Cumplió su cometido, pero quedó emparejado con el peor rival. El Barça rompió una racha de 18 años sin vencer en Tel Aviv al Maccabi (74-90) y se ganó pasar como primero del grupo F del Top 16 y tener el factor cancha a favor en cuartos. Liderado por Gianluca Basile (29 puntos, 7/9 triples) y Juan Carlos Navarro (19), el conjunto azulgrana hizo muy bien lo que dependía de sí mismo. El resto, la identidad de su rival en cuartos de final, se decidió en el Buesa Arena de Vitoria. Contra pronóstico el último obstáculo para alcanzar la Final Four de Berlín será el Tau, que perdió ante Olympiacos (80-88). Representa un reto mayúsculo para el Barça, perdedor en los últimos seis partidos contra el Tau. Especialmente dolorosa fue la derrota en la pasada final de la Liga ACB, en la que cedió 3-0 con la pista a favor al mejor de cinco partidos. Completan la serie de cuartos Olympiacos-Real Madrid, Panathinaikos-Montepaschi y CKA Moscú-Partizán de Belgrado.
Muy cerrado en defensa y con alternativas constantes, el Maccabi cuestionó al Barça durante los primeros tres cuartos a base de jugar en la pintura y una buena selección de tiros de tres. (2/3 en el primer cuarto). No acusó el conjunto israelí la baja forzosa de su mejor jugador, D’Or Fischer, que hace unos días recibió un corte en la mejilla a la salida de una discoteca. Cualquier golpe le hubiese desfigurado la cara para siempre. Sin Fischer el liderazgo del Maccabi se lo repartieron dos hombres: Lior Eliyahu (12 puntos), un exquisito ala-pívot al que pretende el Tau para el próximo curso, y Marcus Brown (16), ex jugador de Unicaja y máximo anotador de la historia de la Euroliga. Eliyahu le hizo un traje perfecto al Barça en el primer período con ocho puntos y obligó a Xavi Pascual a cambiar al superado David Andersen por Ersan Ilyasova (14), cuya defensa fue más efectiva. Mejorarla tampoco era excesivamente complicado.
Vázquez, excelente
Hasta que Fran Vázquez (15 tantos y seis rebotes) saltó a pista el Barça no aprovechó su superioridad en centímetros. De hecho, sin el pívot gallego apenas se acercó a la canasta. Era como si tuviese fobia a hacerlo, como si no se viese capaz de penetrar o pivotar. Así que pretendió resolver con triples, un recurso demasiado previsible y que tan sólo depende de la puntería. Metió los tres primeros y se distanció 9-13 (a los 4m38s), pero falló los cuatro siguientes y cedió 22-17 (a los 9m30s), su peor desventaja en todo el partido. Vázquez solucionó dicha papeleta con ocho puntos consecutivos muy trabajados (25-27 a los 13m35s). El rendimiento del pívot gallego, los cuatro triples de Basile y las acciones puntuales de Navarro fueron lo mejor en la primera parte de un Barça desnortado que no se imponía en los rebotes (cedió ocho ofensivos en el segundo cuarto) y que no supo cómo parar a Eliyahu y Marcus Brown. Razones suficientes como para no poder realizar su juego de contraataque. Sólo lo hizo en un par de ocasiones, las últimas del segundo cuarto, que le permitieron llegar al descanso 39-45.
Aguantó como pudo el Maccabi en el tercer cuarto. Era una empresa casi imposible porque cuatro de sus jugadores casi no habían descansado, mientras que Pascual podía permitirse más rotaciones de calidad, aunque ni Lubos Barton ni Andersen o Andre Barrett actuasen como tales. A pesar de todo, en la variedad quedó reflejada la gran diferencia que separa a los dos equipos actualmente. Cuando Vázquez desconectó por momentos del partido el Barça no lo notó. Ahí estaba Ilyasova, que hasta entonces presentaba un horrible 1/6 en tiros de campo, y que anotó siete puntos en el tercer cuarto para poner una nueva máxima ventaja (55-66 a los 28m58s). El conjunto azulgrana había aprovechado a la perfección que Marcus Brown y Arroyo estuviesen en el banquillo. Charles Gaines, ex jugador del DKV Joventut, y Casspi, que suele hacerlo bien ante el Barça, intentaban, sin éxito, sostener a los locales con un discurso diferente al de sus compañeros ausentes: el trabajo por encima del talento.
Vázquez se reenganchó al partido en el último cuarto con un surtido de tiros genial: un mate a una mano cogiendo la pelota en el aire, convirtiendo un triple defectuoso de Barton en un perfecto alley oop… Otro triple de Basile, el sexto, prácticamente sentenció la cita (58-73 a 6m34s), pero el Maccabi reaccionó hasta reducir la distancia a nueve puntos (64-73 a 5m14s). Navarro, con sus dos únicas canastas de dos (una más tiro adicional) acabó con la incertidumbre y el Barça ganó en Tel Aviv más de 18 años después. Ahora ya sabe qué se le exige si quiere jugar la Final Four de Berlín. Vencer al Tau. Tendrá el factor en cancha a favor y los últimos precedentes totalmente en contra.
No hay comentarios :
Publicar un comentario