Navarro, en una acción del partido - Euroleague. |
Conserva esa costumbre tan suya de
seguir parte de los partidos con las rodillas flexionadas y
pensativo. Ettore Messina ha regresado a Moscú para tratar de volver a
hacer campeón de la Euroliga al CSKA, al que hizo finalista en cada una de sus cuatro temporadas como entrenador. Los años pares (2006 y
2008) levantó el trofeo ante el Maccabi Tel Aviv y los impares (2007
y 2009) chocó ante el Panathinaikos de Obradovic. Tampoco guarda
buenos recuerdos del Barça, con quien perdió la final del Palau
Sant Jordi de 2003 y se convirtió en el rival inabordable en su corta etapa en
Madrid, de donde Messina salió impotente tras una derrota en casa ante el
Montepaschi por el comportamiento de los jugadores, del club, de la
prensa... El reencuentro con los azulgrana volvió a ser traumático para el técnico italiano, que no supo cómo frenar a un Barça imparable y
autoritario, vencedor por 60-81 gracias sobre todo a su defensa y a
los puntos de Juan Carlos Navarro (21) y Erazem Lorbek (15). Un
triunfo de prestigio del Barça ante uno de los favoritos y actual subcampeón del torneo, al que
dejó en 25 puntos en la segunda parte. Una excelente
respuesta al tropiezo en Vitoria y su trayectoria en la Liga ACB en
general, donde el conjunto de Xavi Pascual contabiliza tantas victorias como derrotas. Por contra, en
Euroliga el balance es de 5-0 y lidera en solitario el grupo B.
“Creo que hemos dado un mensaje a
todos: queremos hacer bien las cosas”, advirtió Navarro, orgulloso
de la imagen de su equipo, muy difuso en el partido precedente ante
el Caja Laboral y luminoso en Rusia. Porque esta vez el Barça, al
contrario que en el Buena Arena, tuvo una trayectoria ascendente. A
Lorbek no le tembló el pulso en un primer cuarto con varios
despistes de unos y otros –bien lo agradecieron Kaun y Khryapa,
casi intrascendentes después– y Navarro impuso su clase
en el segundo. En el tercero la pareja azulgrana se puso de acuerdo para dejar
finiquitado el partido con dos triples en medio minuto. Ni Teodosic ni Jackson podían dirigir a un CSKA Moscú que ya un
juguete en manos de La Bomba y de Huertas y lamentaba la pobre actuación de Weems y la intermitencia de Krstic.
Ingles y Sada se movían como culebras, Lorbek mostraba su elegancia y Jawai machaba a placer y por fin se mostraba seguro desde la línea de tiros libres (4/4), el punto negro de los visitantes en su exhibición (13/21). La otra buena noticia para Pascual fue la reaparición tras su lesión de Pete Mickeal, por más que sólo anotase uno de sus siete tiros.
Ingles y Sada se movían como culebras, Lorbek mostraba su elegancia y Jawai machaba a placer y por fin se mostraba seguro desde la línea de tiros libres (4/4), el punto negro de los visitantes en su exhibición (13/21). La otra buena noticia para Pascual fue la reaparición tras su lesión de Pete Mickeal, por más que sólo anotase uno de sus siete tiros.
CSKA MOSCÚ 60 (19+16+13+12): Teodosic
(12), Ponkrashov (9), Weems (4), Khryapa (6), Kaun (4) -quinteto
inicial-, Krstic (18), Jackson (1), Micov (2), Vorontsevich (4),
Christmas y Nicholas. BARÇA 81 (17+21+25+18): Huertas
(12), Navarro (21), Mickeal (2), Lorbek (15), Tomic (6) -quinteto
inicial-, Ingles (4), Sada (7), Jawai (10), Jasikevicius, Wallace (4),
Rabaseda y Todorovic. Árbitros: Carl Jungebrand, Eddie
Viator y Damir Javor.
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