viernes, 24 de julio de 2009

Cavendish reitera su fiabilidad con el quinto triunfo

Cavendish levanta el puño para celebrar su triunfo en Aubenas -EFE.


Está convirtiendo el ciclismo en una ecuación exacta, como si el deporte fuese algo rígido, repetitivo y casi científico. La estadística de Mark Cavendish (Isla de Man, Reino Unido, 1982) en el Tour de Francia es extraordinaria. El ciclista del Columbia lleva nueve triunfos repartidos en los últimos dos años, cinco en esta edición, y nunca ha perdido un sprint estando bien colocado. En dichas circunstancias jamás quedó segundo ni tercero ni tan siquiera un cuarto lugar. Cavendish es invencible en etapas como la 19ª, de transición (y de respiro) tras los Alpes y la contrarreloj de Annecy. Un bálsamo para el mejor sprinter de la actualidad, exigido y al borde del abandono en la montaña. “Mis compañeros han tenido mucha paciencia conmigo en los puertos”, confesó Cavendish, que superó en la línea de meta de Aubenas a Thor Hushovd, precisamente quien puede impedirle completar un Tour perfecto, pues le saca 25 puntos por el maillot verde de la regularidad. Una diferencia casi insalvable por mucho que mañana sábado en la etapa del Mont Ventoux haya dos sprints especiales. Cavendish tendría que ganar en los Campos Elíseos y que Hushovd lo hiciese rematadamente mal.


“Lo intentaremos hasta que tengamos opciones”, convino Cavendish, a tres victorias del mejor récord de la prueba en una edición, las ocho que ostentan Charles Pélissier (1930), Eddy Merckx (1970, 1974) y Freddy Maertens (1976). Más factible será que el británico supere la marca de tres de los mejores sprinters de la historia, Mario Cipollini, Erik Zabel y Robbie McEwen, con 12 victorias cada uno en el Tour. Cavendish presenta el mismo registro (nueve) que Tom Steels y supera a Hushovd (siete), Tom Boonen (seis) u Óscar Freire (cuatro), que de nuevo no pudo colocarse bien e incluso se comió una rotonda en los últimos metros. El cántabro finalizó quinto.


No se cumplieron las expectativas y el puerto del Escrinet, de segunda categoría, no eliminó a los que más sufren en las montañas como Cavendish, impulsado por sus compañeros y por Tony Martin en los metros finales. De nuevo la etapa fue acumulando escapados con diferencias ínfimas y sin repercusión en la clasificación. En la más masiva, el mejor situado por tiempos era Nicolas Roche, a unos 32 minutos de Alberto Contador. También estaba en la fuga Cadel Evans, con más de 40 minutos perdidos… Entre Milram, Cervélo y Rabobank colaboraron para alcanzar a los fugados. En los últimos kilómetros Lefevre, al que se le añadió después Alessandro Ballan, actual campeón del mundo de ruta, intentaron disputarse la victoria, pero fueron neutralizados por el pelotón en el epílogo. Se llegó al sprint y Cavendish estaba bien colocado. No había otra opción: ganó.


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