del Granada tras ser fichado tan sólo para la última jornada y anotar 22 puntos y coger nueve rebotes. Ante el Barça Mensah-Bonsu sumó 16, con un más que bueno 8 de 12 en tiros de dos. El problema del conjunto de Sito Alonso fue que Demond Mallet, por primera vez en mucho tiempo, se convirtió en un simple tirador (9 puntos y 1/6 en triples). Un contratiempo demasiado importante teniendo en cuenta que Ricky Rubio continúa lesionado. Así que sólo Bracey Wright, el teórico sustituto de Rudy (si puede tener recambio), secundó a Mensah-Bonsu con 20 puntos. El conjunto azulgrana, simplemente presentó más recursos, bastantes más. Los números no mienten: 119 puntos de valoración por 77.
La irregularidad de Jasaitis
Apareció el mejor Barça cuando más cómoda se sentía la Penya, tras los únicos cinco puntos de Simas Jasaitis, un jugador de rachas que, exagerando poco, había hecho más cosas en la Lliga Catalana y en la Supercopa ACB que los dos últimos años en Maccabi y Vitoria. El alero lituano es el exponente de la irregularidad, capaz de fallar varios tiros seguidos y después encadenar diversos aciertos. De hecho, en medio minuto anotó una contra y un triple, sus únicos cinco puntos (2/6 en tiros de campo). Esas dos jugadas y un par de tiros libres de un Jan Jagla reducido a los triples (2/5) le dieron al conjunto de Badalona su máxima ventaja (54-59 a los 25’38’’). Fue entonces cuando reaccionó definitivamente el Barça, con respuestas de todo tipo. Con Santiago bien colocado en la pintura y muy superior sin Mensah-Bonsu y con cuatro triples en tres minutos, uno de Ilyasova, otro de Lubos Barton y dos de Andre Barrett. Sada, con una gran recuperación, cerraría el período machacando en un contraataque (75-64, minuto 30).
La respuesta de la Penya fue tan rápida como inconsistente. Con dos canastas de Pere Tomàs, un joven que se ha fogueado mucho en el CB Prat, y un triple de Bracey el grupo visitante se puso a tan sólo cuatro puntos (75-71 a 8’17’’ del final). El rebote ofensivo y los recursos en ataque de Grimau y Sada, que repartieron 11 asistencias entre ambos (por 15 del grupo verdinegro), precipitaron el desenlace con un parcial de 16-2 en cuatro minutos. El capitán del Barça penetró con facilidad y se entendió con Vázquez, que apenas había jugado hasta entonces, pero que acabaría con 11 puntos, diez en el último cuarto.
Minutos para Trias
“En la Lliga y en la Supercopa nos precipitamos, jugamos incómodos. Hoy ha sido diferente”, valoraba Sada en TV3. El base no había estado afortunado ni en la final del torneo catalán ni en la competición ACB y necesitaba un buen partido para coger confianza. Como Jordi Trias, que se había convertido en el recambio del recambio del recambio. Es decir, en una opción remota, muy improbable. Incluso Xavi Rey, cedido al Ricoh Manresa el año pasado con escaso protagonismo, estaba por delante de él. Esta vez el ala-pívot, MVP de la Copa de 2007, jugó, pero tan sólo seis minutos, los suficientes para capturar cinco rebotes y anotar, sin fallo, cinco puntos. De hecho, metió un triple, algo que no hacía desde hace tres temporadas. Trias no puede convertirse en un agitatoallas. Tampoco Jaka Lakovic, que de nuevo fue el base titular, circuló rápido el balón y poco a poco va cogiendo confianza. Sólo acabará haciéndolo con más protagonismo. Algo que ya se ha ganado hace meses Ilyasova (13 puntos y siete rebotes), un ejemplo del equilibrio entre defensa y ataque. Del crecimiento que experimentó este Barça en su debut en la Liga ACB.
2 comentarios :
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