Nadal se libera levantando los puños para celebrar su acceso a la final -EFE. |
“En tenis”, reflexiona el analista de Teledeporte Tomás Carbonell, “pasas de la euforia a la ‘depre’ en minutos”. Lo dice con conocimiento de causa, pues fue jugador profesional, destacando sobre todo en dobles (22 títulos). Carbonell describe así el bajón de Tomas Berdych, al que Rafa Nadal está desmontando en el segundo set del último partido round robin correspondiente al grupo A. “Este es un deporte noria”, retoma, “nunca sabes cuándo estás mal y cuándo estás bien”. Una reflexión que Carbonell desarrolla ya en plenas semifinales, mientras observa cómo Nadal conserva su servicio en el segundo juego de la segunda manga tras remontar un 0-30 en contra mediante cuatro errores mayúsculos de Andy Murray. Un comentario que resume cuanto aconteció en un partido en el que ambos tuvieron suficientes oportunidades para decantar a su favor. Murray realizó la proeza de revertir en el tercer set un 4-2 en contra en un 5-6 a favor y restando para ganar, pero Nadal respondió con un juego en blanco y ganando el tie-break, como ya había hecho en la primera manga, pero esta vez revirtiendo el 1-4 en contra. El balear venció por 7-6 (5), 3-6 y 7-6 (6) en tres horas y once minutos para citarse con Roger Federer, vencedor ante Novak Djokovic (6-1 y 6-4), en la final de la Copa de Maestros de Londres. Su único gran torneo prohibido.
Resultó un encuentro que dignifica al tenis y especialmente al que va con el viento en contra. Jugó Nadal su mejor tenis, arriesgó más y mejor cuando fue por detrás, y en las situaciones límite se reservó una solución contundente, como en el primer set, cuando firmó el tie-break con un juego en blanco o en el sexto juego de la último manga, cuando levantó un 0-30 en contra y se aseguró el juego (4-2) con dos saques directos, el cuarto y el quinto en su cuenta particular. Gigante también Murray empatando a cinco el tie- break del set inicial después de ceder por 5-2 o salvando dos pelotas de break en el segundo juego del segundo set.
“No se puede llegar a una final sin partidos así”
El escocés maldecía y se pegaba con la raqueta en las piernas. Nadal fruncía el ceño, y ponía cara de incredulidad, hasta que se liberó con la tercera pelota que se procuró de partido. La primera había sido con 5-3, pero su drive salió largo, cometió una doble falta y Murray acabó llevándose el punto. Las otros dos llegaron en la muerte súbita, resuelta por Nadal con un golpe preciso, genial, en un partido marcado por las inseguridades y también las grandes fortalezas de los protagonistas. Y también, por el inusual respeto mutuo que se procuraron en la primera manga. Un set exageradamente parejo con un empate a 30 puntos (el primero del quinto juego duró 27 intercambios) antes del tie-break. Murray rompió el servicio del balear dos veces en el segundo set, muy desigual. Nadal acabó llevándose un partido histórico, el que le permite jugar su primera final de la Copa Maestros en un escenario en el que el año pasado no pudo ganar ni una manga. “La verdad”, reflexionó el balear, “es que no se puede llegar a una final sin tener partidos así. Andy ha rendido, por momentos, a un nivel muy alto”.
Resultó un encuentro que dignifica al tenis y especialmente al que va con el viento en contra. Jugó Nadal su mejor tenis, arriesgó más y mejor cuando fue por detrás, y en las situaciones límite se reservó una solución contundente, como en el primer set, cuando firmó el tie-break con un juego en blanco o en el sexto juego de la último manga, cuando levantó un 0-30 en contra y se aseguró el juego (4-2) con dos saques directos, el cuarto y el quinto en su cuenta particular. Gigante también Murray empatando a cinco el tie- break del set inicial después de ceder por 5-2 o salvando dos pelotas de break en el segundo juego del segundo set.
“No se puede llegar a una final sin partidos así”
El escocés maldecía y se pegaba con la raqueta en las piernas. Nadal fruncía el ceño, y ponía cara de incredulidad, hasta que se liberó con la tercera pelota que se procuró de partido. La primera había sido con 5-3, pero su drive salió largo, cometió una doble falta y Murray acabó llevándose el punto. Las otros dos llegaron en la muerte súbita, resuelta por Nadal con un golpe preciso, genial, en un partido marcado por las inseguridades y también las grandes fortalezas de los protagonistas. Y también, por el inusual respeto mutuo que se procuraron en la primera manga. Un set exageradamente parejo con un empate a 30 puntos (el primero del quinto juego duró 27 intercambios) antes del tie-break. Murray rompió el servicio del balear dos veces en el segundo set, muy desigual. Nadal acabó llevándose un partido histórico, el que le permite jugar su primera final de la Copa Maestros en un escenario en el que el año pasado no pudo ganar ni una manga. “La verdad”, reflexionó el balear, “es que no se puede llegar a una final sin tener partidos así. Andy ha rendido, por momentos, a un nivel muy alto”.
2 comentarios :
Lo de Rafa es increibe, es un luchado hoy espero que doblegue a federer y sume su primera copa master, buen articulo Toni un saludo desde mis mundos
¡Muy buenas Jairo! Esperemos que tengas razón. Fue un partido con dos jugadores que resurgían cuando peor lo tenían. Nadal demostró que sabe gestionar muy bien los momentos más complicados. A ver qué sucede hoy. Espero que tengas razón.
¡Un saludo!
Publicar un comentario