Tomado como agitatoallas durante gran parte del curso, Bullock está siendo el mejor de su equipo en los playoffs y resultó clave en Sevilla para que su equipo empatase la serie de cuartos y forzase el tercer partido ante Cajasol (71-76). Sweet Lou contribuyó con 17 puntos y encontró a un aliado también cuestionado, Garbajosa (15). Ambos anotaron once tantos en el último cuarto, muy disputado por los locales, pues las cosas podrían haber sido distintas si Calloway (18) no hubiese fallado una penetración tras robarle un balón a Prigioni. Una acción que, a poco menos de un minuto para el final, hubiese puesto a Cajasol cinco por debajo. cuando había llegado a ceder por 23. Consolado por Kirksay y Radenovic, el ex base de Cibona cometería personal sobre el propio Bullock, quien no fallaría los dos tiros libres y sentenciaría el partido. El lunes (20.30 horas, La 2) se decidirá quién es el semifinalista de este cruce.
“Bajar la cabeza, el culo y jugar” eran las instrucciones de Messina, unas exigencias de marcado tono militar, poderosas y exigentes. El discurso idóneo para la situación límite del Madrid, al que una derrota le dejaba fuera de las eliminatorias por el título y que se encontraba en el peor momento del curso como había reconocido el propio entrenador italiano. Para salir del entuerto el conjunto blanco tenía que reconocerse, recuperar su juego, propuesta que no se entiende sin el protagonismo de Llull, mediocre en el partido anterior e hiperactivo en el cuarto inicial de éste con dos triples y ocho puntos (7-22) ante un Cajasol demasiado dependiente de Savanovic, irregular entonces, excelente después. Al Madrid no le había incomodado el cambio de bases, la entrada de Jaric por Prigioni, que seguía el partido desde el banquillo con dos personales, pero también con tres asistencias en su haber.
El banquillo
Las defensas alternativas ingeniadas por Plaza no suponían problema alguno para los visitantes, muy concentrados y efectivos en el rebote. En su dominio de los rechaces estaba la fortaleza del Madrid para aprovechar las segundas (o terceras) opciones y coleccionar contraataques. Velickovic y Reyes anotaban con facilidad y los jugadores del banquillo también se les unían: Bullock comparecía en el segundo cuarto con dos triples casi seguidos y Lavrinovic y Almond, inédito en Vistalegre, retorcían a Cajasol para colocar una diferencia muy importante (15-38 a los 15m 13s).
El grupo de Plaza no rebajó su intensidad, a pesar de que no le funcionasen las cosas. Fruto de esa insistencia, de las virtudes propias y los errores ajenos encadenó un parcial de 10-0 para reducir la distancia hasta el 25-38 (a los 19m 15s). Por primera vez en el partido el Madrid estaba desbordado y nervioso, ansioso en su proceder y forzando sus jugadas, especialmente la opción desde más allá de 6’25. Una alternativa rechazada por los locales en la primera parte, en la que sólo lanzaron tres y con exacta suerte: el fallo. Tomic cerraría el marcador al descanso (25-40).
Triples por fin
Volvió a la pista Prigioni y sobresalió Tomic (10 puntos), completo en ese tramo a los puntos y a los rebotes. Tres jugadas consecutivas del llamado Gasol del Este le dieron al Madrid su mejor ventaja (27-48 a los 25m 27s). Datos que no destemplaron al Cajasol, que perseveró, apostó por la zona 2-3, por fin se propuso tirar triples (2/4 en el tercer cuarto) y logró otro parcial mayúsculo: 15-2 (42-50 a los 29m 15s). Un tanteo empezado por otra contra de Calloway y cerrado por un triple de Miso y dos tiros libres, sustituto como base por el anterior. Nombrado mejor defensor de la Liga por la web especializada Solobasket, Kirksay (10 rebotes y cinco asistencias) hacía honor a dicho reconocimiento.
