Lakovic recibe la personal de Valters -EFE. |
Llevaba unas semanas el Barça jugando a trompicones, con más temblores e inquietud que aplomo y determinación. Los azulgrana habían ofrecido un juego melancólico y lleno de dudas, una versión gris y preocupante con la que cedieron dos partidos en el Palau, escenario en los últimos años de contadas sorpresas. La pista en la que el Barça volvió a carburar, a funcionar como una máquina ante el Baloncesto Fuenlabrada, al que venció por 76-62 para continuar compartiendo el liderato de la Liga ACB con el Real Madrid, ganador en Badalona ante el DKV Joventut (64-72), y el Caja Laboral (70-84 en su visita al CAI Zaragoza). En poco más de cinco minutos solucionaron los azulgrana otro inicio nefasto para lograr un parcial inmenso de 20-1 para ponerse de nuevo por delante y no ceder hasta el final, para completar un buen encuentro en ataque y defensa (27 pérdidas de los visitantes).
Los azulgrana empezaron ante el Fuenlabrada con la misma apatía y poco convencimiento, con exacta ingenuidad, que el jueves en Euroliga ante el Lietuvos Rytas. Si entonces concluyeron el primer cuarto con tan sólo diez puntos, esta vez su cosecha se reducía a seis tantos en siete minutos. Las seis pérdidas –tres de un descompuesto Sada, con tres despistes– eran el mejor reflejo de la propuesta ramplona del Barça, que encajó un parcial de 0-7 con un Baloncesto Fuenlabrada fiable en los rebotes y fino en los contraataques (6-13 a los 7m 12s tras un triple de Kus). Incómodos, los locales tardaron 7m 30s en probar su primer triple. Lo falló Lorbek, pero Grimau se hizo con el rebote. Una acción que animó a los azulgrana, diferentes por completo, inmensos e infalibles con la entrada puntual de Navarro (sigue con problemas en la espalda, su participación debe ser discontinua) y Ricky, y la puntería de Mickeal y Lorbek hicieron que en apenas dos minutos el panorama cambiase con un parcial de 13-0. Un monólogo incontestable con una jugada más que expresiva: triple de Lorbek a cuatro segundos y medio del final del primer período. Saca Guardia de fondo para Colom, pero Ricky rebañó la pelota y anotó al límite.
El duelo de Laviña y Lakovic
El Barça por fin gestionaba el ritmo y el cronómetro, con Navarro como guía puntual y el resto como acompañantes impagables. Estaba claro que Maldonado debía cuanto menos intentar arreglar (minimizar los daños) y apostó por un triple cambio para dar entrada a Rabaseda, Mainoldi y Valters. Aunque fue un jugador que ya estaba en la pista, el veterano Laviña (33 años), quien hizo reaccionar al Baloncesto Fuenlabrada con un parcial personalizado en 0-7. Un buen oxígeno para su equipo, que a punto había estado de ganar en el Palau hace dos años (95-91 con un extraordinario Oleson y el curso pasado con un buen Batista, 71-66), y que pretendía conseguir dar la sorpresa a la tercera. La respuesta de los azulgrana estuvo en la muñeca de Lakovic, capaz de anotar tres triples consecutivos para dejar el 41-32 al descanso.
Los pívots locales, Vázquez –reivindicativo después de su desastrosa actuación ante Lietuvos Rytas– y sobre todo Lorbek, impulsaron a los azulgrana, que alcanzaron los 24 puntos de margen (63-39 a los 28m 58s) ante un Baloncesto Fuenlabrada que sólo cometió una personal en todo el tercer cuarto. “Vamos en ataque andando, vamos a todos los bloqueos andando”, replicaba Maldonado, desencajado ante la fragilidad de su equipo, que se tomó en serie la reprimenda para rebajar el parcial en casi la mitad con un parcial de 0-11 (63-50 a los 6m 45s). Un revés que hizo despertar de nuevo a los azulgrana, quienes en un momento volvieron a poner tierra de por medio con total autoridad y de nuevo sin dudas. El Palau, aliviado por primera vez en las últimas fechas, aplaudió el triple de Rabaseda, la promesa cedida en el conjunto madrileño y que podría convertirse en el recambio a corto plazo de Basile.
