Ricky penetra ante Páramo -EFE. |
“Somos un equipo. El Barça es un equipo”, desliza, empapado de sudor y totalmente serio, Pete Mickeal, esquivo siempre ante los elogios individuales, obsesionado con el trabajo. Por eso empezó a mencionar cosas a mejorar por parte del grupo desde el rebote, a optimizar la línea de fondo. “Más todo”, concluye Mickeal, inmenso con 23 puntos (10/11 en tiros de campo para 30 de valoración), convencido de que acumular más entrenamientos duros es el camino lógico para que su Barça sea más completo. Un equipo que venía de perder sus dos últimos partidos disputados en el Palau, pero que venciendo al Cajasol en Sevilla (67-75) continúa invicto fuera de casa. El Palacio Municipal de San Pablo se le da bien a los azulgrana, que han ganado seis de los siete partidos que han disputada en una pista. En un escenario en la que sufrió el renacer y el buen hacer de Ricky Rubio, después de varios días marchitado como una flor. El base destacó con siete puntos, cinco asistencias para un 17 de valoración.
Vistos los números y comprobados los antecedentes, el partido tenía toda la pinta de ser corto en el tanteo y digerido por las defensas. “Un rebote decide. ¡Al rebote todo el mundo!”, exigía Xavi Pascual en un tiempo muerto después de que Paul Davis machase a placer en segundas opciones. Nada más correr el cronómetro Mickeal respondió con una canasta, como ya había hecho en las dos acciones del inicio del tercer cuarto en las que Cajasol se puso por delante. Fueron las dos últimas rentas para el conjunto de Joan Plaza, infatigable hasta el ecuador del último cuarto. Los momentos en los que más disfruta y rinde el eterno Louis Bullock (13 puntos), al que continúa siendo un placer ver en la élite. Erazem Lorbek respondió a los puntos a Sweet Lou y el Cajasol se quedó atascado como la pelota en el aro tras un triple de Bullock. Se multiplicó Ricky, percutió Mickeal y Juan Carlos Navarro, en su partido 450 en Liga ACB, metió el triple de la tranquilidad cuando quedaban poco más de un minuto.
Llegan los triples
Resultó un encuentro competido, un trabajo de constancia para los azulgrana, vulnerables de nuevo al inicio permitiendo las cómodas penetraciones de Txema Urtasun, que le bailaba a La Bomba, y viendo cómo Davis preparaba su banquete en la zona. Esquiva la puntería desde más allá de 6’75, era Boniface Ndong quien mantenía a flote a su equipo, hasta que se fue al banquillo. La salida del pívot senegalés coincidió con los triples de Víctor Sada –otra vez titular– y de Navarro. Otro mal comienzo de segundo cuarto llegó a los azulgrana a su peor momento: ocho puntos abajo con un triple de Tomas Satoransky, el mismo que ayudó, sin querer claro, a que los azulgrana se recuperasen cometiendo tres faltas en un santiamén –le sustituyó otro pipiolo, Ricardo Páramo, procedente de la cantera del conjunto sevillano–.
El Barça se creció en defensa con Ricky habilidoso, Roger Grimau incansable y otro triple de Navarro, con un papel más de estrella invitada. Earl Calloway se marcó dos jugadas para dejar en un apretado 37-38 al descanso. La última enfadó mucho a Pascual, que reclamaba pasos, pero al que no le había gustado nada que la acción hubiese llegado sobre al bocina. Como la de Mindaugas Katelynas al final del tercer cuarto, para el 52-56. Aspectos que tanto el técnico como Mickeal quieren mejorar en un Barça que con sus traspiés ante CAI Zaragoza y Fenerbahçe –y en algunos momentos de partidos anteriores– había sembrado dudas. Que se disipen es el reto de los azulgrana. Mickeal se cansó de repetir la fórmula para conseguirlo: “Acumular más entrenamientos, entrenarnos duro”.