Por dos veces Miso (14 puntos) y Savanovic –máximo anotador del partido con 23- pondrían a su equipo seis por debajo, situaciones que el Madrid solventó con dos triples, el primero de Bullock y el segundo de Garbajosa, que como Bullock surgieron y reactivaron al Madrid en el último cuarto. Los errores desde la línea de personal del Cajasol (19/27) y la eficacia de dos veteranos ilustres forzaron el tercer y definitivo partido en Vistalegre. La temporada sigue para el Madrid. “Veníamos psicológicamente tocados y hemos recuperado la eliminatoria, que era lo más complicado”, reconocería Garbajosa en La 2.
“Bajar la cabeza, el culo y jugar” eran las instrucciones de Messina, unas exigencias de marcado tono militar, poderosas y exigentes. El discurso idóneo para la situación límite del Madrid, al que una derrota le dejaba fuera de las eliminatorias por el título y que se encontraba en el peor momento del curso como había reconocido el propio entrenador italiano. Para salir del entuerto el conjunto blanco tenía que reconocerse, recuperar su juego, propuesta que no se entiende sin el protagonismo de Llull, mediocre en el partido anterior e hiperactivo en el cuarto inicial de éste con dos triples y ocho puntos (7-22) ante un Cajasol demasiado dependiente de Savanovic, irregular entonces, excelente después. Al Madrid no le había incomodado el cambio de bases, la entrada de Jaric por Prigioni, que seguía el partido desde el banquillo con dos personales, pero también con tres asistencias en su haber.
El banquillo
Las defensas alternativas ingeniadas por Plaza no suponían problema alguno para los visitantes, muy concentrados y efectivos en el rebote. En su dominio de los rechaces estaba la fortaleza del Madrid para aprovechar las segundas (o terceras) opciones y coleccionar contraataques. Velickovic y Reyes anotaban con facilidad y los jugadores del banquillo también se les unían: Bullock comparecía en el segundo cuarto con dos triples casi seguidos y Lavrinovic y Almond, inédito en Vistalegre, retorcían a Cajasol para colocar una diferencia muy importante (15-38 a los 15m 13s).
El grupo de Plaza no rebajó su intensidad, a pesar de que no le funcionasen las cosas. Fruto de esa insistencia, de las virtudes propias y los errores ajenos encadenó un parcial de 10-0 para reducir la distancia hasta el 25-38 (a los 19m 15s). Por primera vez en el partido el Madrid estaba desbordado y nervioso, ansioso en su proceder y forzando sus jugadas, especialmente la opción desde más allá de 6’25. Una alternativa rechazada por los locales en la primera parte, en la que sólo lanzaron tres y con exacta suerte: el fallo. Tomic cerraría el marcador al descanso (25-40).
Triples por fin
Volvió a la pista Prigioni y sobresalió Tomic (10 puntos), completo en ese tramo a los puntos y a los rebotes. Tres jugadas consecutivas del llamado Gasol del Este le dieron al Madrid su mejor ventaja (27-48 a los 25m 27s). Datos que no destemplaron al Cajasol, que perseveró, apostó por la zona 2-3, por fin se propuso tirar triples (2/4 en el tercer cuarto) y logró otro parcial mayúsculo: 15-2 (42-50 a los 29m 15s). Un tanteo empezado por otra contra de Calloway y cerrado por un triple de Miso y dos tiros libres, sustituto como base por el anterior. Nombrado mejor defensor de la Liga por la web especializada Solobasket, Kirksay (10 rebotes y cinco asistencias) hacía honor a dicho reconocimiento.
Por dos veces Miso (14 puntos) y Savanovic –máximo anotador del partido con 23- pondrían a su equipo seis por debajo, situaciones que el Madrid solventó con dos triples, el primero de Bullock y el segundo de Garbajosa, que como Bullock surgieron y reactivaron al Madrid en el último cuarto. Los errores desde la línea de personal del Cajasol (19/27) y la eficacia de dos veteranos ilustres forzaron el tercer y definitivo partido en Vistalegre. La temporada sigue para el Madrid. “Veníamos psicológicamente tocados y hemos recuperado la eliminatoria, que era lo más complicado”, reconocería Garbajosa en La 2.
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