Tello, Piqué, Afellay, Guardiola, Thiago, Estiarte y Dos Santos celebran el título - AFP. |
El tiempo entre el anuncio, a flor de piel la eliminación ante el Chelsea en la Champions, de su despedida a final de temporada del Barça y el último partido del curso, la Copa del Rey del Calderón, se le hizo eterno al entrenador. A Guardiola le preguntaron tantas veces por qué se iba y por su relación con Tito Vilanova, su sustituto, que sólo le faltó responder en chino. Necesitaba el técnico que la Copa llegase cuanto antes para evadirse de cuatro años tan memorables como exigentes para él: en la cara y en el color del pelo se le nota el desgaste del puesto. A muerte con su míster como criticaba Ibrahimovic, sus jugadores quisieron premiarle con una final plácida y en 25 minutos habían hecho tantas cosas bien que ya ganaban en el Calderón por 0-3 al Athletic con dos goles de Pedro y uno de Messi. A la media hora parecía que el partido estaba a punto de concluir, con los unos y otros optando por pases cortos y respetuosos, como buenos hermanos. El torneo ya estaba repartido para los chicos de Guardiola, que se despidió con su 14º título de 19 posibles. Una Copa del Rey, la 26º del club, dedicada al técnico y vestida con la camiseta de Abidal, que se recupera de un trasplante de hígado. Un gesto grandioso de un grupo ejemplar.
De un plantel en el que Messi es el finalizador habitual. La partitura es cosa de Xavi e Iniesta, y el trabajo silencioso, de Busquets. El equipo le busca y Messi se ofrece y tiene puntería: la primera, una rosca, se le marchó fuera; en la segunda controló una perla de Iniesta y la remachó a la escuadra. Por entonces ya había marcado Pedro, a los 2 minutos, en una jugada que retrataría el partido del Athletic: córner que peina con el tupé Piqué, Javi Martínez que intenta controlar en el área sin sentido y Pedro, atento, que se hace con el rechace para abrir la lata. El canario también la cerró tras un pase hacia atrás de Xavi que concluyó con suma precisión y acordándose con los dedos de Abidal: 22.
Pedro, exponente de la Masía
Pedro se exhibió en el último partido de Guardiola, a quien él y su familia consideran prácticamente de la familia. La persona que apostó por su continuidad en el Barça B y quien le dio la oportunidad de jugar y triunfar en el primer equipo. Pedro es el exponente de la confianza que el técnico ha tenido siempre en la cantera y el jugador fue el más entonado en un partido con poco recorrido, con más pasión en las gradas –unos y otros pitaron el himno español– que emoción en el césped. Por no haber no hubo ni polémica, apenas un par de posibles penaltis no pitados por equipo, ambos por un leve agarrón en la camiseta. Llorente y Alexis no convencieron al árbitros con sus explicaciones.
Se encontraba tan cómodo el Barça que Mascherano, ese jugador para todo, chutó desde un medio campo desierto para el conjunto de Bielsa, partido en dos desde el primer momento, tan poca cosa y asfixiado por todos los rincones como ante el Atlético de Madrid en la final de la Europa League. El Athletic perdió su identidad sin presionar hombre a hombre ni discutirle –o intentar hacerlo– la pelota a un Barça en el que Pinto apenas apenas tuvo que despejar un centro de Muniain en la primera parte. Piqué se fue a los vestuarios saludando. Es posible que a su novia Shakira, presente en tribuna. Simbólico.
Llorente, aislado
Poco más de sí daría más el partido aparte de una vaselina de Ibai desviada y un eslalon prodigioso de Messi librándose de cuatro rivales y manteniéndose en pie después de una entrada con las dos piernas y por detrás de Amorebieta en una jugada que salvó Gorka. Bielsa cambió a un Llorente aislado por un Toquero que no tuvo opción de demostrar que es un revulsivo nato.
Concluida la final, Guardiola habló y abrazó con cada uno de los rivales y tuvo un gesto cariñoso con Bielsa. Xavi le insistió a Puyol para que subiese con él a la tarima del palco a recibir la Copa del Rey a manos del Príncipe Felipe: “per favor, per favor!”. Pero Puyi no quiso robarle protagonismo y Xavi la levantó solo. Después, entre los dos –que después se pasearían con una ikurriña y una senyera–, se la pasaron a Pinto, un suplente que hace vestuario y que es el escogido para jugar este torneo. Guardiola miraba la escena en el césped acompañado de su fiel amigo Manel Estiarte, hasta ahora director de relaciones externas del club, y que se marcahará con él. Estaban en silencio, como paladeando un momento irrepetible. "El tiempo dirá qué dejo. Lo he hecho de la forma más honesta posible. He sido partícipe de una cosa global. El legado es buen fútbol", concluyó Guardiola.
ATHLETIC 0: Iraizoz; Iraola, Ekiza, Amorebieta, Aurtenetxe; Javi Martínez, De Marcos (Íñigo Pérez, m. 46), Muniain; Susaeta (Ander Herrera, m. 46), Llorente (Toquero, m. 73) e Ibai. BARÇA 3: Pinto; Montoya, Piqué, Mascherano, Adriano; Busquets, Xavi (Cesc, m. 80), Iniesta; Pedro (Thiago, m. 87), Alexis (Keita, m. 71) y Messi. Goles: 0-1. M. 2. Pedro aprovecha un rechace en el área. 0-2. M. 20. Messi recibe de Iniesta. 0-3. M. 25. Pedro, golpea con la zurda a la derecha de Iraizoz. Árbitro: Fernández Borbalán. Amonestó a Susaeta, Iraola, Xavi e Iniesta. Vicente Calderón: 55.000 espectadores.
2 comentarios :
Simpática la rueda de prensa de Pep cuando el periodista Brasileño le pregunta si aceptaría ser seleccionador de Brasil y se siente tentado por las playas de Rio y vuelve a surgir la tentación de hacerse cargo de el Athletich de Bilbao
La verdad es que sí, Edu, fue una de las anécdotas de una noche tan simbólica para Guardiola y el barcelonismo. Un saludo.
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