Por sus manos han pasado cada uno de los jugadores del Barça de baloncesto desde 1982: Epi, Norris, Solobázal, Sibilio, Xavi Fernández, Bodiroga, Jasikevicius… Todos han recibido los masajes y atenciones de Toni Bové, el fisioterapeuta azulgrana. El mismo que hace unos días escribía en su Facebook: “Señores, hay que animar a este gran jugador y mejor persona”. El comentario iba acompañado de una foto de Navarro, un guiño que Bové quiso compartir con sus más de 400 contactos en la red social de moda. Ánimos para La Bomba en un momento muy complicado, pues el jugador había fallado sus diez triples intentados en la serie contra el Madrid y, horas después del homenaje del fisioterapeuta, tampoco acertaría con los cinco lanzados ante el Ayuda en Acción Fuenlabrada. De hecho, desde la Copa del Rey Navarro acumulaba 8/52. Números duros que el referente del Barça olvidó por completo en Vistalegre, donde dejó claro desde el principio que no iban a tener continuidad anotando siete puntos sin fallo en el primer cuarto. Los tres últimos con su primer triple, el que inició un parcial contundente de 0-15 (7-19 a los 6m 40s). Con el tercero sin error Navarro hizo que su equipo doblase a un Madrid superado por los acontecimientos y doblado en el marcador (23-46 a los 16m 59s). El jugador acabó con las dudas sobre su rendimiento en los últimos dos meses surgiendo como hacen los mejores, con 24 puntos en un día clave y ante el rival idóneo, el grupo de Messina, que en los dos partidos anteriores había negado a los azulgrana el control y la alegría en su juego. El Barça ganó por 73-84 y obtendrá una plaza en la Final Four de París si el jueves vuelve a ganar en la cancha del Madrid o si lo hace en el Palau el próximo miércoles 7 de abril. En el resto de partidos, el Caja Laboral se impuso 66-53 al CSKA de Moscú y forzó el cuarto encuentro como el Asseco Prokom, ganador ante Olympiacos (81-78). Mientras que el sorprendente y solvente Partizán se adelantó en su serie por 2-1 después de vencer por 81-73 al Maccabi Tel Aviv, el equipo que hizo posible este Barça-Madrid.
Recuperaron los azulgrana el acierto (4/10 en triples), pero sobre todo la circulación que echaba a faltar Xavi Pascual, ese feeling entre el equipo que tenía repercusión en el juego, resultados y pronósticos. Europa daba como favorito para la Euroliga al Barça por su propuesta, intensidad y variedad de posibles líderes. Y en Vistalegre los azulgrana rescataron dichos valores, empezando por Navarro y siguiendo con Lakovic (13 puntos), que ya resultó decisivo con un triple el sábado ante un Ayuda en Acción Fuenlabrada muy incómodo. En Vistalegre el base esloveno sostuvo a su equipo en los instantes más comprometidos, en el tercer cuarto, aunque el Madrid no logró rebajar la diferencia a menos de dos dígitos (50-61 a los 29m 25s) por su mejoría en defensa, la versatilidad de Tomic (23) y la confusión absoluta de los visitantes en casi todo.
El empeño de Llull
A lo máximo que se acercaron los locales fue a siete (54-61 a 9m 01s) con otra impagable canasta del hiperactivo Llull (11), empeñado en liderar otra remontada extraordinaria, un objetivo que el conjunto blanco ha logrado varias ocasiones, la más recordada con el propio Llull como protagonista y el Montepaschi como perjudicado. Pero el Barça respondió a ese aviso con ataques arriesgados y efectivos, con aciertos de Morris (ocho), Mickeal (13, como en el segundo partido) y Navarro para replicar con un parcial de 2-9 que despejó cualquier incertidumbre.
La recuperación del Madrid resultó anecdótica y la gran actuación de Tomic no tendrá la repercusión que la que tuvo en el segundo del Palau, donde anotó un punto menos. El pívot croata ha sido el primero en llegar y es ahora quien más responsabilidad asume, señal inequívoca de lo que está siendo el grupo de Messina este año y que ha gastado mucho en fichar y demasiado en finiquitar contratos, como los de Massey o Papadopoulos. Vidal y Velickovic no jugaron y la participación de Lavrinovic (4m 55s) y Bullock (8m 02s) fue intrascendente: 0/4 en tiros y -7 entre ambos.
El agarrón de Hansen
Tomic fue la luz de un Madrid gris, privado del criterio de Prigioni -sólo acertado en los minutos basura- e impotente durante casi todo el encuentro ante un Barça que casi siempre llevó el partido a su terreno: juego rápido y contundente. Y sobre todo efectividad: Ndong anotó sus nueve puntos de forma consecutiva y sin fallo en el segundo cuarto. Y picardía: Navarro desquició a Hansen –11 puntos, junto a Tomic los únicos salvables de la primera parte–provocándole tres personales en el tercer cuarto, el punto negro de los visitantes. Tan enfadado y superado estaba Hansen que después de su segunda infracción llegó a agarrar del brazo a La Bomba. La imagen del partido y de esta crónica.
Navarro recibió ocho faltas, pero sólo lanzó cuatro tiros libres, en los últimos minutos y con bonus. Fueron los lanzamientos desde la línea de personal (21/23) los que salvaron al Madrid de una diferencia todavía superior. A los blancos les queda algo menos de dos días para volver a mostrar la imagen del Palau. Entonces la sonrisa de Tomic, y la unanimidad de elogios ante el que algunos catalogan de Pau Gasol del Este, contrastaba con la cara de circunstancias de Navarro y sus estadísticas de hemeroteca. Pero en Vistalegre La Bomba rescató poder. Con él como agitador el Barça tiene a un único paso estar entre los cuatro mejores en París.
1 comentario :
Hola!
Yo tengo un blog de F1 y me gustaria que te unieras a él y asi estar en contacto. Yo me uno al tuyo.
Saludos,
Ricard
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