El pívot bosnio, con 28
puntos y 10 rebotes, firma su mejor partido en la Liga ACB y lidera
la primera victoria de su equipo en el Palau desde 1991
Tomic y Sinanovic, en una acción del partido - ACB Photo. |
Hace unos días ni tan
siquiera tenía contrato y estaba en el paro. Firmado el acuerdo y
presentado como nuevo jugador del Valladolid, Nedzad
Sinanovic (Zavidovici, 1983) se presentó en el Palau Blaugrana con
una actuación prodigiosa, 28 puntos y 10 rebotes para un total de 31
de valoración. Los mejores números de su vida en la Liga ACB resultaron claves para que su nuevo equipo ganase a domicilio
al Barça 21 años después, tras aquellos lejanos 30 puntos de un
tal Arvydas Sabonis. Esta vez el protagonista fue Sinanovic,
deshechado por la renovación casi total en el Unicaja y con amplio
pasado en LEB Oro, y el último en llegar al Valladolid, descendido al
final del curso pasado y que recuperó la plaza favorecido por la
estrechez económica de terceros. Sólo Nacho Martín continúa en un
equipo que sonrojó a un Barça que, poco antes del descanso, iba
camino de un triunfo sin historia (42-25) con el trío Mickeal,
Ingles y Tomic, pero que sucumbió a su apatía, falta de confianza y
a la gran fe y oficio de los visitantes, lanzados también por
Mohammed, David Navarro y Tripkovic, imperiales para firmar una
remontada histórica y ganar al vigente campeón por 71-78.
Con
un triple tan mal defendido por un Huertas perdido y bien clavado por
David Navarro justo antes del paso por los vestuarios. González
retocó la defensa en la segunda parte con una zonal 2-3 y diversas
alternativas. Privados del lesionado Juan Carlos Navarro y con Jasikevicius de nuevo descartado, parecían estatuas ante la alegría del
Valladolid, poderoso con un Sinanovic omnipresente y con los
brochazos de O'Leary, debutante en la Liga ACB. Los visitantes
empequeñecieron a un Barça bloqueado y despistado como Jawai, al
que le costará encontrar el punto de los árbitros y a éstos
encontrárselo a él. Ante la duda parece que el corpulento es el
infractor. Sólo Sada, por sus recuperaciones, e Ingles, siempre
presente en el partido, en el festival y también en el amago de
remontada en el último cuarto. Con su tercer triple el australiano
puso el 64-67 a 3m 03s y con 66-71 –y después de que Lorbek hubiese
puesto un 66-67 a 2m 29s– falló un tiro libre y metió otro a
minuto y medio. David Navarro y Tripkovic -otro que hasta hace poco no tenía equipo, un excelente tirador al que sólo le falta confianza- aseguraron la victoria de
su equipo, por más que Huertas demostrase su fiabilidad en los
momentos finales y los azulgrana intentaron salvar el entuerto desde
más allá de 6'75.
El
Barça intentó coger aliento con los triples (4/21), que
prácticamente no probó cuando dominó el encuentro al contragolpe
(1/7 al descanso) con Mickeal desatado e Ingles tan centrado en
defensa como en ataque. El problema fue que Mickeal se apagó tras un
primer cuarto fantástico y que Tomic sólo explotó en el segundo,
coincidiendo con la ausencia de Sinanovic, que descansaba en el
banquillo. El pívot bosnio estaba tan cómodo en la pista que
incluso sonrió ante una canasta, quizás incrédulo con su puntería. Sinanovic fue el puntal de su
equipo, superior en el rebote –42 por 31– y el puñal para los
azulgrana, fundidos por la ilusión de un conjunto remozado que había
bajado a LEB Oro y que volvió a vencer 21 años después en el
Palau. "Un equipo grande no puede dejar de defender", sentenció Xavi Pascual, descolocado.
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