El pez grande se merendó como quiso al pequeño. Estados Unidos fue a por faena y no dejó ninguna opción a España para intentar opositar por ser finalista del Mundial. Las estadounidenses, en una gran actuación coral, vencieron por 106-70 a la selección, que este domingo a partir de las 17:30 (Marca TV) luchará por el bronce contra Bielorrusia, perdedora en la prórroga (81-77) ante la anfitriona, la República Checa. España encontró a faltar mucho a Sancho Lyttle, por sus puntos y especialmente por sus rebotes, una faceta en la que cedió por 44 a 28. José Ignacio Hernández dosificó a sus jugadoras para que estuvieran lo más frescas posibles para el encuentro en el que aspiran a lograr su primera medalla en un campeonato del mundo.
Obligado por la lumbalgia de Lyttle, Hernández apostó por Cindy Lima (dos puntos y tres capturas) en el quinteto inicial. Un experimento fallido, pues la pívot barcelonesa se cargó con tres personales en menos de dos minutos y tuvo que dar entrada a la jugadora que menos había utilizado durante el Mundial, Lucila Pascua –Pascal para los comentaristas de FIBA TV–, tan cómoda como a quien le da la luz después de haber estado mucho tiempo a oscuras. En el banquillo esperaba Laura Nicholls, la penúltima con menos minutos durante el campeonato. Tampoco estaba suelta Ana Montañana.
Reacción de la selección
En la fragilidad de las pívots españolas y en el rebote (26 por 12 en la primera parte) encontró Estados Unidos un filón que no quiso obviar. Salió en trompa, con Catchings revolucionada, y ya ganaba por 11-1 a los 2m 40s. Un parcial grandioso que no destempló a España, que reaccionó como mejor sabe, desde la defensa, con los robos de balón y las transiciones rápidas como argumento, con Valdemoro y Torrens como finalizadoras (15-9 a los 5m 30s). Resultó un espejismo, el único momento de cierta duda de las estadounidenses, que aspiran a ganar su octavo campeonato del mundo en 14 participaciones. España no pudo mantener ese nivel tan alto, pese a las instrucciones que daba el seleccionador en el tiempo muerto: instó a sus jugadoras a que abriesen más los brazos para hacerse más grandes, una buena forma de decir que no podían seguir permitiendo más uno contra uno tan sencillos. Y sacó a dos jugadoras que ha entrenado como entrenador de clubs: Nuria Martínez y Marta Fernández, que este curso coincidirán en Valencia. Con la base, el equipo ganó en dinamismo y con la escolta, descaro y seguridad. Fue el mejor partido de ambas con 12 y 16 puntos, respectivamente.
Con tantos recursos que disfrutar, Estados Unidos intercambió referentes: primero habían sido Catchings y Candice Dupree, después, Moore. La selección de Geno Auriemma jugaba de maravilla, pero España conseguía poner resistencia especialmente gracias a las transiciones rápidas de Marta Fernández, que por fin ofreció lo que sabe hacer ante un rival que anotó cinco de sus seis tiros de tres. Números fantásticos que no desanimaron a España, que continuó a lo suyo, dándolo todo, con una canasta de Valdemoro, antes de que se quedase encogida en la pista y tuviese que retirarse al banquillo al borde de la lágrima. Que no pudiese jugar la 13 de España podía ser un contratiempo todavía más definitivo (39-24 a los 12m 40s), pero entonces se crecieron su sustituta, Ana Cruz, y Alba Torrens. Valdemoro ya calentaba, dispuesta a salir en cuanto su entrenador. Y salió, pero poco más jugó, pues Estados Unidos puso la directa con su máxima anotadora del partido, Silvia Fowles (16) para llegar al descanso con 58-34 a favor.
España, lógico, ya se había hecho a la idea de que su cometido en este Mundial será opositar por la medalla de bronce. Pero intentó reducir como fuese la desventaja, que dejó en 17 puntos tras un parcial de 1-8 en el inicio del tercer cuarto y buenos momentos de Pascua y el primer triple del equipo de Nuria Martínez. Resultó un amago de maquillar el marcador, porque Catchings, Diana Taurasi (3/4 en triples) y sobre todo Tina Charles hicieron que Estados Unidos alcanzase y superase los 30 puntos de diferencia. Con 33 a favor concluyó el tercer período y en el último llegaría a ganar por 39. Otra exhibición más para un equipo de otra dimensión, repleto de estrellas, pero sin la necesidad de desgastarlas, pues está solventado sus partidos con una autoridad apabullante, difícil de asumir el resto. Sólo Australia, eliminada en cuartos por la República Checa, había planteado problemas al combinado estadounidense y sólo perdió por ocho puntos. Por 21 cayó Francia, por 26 Grecia y repasar el resto es impresionante: Canadá (+41), Bielorrusia (+46), Senegal (+56) y, en la ronda de cuartos, +62 ante Corea del Sur, su mejor partido. A España le queda repetir lo que hizo en el Eurobásket de Letonia, conseguir otro bronce y ante el mismo rival, Bielorrusia.
