No hay encuentro menor ni excusas para el Barça, a punto de completar la primera fase de la Euroliga como único equipo que no ha perdido ni un partido. Su incuestionable triunfo por 64-90 en Lyon ante el ASVEL Villeurbanne le permite depender de sí mismo para ser primero del grupo A. Una condición indispensable para poder esquivar al resto de primeros de los otros tres grupos y que los azulgranas lograrán si el próximo jueves día 14 no pierden por más de 19 puntos en el Palau ante el Montepaschi Siena, vencedor plácido en casa (101-58).
No necesita demasiado el Barça para hacer tambalear al rival y para ganarle en la batalla psicológica. Voluntarioso, pero demasiado dependiente del versátil Traoré (19 puntos), el ASVEL Villeurbanne tuvo un par de momentos lúcidos, un par de arrebatos en los que se convenció de que podía ganar a los azulgrana. Pero en ambos tuvo una réplica contundente y rápida. La fórmula de esta Barça: defensa al límite y ataque eficaz. A Dewar le duró poco la sonrisa por sus cinco puntos consecutivos en el inicio del segundo cuarto (20-22 a los 10m 46s), pues la respuesta fue instantánea. En el tiempo que se deshace una pastilla efervescente en el agua Roger Grimau (10 puntos) y Juan Carlos Navarro (15), con dos triples, protagonizaron un parcial de 2-14 (23-34 a los 14m 22s). Adiós dudas. Incertidumbre que apareció de forma puntual, pura anécdota, bien entrada la segunda parte. Entonces sería Lukauskis quien contribuyese a un 6-0 (42-50 a los 22m 29s) y al enfado de Xavi Pascual, que pidió tiempo muerto para centrar a sus jugadores. Los azulgrana se tomaron al pie de la letra los consejos de su técnico para lograr un 2-12. O mejor aún, el 2-17 de los primeros seis minutos del último cuarto (56-82 a 4m 10s).
Así que el final fue tan tranquilo como el inicio, cuando Pete Mickeal anotó once puntos en el primer cuarto y curiosamente ocho de ellos llegaron desde la línea de personal (10/12 de su equipo en dicho período). Aprovechó el Barça su superioridad física y de altura, asfixiando a un rival obligado a correr a cuentagotas y a las posesiones largas. A los locales no les sirvió de nada la defensa zonal 2-3 y al final lo único que pudieron celebrar es no ceder por más de 30. Los 28 fueron la máxima renta de los azulgrana (60-88 a 52 segundos del final) tras un mate de Fran Vázquez a asistencia de Jordi Trias, que repartió tres pases. Siete distribuyó Ricky Rubio, que continúa con su excelente racha desde más allá de 6’25 (3/4) y desdibujó casi siempre a Dixon, quien para anotar los mismos puntos (nueve) necesitó cinco tiros más (3/9). De momento, cuando el Barça dice basta poco le queda para hacer a su rival.
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