Hammon y Lyttle luchan por un balón -FIBA/ E. Castoria. |
Existen tradiciones difíciles de explicar y analizar. Números fríos y conmovedores que se repiten una vez tras otra con un desarrollo prácticamente exacto. ¿Qué le pasa a España contra Rusia en los últimos cuartos? Es una pregunta, retórica o no, que se repite desde el Mundial de Brasil de 2006, los fatídicos cuartos de final, límite de la selección también en los Juegos de Pekín de 2008. Si bien en la final del Eurobásket de Chieti de 2007 España cedió en los últimos segundos tras una excepcional remontada, en las semifinales del de Letonia del año pasado volvió a repetirse la misma historia, aunque con una nueva protagonista, Becky Hammon, que anotó 28 puntos, 18 de ellos en el último período. Ahora, algo más de un año después y en el Mundial de la República Checa, el balance fue de 27 y 10. La estrella del combinado ruso, también decisiva en Pekín, evitó que España llegase invicta a las eliminatorias y con la primera plaza del grupo F. La selección rozó el excelente en algunas fases del encuentro, pero se agarrotó durante gran parte del último período, encajando un definitivo 18-2 para acabar perdiendo por 76-67. El rival en cuartos de final será Francia, actual campeona de Europa. Estados Unidos-Corea del Sur, Australia-República Checa y Bielorrusia-Rusia completan los enfrentamientos directos.
Desencajada y agotada, Amaya Valdemoro, de nuevo máxima anotadora de su equipo con 21 puntos, hacía un gesto de impotencia en su camino hacia el banquillo, tras un tiempo muerto que había pedido José Ignacio Hernández para cortar la sangría que acababa de comer. Cinco puntos consecutivos de Valdemoro habían adelantado 54-60 a la selección, pero en tres minutos había pasado a ceder por uno, después de un triple de Hammon. Llegó otro más de la ex jugadora de Ros Casares y Rivas Ecópolis y a España se le hizo demasiado pequeña la canasta, tanto en los lanzamientos más sencillos como en los más precipitados: Valdemoro fallaba una bomba y Hammon anotaba de espalda y tras un gran falta. La puntería, la confianza y los rebotes (47 de Rusia por 32 de España) desequilibraron el partido.
Inicio fulgurante
La comparecencia de la selección fue intachable y brillante. Salió con descaro y sin ningún tipo de complejo, llevando el partido a su terreno. España se engrandeció a partir de la defensa y jugó con transiciones rápidas, algunas gracias a su extremo esfuerzo por bloquear a Rusia, débil porque Ana Cruz estaba consiguiendo contener a Hammon. Anulada la estrella rival, el grupo de Hernández conseguía canastas debajo del aro, mientras que el conjunto rusa se alejaba cada vez más. El parcial, 5-15 a los 5m 08s, no podía ser más esclarecedor. Sancho Lyttle (16 puntos) estaba atenta al rebote ofensivo y Valdemoro, Cruz y Ana Montañana se metían, como reza el tópico, hasta la cocina.
El remedio de Boris Sokolovcky fue sacar a Maria Stepanova. Resultó una solución inmediata, pues la jugadora del Ekaterimburgo se adueñó de la zona –junto con Svetlana Abrosimova– y anotó con suma facilidad. Fue una actuación puntual, pues apenas aportaría más allá de ese primer cuarto (20-25).
Por primera vez se atascó España, que durante cuatro minutos sólo anotó otros tantos puntos. Alba Torrens se precipitaba en sus tiros y Hammon, nerviosa maschando chile, empezaba a anotar sus primeros puntos. Jugar con cabeza, cortas más las líneas de pase y tener más agresividad eran algunas de las exigencias de Hernández. En la pista, Lyttle y sobre todo Valdemoro evitaban que Hammon pusiese por delante a su equipo por primera vez desde el 3-2 inicial. Tanto opositó para conseguirlo la estrella de Rusia, nacida en Estados Unidos y nacionalizada por orden y gestión del primer ministro Vladimir Putin, que lo consiguió a los 27m07s (51-50), ya en el tercer cuarto, tras llegar al descanso con un apretado 36-37. Una igualdad que se acabó en el último. No hay que darle más vueltas, pues esta vez el partido no era una eliminatoria y España continúa con opciones de medalla. Próxima estación, Francia.