106 - Estados Unidos (29+29+29+19): Bird (4), Catchings (14), Taurasi (11), Charles (9) y Dupree (6) -equipo inicial- Jones (9), McCoughtry (11), Cash (9), Whalen (6), Appel (6), Fowles (13) y Moore (8). 70 - España (16+18+19+17): Palau (7), Valdemoro (4), Torrens (7), Montañana (4) y Lima (2) -equipo inicial- Fernández (16), Pascua (6), Martínez (12), Nicholls (4), Aguilar (3) y Cruz (5).
Obligado por la lumbalgia de Lyttle, Hernández apostó por Cindy Lima (dos puntos y tres capturas) en el quinteto inicial. Un experimento fallido, pues la pívot barcelonesa se cargó con tres personales en menos de dos minutos y tuvo que dar entrada a la jugadora que menos había utilizado durante el Mundial, Lucila Pascua –Pascal para los comentaristas de FIBA TV–, tan cómoda como a quien le da la luz después de haber estado mucho tiempo a oscuras. En el banquillo esperaba Laura Nicholls, la penúltima con menos minutos durante el campeonato. Tampoco estaba suelta Ana Montañana.
Reacción de la selección
En la fragilidad de las pívots españolas y en el rebote (26 por 12 en la primera parte) encontró Estados Unidos un filón que no quiso obviar. Salió en trompa, con Catchings revolucionada, y ya ganaba por 11-1 a los 2m 40s. Un parcial grandioso que no destempló a España, que reaccionó como mejor sabe, desde la defensa, con los robos de balón y las transiciones rápidas como argumento, con Valdemoro y Torrens como finalizadoras (15-9 a los 5m 30s). Resultó un espejismo, el único momento de cierta duda de las estadounidenses, que aspiran a ganar su octavo campeonato del mundo en 14 participaciones. España no pudo mantener ese nivel tan alto, pese a las instrucciones que daba el seleccionador en el tiempo muerto: instó a sus jugadoras a que abriesen más los brazos para hacerse más grandes, una buena forma de decir que no podían seguir permitiendo más uno contra uno tan sencillos. Y sacó a dos jugadoras que ha entrenado como entrenador de clubs: Nuria Martínez y Marta Fernández, que este curso coincidirán en Valencia. Con la base, el equipo ganó en dinamismo y con la escolta, descaro y seguridad. Fue el mejor partido de ambas con 12 y 16 puntos, respectivamente.
Con tantos recursos que disfrutar, Estados Unidos intercambió referentes: primero habían sido Catchings y Candice Dupree, después, Moore. La selección de Geno Auriemma jugaba de maravilla, pero España conseguía poner resistencia especialmente gracias a las transiciones rápidas de Marta Fernández, que por fin ofreció lo que sabe hacer ante un rival que anotó cinco de sus seis tiros de tres. Números fantásticos que no desanimaron a España, que continuó a lo suyo, dándolo todo, con una canasta de Valdemoro, antes de que se quedase encogida en la pista y tuviese que retirarse al banquillo al borde de la lágrima. Que no pudiese jugar la 13 de España podía ser un contratiempo todavía más definitivo (39-24 a los 12m 40s), pero entonces se crecieron su sustituta, Ana Cruz, y Alba Torrens. Valdemoro ya calentaba, dispuesta a salir en cuanto su entrenador. Y salió, pero poco más jugó, pues Estados Unidos puso la directa con su máxima anotadora del partido, Silvia Fowles (16) para llegar al descanso con 58-34 a favor.
España, lógico, ya se había hecho a la idea de que su cometido en este Mundial será opositar por la medalla de bronce. Pero intentó reducir como fuese la desventaja, que dejó en 17 puntos tras un parcial de 1-8 en el inicio del tercer cuarto y buenos momentos de Pascua y el primer triple del equipo de Nuria Martínez. Resultó un amago de maquillar el marcador, porque Catchings, Diana Taurasi (3/4 en triples) y sobre todo Tina Charles hicieron que Estados Unidos alcanzase y superase los 30 puntos de diferencia. Con 33 a favor concluyó el tercer período y en el último llegaría a ganar por 39. Otra exhibición más para un equipo de otra dimensión, repleto de estrellas, pero sin la necesidad de desgastarlas, pues está solventado sus partidos con una autoridad apabullante, difícil de asumir el resto. Sólo Australia, eliminada en cuartos por la República Checa, había planteado problemas al combinado estadounidense y sólo perdió por ocho puntos. Por 21 cayó Francia, por 26 Grecia y repasar el resto es impresionante: Canadá (+41), Bielorrusia (+46), Senegal (+56) y, en la ronda de cuartos, +62 ante Corea del Sur, su mejor partido. A España le queda repetir lo que hizo en el Eurobásket de Letonia, conseguir otro bronce y ante el mismo rival, Bielorrusia.
106 - Estados Unidos (29+29+29+19): Bird (4), Catchings (14), Taurasi (11), Charles (9) y Dupree (6) -equipo inicial- Jones (9), McCoughtry (11), Cash (9), Whalen (6), Appel (6), Fowles (13) y Moore (8). 70 - España (16+18+19+17): Palau (7), Valdemoro (4), Torrens (7), Montañana (4) y Lima (2) -equipo inicial- Fernández (16), Pascua (6), Martínez (12), Nicholls (4), Aguilar (3) y Cruz (5).
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