Los azulgrana empezaron ante el Fuenlabrada con la misma apatía y poco convencimiento, con exacta ingenuidad, que el jueves en Euroliga ante el Lietuvos Rytas. Si entonces concluyeron el primer cuarto con tan sólo diez puntos, esta vez su cosecha se reducía a seis tantos en siete minutos. Las seis pérdidas –tres de un descompuesto Sada, con tres despistes– eran el mejor reflejo de la propuesta ramplona del Barça, que encajó un parcial de 0-7 con un Baloncesto Fuenlabrada fiable en los rebotes y fino en los contraataques (6-13 a los 7m 12s tras un triple de Kus). Incómodos, los locales tardaron 7m 30s en probar su primer triple. Lo falló Lorbek, pero Grimau se hizo con el rebote. Una acción que animó a los azulgrana, diferentes por completo, inmensos e infalibles con la entrada puntual de Navarro (sigue con problemas en la espalda, su participación debe ser discontinua) y Ricky, y la puntería de Mickeal y Lorbek hicieron que en apenas dos minutos el panorama cambiase con un parcial de 13-0. Un monólogo incontestable con una jugada más que expresiva: triple de Lorbek a cuatro segundos y medio del final del primer período. Saca Guardia de fondo para Colom, pero Ricky rebañó la pelota y anotó al límite.
El duelo de Laviña y Lakovic
El Barça por fin gestionaba el ritmo y el cronómetro, con Navarro como guía puntual y el resto como acompañantes impagables. Estaba claro que Maldonado debía cuanto menos intentar arreglar (minimizar los daños) y apostó por un triple cambio para dar entrada a Rabaseda, Mainoldi y Valters. Aunque fue un jugador que ya estaba en la pista, el veterano Laviña (33 años), quien hizo reaccionar al Baloncesto Fuenlabrada con un parcial personalizado en 0-7. Un buen oxígeno para su equipo, que a punto había estado de ganar en el Palau hace dos años (95-91 con un extraordinario Oleson y el curso pasado con un buen Batista, 71-66), y que pretendía conseguir dar la sorpresa a la tercera. La respuesta de los azulgrana estuvo en la muñeca de Lakovic, capaz de anotar tres triples consecutivos para dejar el 41-32 al descanso.
Los pívots locales, Vázquez –reivindicativo después de su desastrosa actuación ante Lietuvos Rytas– y sobre todo Lorbek, impulsaron a los azulgrana, que alcanzaron los 24 puntos de margen (63-39 a los 28m 58s) ante un Baloncesto Fuenlabrada que sólo cometió una personal en todo el tercer cuarto. “Vamos en ataque andando, vamos a todos los bloqueos andando”, replicaba Maldonado, desencajado ante la fragilidad de su equipo, que se tomó en serie la reprimenda para rebajar el parcial en casi la mitad con un parcial de 0-11 (63-50 a los 6m 45s). Un revés que hizo despertar de nuevo a los azulgrana, quienes en un momento volvieron a poner tierra de por medio con total autoridad y de nuevo sin dudas. El Palau, aliviado por primera vez en las últimas fechas, aplaudió el triple de Rabaseda, la promesa cedida en el conjunto madrileño y que podría convertirse en el recambio a corto plazo de Basile.
Barça 76 (19+22+22+13): Sada (0), Lakovic (13), Mickeal (12), Vázquez (10), Ndong (0) -cinco inicial-, Rubio (10), Navarro (8), Perovic (4), Lorbek (13), Morris (2) y Grimau (4). Baloncesto Fuenlabrada 62 (13+19+11+19): Valters (12), Cortaberria (2), Rabaseda (6), Ayón (12), Batista (10) -cinco inicial-, Mainoldi (0), Kus (5), Colom (2), Guardia (3) y Laviña (10).
3 comentarios :
El Barça toma forma, tras unos partidos irregulares en casa, que opinas de Rabaseda Toni.
Le bastó con un parcial grandioso, pero mejoró en líneas generales. Rabaseda es un proeycto de gran jugador: es versátil, tiene buena mano y no es egoísta. En su primera temporada real en la ACB está haciendo buenas actuaciones, aunque seguramente en el Palau estaba demasiado nervioso. No es descartable que cuando acabe su cesión en Fuenlabrada (dos años) vuelva al Barça para ocupar el lugar del gran Basso.
Es que se habla mucho de él. Gracias por tu respuesta. Toni, saludos desde mis mundos
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