Rusia 76: Hammon (27), Korstin (8), Kuzhina (3), Arteshina y Osipova (14) –quinteto inicial-, Danilochkina, Abrosimova (13), Vidmer (-) y Stepanova (11). España 67: Palau (2), Cruz (3), Valdemoro (21), Montañana (15) y Lyttle (16) –quinteto cinco inicial–, Martínez, Fernández (7), Torrens (3), Lima y Pascua.
Desencajada y agotada, Amaya Valdemoro, de nuevo máxima anotadora de su equipo con 21 puntos, hacía un gesto de impotencia en su camino hacia el banquillo, tras un tiempo muerto que había pedido José Ignacio Hernández para cortar la sangría que acababa de comer. Cinco puntos consecutivos de Valdemoro habían adelantado 54-60 a la selección, pero en tres minutos había pasado a ceder por uno, después de un triple de Hammon. Llegó otro más de la ex jugadora de Ros Casares y Rivas Ecópolis y a España se le hizo demasiado pequeña la canasta, tanto en los lanzamientos más sencillos como en los más precipitados: Valdemoro fallaba una bomba y Hammon anotaba de espalda y tras un gran falta. La puntería, la confianza y los rebotes (47 de Rusia por 32 de España) desequilibraron el partido.
Inicio fulgurante
La comparecencia de la selección fue intachable y brillante. Salió con descaro y sin ningún tipo de complejo, llevando el partido a su terreno. España se engrandeció a partir de la defensa y jugó con transiciones rápidas, algunas gracias a su extremo esfuerzo por bloquear a Rusia, débil porque Ana Cruz estaba consiguiendo contener a Hammon. Anulada la estrella rival, el grupo de Hernández conseguía canastas debajo del aro, mientras que el conjunto rusa se alejaba cada vez más. El parcial, 5-15 a los 5m 08s, no podía ser más esclarecedor. Sancho Lyttle (16 puntos) estaba atenta al rebote ofensivo y Valdemoro, Cruz y Ana Montañana se metían, como reza el tópico, hasta la cocina.
El remedio de Boris Sokolovcky fue sacar a Maria Stepanova. Resultó una solución inmediata, pues la jugadora del Ekaterimburgo se adueñó de la zona –junto con Svetlana Abrosimova– y anotó con suma facilidad. Fue una actuación puntual, pues apenas aportaría más allá de ese primer cuarto (20-25).
Por primera vez se atascó España, que durante cuatro minutos sólo anotó otros tantos puntos. Alba Torrens se precipitaba en sus tiros y Hammon, nerviosa maschando chile, empezaba a anotar sus primeros puntos. Jugar con cabeza, cortas más las líneas de pase y tener más agresividad eran algunas de las exigencias de Hernández. En la pista, Lyttle y sobre todo Valdemoro evitaban que Hammon pusiese por delante a su equipo por primera vez desde el 3-2 inicial. Tanto opositó para conseguirlo la estrella de Rusia, nacida en Estados Unidos y nacionalizada por orden y gestión del primer ministro Vladimir Putin, que lo consiguió a los 27m07s (51-50), ya en el tercer cuarto, tras llegar al descanso con un apretado 36-37. Una igualdad que se acabó en el último. No hay que darle más vueltas, pues esta vez el partido no era una eliminatoria y España continúa con opciones de medalla. Próxima estación, Francia.
Rusia 76: Hammon (27), Korstin (8), Kuzhina (3), Arteshina y Osipova (14) –quinteto inicial-, Danilochkina, Abrosimova (13), Vidmer (-) y Stepanova (11). España 67: Palau (2), Cruz (3), Valdemoro (21), Montañana (15) y Lyttle (16) –quinteto cinco inicial–, Martínez, Fernández (7), Torrens (3), Lima y Pascua.
2 comentarios :
¿Qué pasa máquina? ¿Cómo estás?
Saludos desde La Escuadra de Mago
Hammon, Hammon.. no sé como nunca nadie se lo ve venir. Hace tres años que nos ganan gracias a ella.
Empezó en las Olimpiadas, siguió con el Eurobasket y ahora con el Mundial.
Confiemos en que lleguemos a luchar por el bronce, seguramente contra ellas, y podamos "vengarnos".
Que conste que soy fan incondicional de ella, pero lo primero es lo primero. Aunque si tiene que ganarnos alguien, prefiero que sea ella..
Si te interesa saber más sobre Becky Hammon, administro un blog en español sobre ella ;)
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