Tres jornadas representan una muestra muy pequeña para sacar conclusiones sobre el rendimiento de un equipo. Son como una segunda pretemporada oficial en la que los técnicos intentan hacer encajar a los nuevos y acercarse lo máximo posible al nivel óptimo que puede dar la plantilla. Pero para Aíto y su Unicaja el tercer partido de la Liga ACB ante el Real Madrid era fundamental, pues habían perdido los dos partidos precedentes en finales ajustados. Tampoco ganó en el Martín Carpena al conjunto blanco, contra el que perdió en una prórroga que llegó a dominar por 74-68. Unicaja encajó un parcial definitivo de 5-13, responsabilidad exclusiva de Pablo Prigioni (15) y Louis Bullock, que anotó 10 de sus 18 puntos en el cuarto extra. El grupo de Aíto, pese a ser un equipo muy remozado, repitió el sino del curso pasado, cuando perdió las siete prórrogas que disputó. Las más desagradables fueron las del segundo y último partido de semifinales de Liga ante el Barça y en la final de Copa del Rey ante el Tau (ahora Caja Laboral).
Los tiradores, los excelentes tiradores, tienen esas cosas. A Bullock, ayudado por un gran Prigioni, le bastaron los últimos tres minutos de la primera derrota para convertirse en el máximo anotador del partido y evitar la primera derrota en el torneo del Real Madrid de Ettore Messina. Antes Sweet Lou había sido un jugador desquiciado y casi irrelevante: en el primer cuarto se fue al banquillo con -5 de valoración y alcanzó el descanso con dos puntos, ambos desde la línea de personal, pues había fallado las seis canastas que intentó. No consiguió su primera canasta en juego Bullock hasta los 24m 38s, contribuyendo a un parcial de 2-14 con el que el Real Madrid empató a 50 (a los 29m 48s) tras haber llegado a perder por diez (46-36 y 48-38).
Printezis y Freeland
Unicaja había alcanzado dicho colchón gracias a su superioridad en el rebote y a la versatilidad de sus pívots, sobre todo de Giorgos Printezis, auténtico protagonista de un frenético inicio con seis puntos (acabó con 18 como Bullock). El ex jugador de Olympiacos le hizo un traje a Jorge Garbajosa –seis puntos, muy aplaudido en su retorno al Martín Carpena, que no olvida que fue el héroe de una Liga y una Copa– y a Darjus Lavrinovic. Joel Freeland (15 puntos), otro de los fichajes de Unicaja de este curso, era la pareja perfecta para Printezis, mientras que los visitantes, inferiores en la zona, se sostenían por el acierto y la dirección de Prigioni y el impagable trabajo de Novica Velickovic (14 puntos y nueve rebotes).
Los locales perdieron dos partidos en uno porque también desperdiciaron una ocasión impagable para no llegar a la prórroga, forzada finalmente por Bullock. Unicaja se encontró con cinco puntos en una misma acción: un triple de Printezis y dos tiros libres de Carlos Jiménez, que había forzado la personal de Garbajosa (64-62, a 50 segundos). Y ya con 64-64 perdió sus opciones con una falta personal en ataque de Jiri Welsch.
A Aíto se le acumulan los problemas. El equipo se ha reforzado con seis jugadores nuevos, pero que se comporta igual que el curso pasado en las prórrogas. Ya no están Carlos Cabezas, Marcus Haislip o Boniface Ndong, pero la historia se está repitiendo otra vez. Así se despidió de dos títulos el año pasado. De momento vive en una segunda pretemporada y tiene tiempo de reaccionar. Sólo cabe repasar qué ocurrió en Polonia con la selección de Sergio Scariolo o con el propio Unicaja, que ganó la Copa de 2005 tras clasificarse en la última jornada.
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