Cajasol (19+18+15+15) 67: Calloway (10), Kirksay (7), Katelynas (6), Urtasun (8), Davis (12) –quinto inicial–, Triguero (6), Pámpano, Satoransky (3), Sastre, Bullock (13) e Ivanov (2). Barça (16+22+18+19) 75: Sada (3), Navarro (9), Mickeal (23), Lorbek (10), Ndong (10) –quinteto inicial–, Rubio (7), Lakovic (2), Perovic, Vázquez, Morris (5) y Grimau (6).
Vistos los números y comprobados los antecedentes, el partido tenía toda la pinta de ser corto en el tanteo y digerido por las defensas. “Un rebote decide. ¡Al rebote todo el mundo!”, exigía Xavi Pascual en un tiempo muerto después de que Paul Davis machase a placer en segundas opciones. Nada más correr el cronómetro Mickeal respondió con una canasta, como ya había hecho en las dos acciones del inicio del tercer cuarto en las que Cajasol se puso por delante. Fueron las dos últimas rentas para el conjunto de Joan Plaza, infatigable hasta el ecuador del último cuarto. Los momentos en los que más disfruta y rinde el eterno Louis Bullock (13 puntos), al que continúa siendo un placer ver en la élite. Erazem Lorbek respondió a los puntos a Sweet Lou y el Cajasol se quedó atascado como la pelota en el aro tras un triple de Bullock. Se multiplicó Ricky, percutió Mickeal y Juan Carlos Navarro, en su partido 450 en Liga ACB, metió el triple de la tranquilidad cuando quedaban poco más de un minuto.
Llegan los triples
Resultó un encuentro competido, un trabajo de constancia para los azulgrana, vulnerables de nuevo al inicio permitiendo las cómodas penetraciones de Txema Urtasun, que le bailaba a La Bomba, y viendo cómo Davis preparaba su banquete en la zona. Esquiva la puntería desde más allá de 6’75, era Boniface Ndong quien mantenía a flote a su equipo, hasta que se fue al banquillo. La salida del pívot senegalés coincidió con los triples de Víctor Sada –otra vez titular– y de Navarro. Otro mal comienzo de segundo cuarto llegó a los azulgrana a su peor momento: ocho puntos abajo con un triple de Tomas Satoransky, el mismo que ayudó, sin querer claro, a que los azulgrana se recuperasen cometiendo tres faltas en un santiamén –le sustituyó otro pipiolo, Ricardo Páramo, procedente de la cantera del conjunto sevillano–.
El Barça se creció en defensa con Ricky habilidoso, Roger Grimau incansable y otro triple de Navarro, con un papel más de estrella invitada. Earl Calloway se marcó dos jugadas para dejar en un apretado 37-38 al descanso. La última enfadó mucho a Pascual, que reclamaba pasos, pero al que no le había gustado nada que la acción hubiese llegado sobre al bocina. Como la de Mindaugas Katelynas al final del tercer cuarto, para el 52-56. Aspectos que tanto el técnico como Mickeal quieren mejorar en un Barça que con sus traspiés ante CAI Zaragoza y Fenerbahçe –y en algunos momentos de partidos anteriores– había sembrado dudas. Que se disipen es el reto de los azulgrana. Mickeal se cansó de repetir la fórmula para conseguirlo: “Acumular más entrenamientos, entrenarnos duro”.
Cajasol (19+18+15+15) 67: Calloway (10), Kirksay (7), Katelynas (6), Urtasun (8), Davis (12) –quinto inicial–, Triguero (6), Pámpano, Satoransky (3), Sastre, Bullock (13) e Ivanov (2). Barça (16+22+18+19) 75: Sada (3), Navarro (9), Mickeal (23), Lorbek (10), Ndong (10) –quinteto inicial–, Rubio (7), Lakovic (2), Perovic, Vázquez, Morris (5) y Grimau (6).
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